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La OTAN llama a la calma y cree que el incidente en Polonia lo provocó material ucraniano
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Evitar una "escalada innecesaria"

La OTAN llama a la calma y cree que el incidente en Polonia lo provocó material ucraniano

Jens Stoltenverg critica que Rusia provoca "situaciones peligrosas", pero señala que el análisis preliminar apunta a que el incidente en Polonia lo provocó material ucraniano

Foto: Los líderes Joe Biden, Olaf Scholz, Emmanuel Macron, Rishi Sunak, Pedro Sánchez y Justin Trudeau en el G20. (Cordon Press/Steffen Hebestre)
Los líderes Joe Biden, Olaf Scholz, Emmanuel Macron, Rishi Sunak, Pedro Sánchez y Justin Trudeau en el G20. (Cordon Press/Steffen Hebestre)
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El análisis preliminar realizado por la OTAN apunta a que el incidente ocurrido este miércoles al este de Polonia, cerca de la frontera ucraniana, en el que dos ciudadanos polacos murieron, fue provocado seguramente por material ucraniano en el momento en el que Rusia lanzaba un ataque aéreo masivo sobre Ucrania. "No tenemos indicios de que este incidente haya sido el resultado de un ataque deliberado", ha explicado Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, al concluir una reunión de embajadores representantes permanentes ante la Alianza, aunque ha señalado que la mejor manera de prevenir futuros incidentes es que Rusia acabe con la guerra en Ucrania. El secretario general ha señalado, además, que es importante "mantener la calma" para evitar una "escalada innecesaria".

Las explicaciones de Stoltenberg han llegado al mismo tiempo que el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, explicaba la misma hipótesis. "Las fuerzas ucranianas, contrarrestando un ataque ruso masivo, lanzaron sus misiles ayer para derribar misiles rusos. Hay muchos indicios de que uno de estos misiles cayó en territorio polaco sin ninguna intención por ninguna de las partes". Stoltenberg ha dejado claro, en todo caso, que el incidente "no es culpa de Ucrania", ya que ha sido resultado de la defensa ante la guerra de agresión rusa lanzada el pasado 24 de febrero de 2022. "Rusia es el último responsable", ha señalado Stoltenberg, que ha sido claro respecto a que "Ucrania tiene el derecho de derribar esos misiles que se dirigen a sus ciudades y sus infraestructuras críticas".

Foto: Explosión en la frontera de Ucrania con Polonia. (Reuters/ Kacper Pempel)

Al ser preguntado sobre la coreografía en la OTAN, donde su rumoreaba sobre la posibilidad de que el Gobierno polaco activara las discusiones bajo el artículo 4 del Tratado, que permite un diálogo cuando uno de los socios considere que "su integridad territorial, la independencia política o la seguridad" está en peligro, Stoltenberg ha señalado que en su conversación con el presidente polaco Andrzej Duda ambos estaban "de acuerdo en esperar al resultado de la investigación" antes de dar más pasos.

El noruego también ha sugerido que las dudas sobre el origen del incidente existían desde el principio y que por eso el Gobierno polaco y otros socios, como EEUU o él mismo, fueron muy cautelosos este miércoles por la noche. "Esto también explica por qué las reacciones fueron las que fueron anoche, porque no parecía un ataque deliberado y no tenía sus características", ha explicado Stoltenberg.

Foto: Figuras desplegadas frente al símbolo de la OTAN y los colores de la bandera de Rusia (Reuters)

El secretario general de la OTAN ha subrayado la importancia de mantener la calma en momentos así. "La Alianza está preparada para estas situaciones", ha señalado el noruego. "Nos preparamos para los momentos en los que ocurren estos accidentes" para que la reacción de la OTAN haga que la situación no "se vaya de control". "Los aliados de la OTAN han reaccionado de una manera prudente y responsable. Para gestionar este tipo de accidentes se trata de ser firme y reaccionar rápidamente, pero también mantener la calma y evitar una escalada innecesaria", ha concluido el noruego.

La cautela ha sido uno de los mantras de los socios de la OTAN desde el impacto del misil en Polonia, pero los temores a una escalada de las tensiones estaban justificados porque hay precedentes de ataques rusos muy cerca de territorio polaco. El 13 de marzo, el Kremlin bombardeaba un centro de entrenamiento militar auspiciado por la OTAN en Yávoriv (Ucrania). Un objetivo a tan solo 25 kilómetros de la frontera del país europeo, era una operación de una precisión casi quirúrgica: un gesto de desafío, pero todavía lejos de caer en la provocación directa. Este martes, sin embargo, el impacto de lo que en un primer momento fueron identificados como presuntos misiles de fabricación rusa en un pueblo polaco apenas a seis kilómetros de la frontera ucraniana amenazaba con desestabilizar la cuidadosa coreografía que han practicado Moscú y la Alianza para no pisarse los pies en estos ocho meses de guerra y evitar una confrontación directa que desborde la retórica.

En el actual clima de tensión, la OTAN ha estado midiendo sus pasos con pies de plomo. Nadie quiere verse arrastrado a una guerra por unos misiles perdidos o un error de cálculo. Si se hubiera demostrado la intencionalidad de los misiles rusos contra Polonia, territorio parte de la Alianza que se defendería "hasta la última pulgada" (según han declarado casi a coro varios aliados, incluido EEUU), estaríamos ante el momento de mayor peligro internacional de la guerra. Tras el comunicado del Gobierno polaco y las declaraciones del secretario general de la OTAN, no parece que este sea el caso.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, reiteró este miércoles en un mensaje en su página web que fueron "misiles rusos los que impactaron" la víspera en la localidad polaca de Przewodów, cerca de la frontera ucraniana, y que mataron a dos agricultores. En la víspera, el mandatario ucraniano había advertido que, de confirmarse, esto supondría "una escalada muy significativa" del conflicto.

A las 15:40 hora local polaca del martes, una fuerte explosión sacudía la localidad de Przewodów (región de Lublin), dejando dos fallecidos. Según fotografías publicadas en medios locales, la deflagración, fruto del impacto de al menos un misil, dejó un cráter en la zona de una empresa agrícola y un silo de grano. Para la madrugada del miércoles, el área estaba acordonada y el acceso vetado a los medios de comunicación, mientras las autoridades polacas investigan los detalles del incidente. “Tengo amigos en los alrededores de Przewodów. Me dijeron que poco antes de la explosión sobre el pueblo vieron un extraño objeto cayendo rápidamente al suelo desde el cielo. Momentos después, una poderosa explosión sacudió toda el área. La gente sospecha que podría haber sido un misil extraviado o parte de un misil derribado, probablemente dirigido a Ucrania”, cuenta un vecino al medio Gazeta Wyborcza.

Después de una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad, Varsovia llamó a capítulo al embajador ruso en un comunicado en el que culpaba a "un misil de fabricación rusa" de la explosión y muerte de los dos ciudadanos polacos. Además, aumentó el nivel de alerta y preparación para el combate de su Ejército y solicitó una reunión de emergencia de la OTAN para este miércoles.

Las primeras reacciones de apoyo a Polonia llegaron de sus aliados naturales, los países vecinos que forman parte del club de halcones contra Rusia en la UE, como, por ejemplo, las naciones bálticas, utilizando un lenguaje más contundente. "Estonia está lista para defender cada centímetro del territorio de la OTAN", tuiteó el ministro de Asuntos Exteriores estonio. El viceprimer ministro letón, Artis Pabriks, también escribió que “el régimen criminal ruso lanza misiles que no atacan solamente a los civiles ucranianos, sino que también caen en territorio de la OTAN en Polonia”. Son también interesantes las declaraciones de la ministra de Defensa de República Checa, Jana Černochová, quien aseguró que consideran el incidente "una escalada del conflicto, incluso si fue un error", en declaraciones al medio Deník.

En ese momento era difícil concluir que, incluso si se tratara de misiles rusos, sea un ataque deliberado contra la OTAN. Hasta el momento, Moscú no había cruzado esa línea roja y significaría un cambio radical de una estrategia casi sin retorno. La noche del martes, Rusia negó la mayor. "Ninguno de los ataques contra objetivos cerca de la frontera entre Ucrania y el Estado polaco han sido hechos con medios de destrucción rusos", ha afirmado el ministro de Defensa y ha descrito el incidente como "una provocación deliberada con intención de escalar la situación", en declaraciones recogidas por la agencia rusa IFX.

La sombra del artículo 5 de la OTAN

La cuestión de si había sido intencionado o un accidente será clave, pero tampoco determinante. Con la tensión por las nubes, no era el momento de un paso en falso y entrar a la guerra por error o por una escalada mal medida. Ya desde el inicio de la invasión rusa a gran escala el 24 de febrero, sobre la mesa de la OTAN estaba la posibilidad de que un misil mal dirigido acabara por error en Rumanía o Polonia, los dos Estados miembros de la Alianza fronterizos con Ucrania, un escenario que todavía no es 100% descartable y que no por ello debería necesariamente obligar a la OTAN a entrar en una guerra a la que no quiere dar ese paso. El artículo 5 sobre la defensa colectiva parece descartado, incluso por los más duros de la Alianza. "En caso de misiles rusos cayendo en territorio polaco, el artículo 5 difícilmente se aplicará", aseguraba el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Letonia, Leonīds Kalniņš.

A lo largo de este conflicto, la OTAN ha demostrado, en repetidas ocasiones, que no tiene ninguna intención de separarse de su credo: apoya a Ucrania, pero no forma parte directa de esta guerra. La Alianza Atlántica ha esquivado cualquier medida que pudiera implicarle excesivamente, como demostró su rotunda negativa a la idea de una zona de exclusión aérea sobre Ucrania.

Foto: Un ejercicio conjunto de soldados polacos y estadounidenses en Polonia. (Reuters/Leonhard Foeger)

Pero no todo el mundo piensa igual en la Alianza ni adopta la misma postura. Los países del este, los que están más expuestos a Rusia, como de hecho es Polonia o los Bálticos, han adoptado una posición mucho más dura hacia Moscú y han empujado muchas decisiones —especialmente en asuntos de armamento— del resto del bloque. Su discurso en la Unión Europea y en la OTAN es que no existe convivencia posible entre Europa y la Rusia actual.

Pero los primeros mensajes apuntaban a que no hay ningún cambio de actitud en los pesos pesados de la Alianza, ni tampoco, especialmente, en el caso de Washington. Tras el primer golpe de las fuentes de Inteligencia estadounidenses apuntando directamente a Rusia, tanto el Pentágono como la Casa Blanca insistieron en que todavía "no pueden confirmar" la información sobre los misiles rusos. Pese a todo, sí que lanzaron un mensaje general reincidiendo en que EEUU "defenderá cada pulgada del territorio de la OTAN", en declaraciones del portavoz del Pentágono, el brigadier general Patrick Ryder.

Eso no significa que no vaya a haber consecuencias. El Gobierno polaco ha insistido en la posibilidad de invocar el artículo 4 de los tratados. Varsovia lleva tiempo pidiendo a la Alianza, así como a la Unión, que siga endureciendo su postura respecto a Moscú y que aumente su apoyo a Ucrania en asistencia militar y financiera, por lo que el Gobierno probablemente se apoye en los últimos acontecimientos para justificar la necesidad de avanzar en esa dirección. El ataque aumentará la influencia de Varsovia en un debate en el que ya contaba con mucho peso, acompañado por los países bálticos. Precisamente, el ministro de Exteriores letón, Artis Pabriks, aprovechó la coyuntura para incidir en una de las peticiones más urgentes de Kiev: "[Tras el impacto de los misiles en Polonia], el artículo 4 es pertinente, así como defensa aérea para Ucrania".

El análisis preliminar realizado por la OTAN apunta a que el incidente ocurrido este miércoles al este de Polonia, cerca de la frontera ucraniana, en el que dos ciudadanos polacos murieron, fue provocado seguramente por material ucraniano en el momento en el que Rusia lanzaba un ataque aéreo masivo sobre Ucrania. "No tenemos indicios de que este incidente haya sido el resultado de un ataque deliberado", ha explicado Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, al concluir una reunión de embajadores representantes permanentes ante la Alianza, aunque ha señalado que la mejor manera de prevenir futuros incidentes es que Rusia acabe con la guerra en Ucrania. El secretario general ha señalado, además, que es importante "mantener la calma" para evitar una "escalada innecesaria".

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