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Occidente ya juega en campo contrario: el partido de la hegemonía se disputa en el Pacífico
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18-19 de noviembre, en Bangkok

Occidente ya juega en campo contrario: el partido de la hegemonía se disputa en el Pacífico

La lista de líderes en la próxima cumbre de la APEC incluye a Xi Jinping, Kamala Harris y Emmanuel Macron, entre otros

Foto: Seguridad en la cumbre de la APEC. (EFE/Narong Sangnak)
Seguridad en la cumbre de la APEC. (EFE/Narong Sangnak)

A estas alturas, la mayoría estamos familiarizados con las grandes siglas de la gobernanza global: el G-7, el FMI, la ONU o el FEM (Foro Económico Mundial de Davos) son habituales en los titulares de la alta política. Pero ¿conoce usted lo que es el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC)? Si le interesan esas reuniones importantes que de vez en cuando se celebran en el planeta, debería hacerlo. APEC lo conforman 21 países de ambos lados del Pacífico. Estados Unidos, China, Rusia, Japón, Australia, Singapur, Corea del Sur, México, Indonesia, Vietnam, Tailandia, Chile… tienen ahí un espacio diplomático para hablar de desarrollo económico. La propia web de este exclusivo grupo, al que llevan años intentándose unir economías como India o Colombia, explica en números la importancia de este foro.

"APEC ha crecido hasta convertirse en un motor dinámico de crecimiento económico y uno de los foros regionales más importantes de Asia-Pacífico. Sus 21 economías miembros albergan alrededor de 2.900 millones de personas y representan aproximadamente el 60% del PIB mundial y el 48% del comercio mundial en 2018. Como resultado del trabajo de APEC, el crecimiento se ha disparado en la región, con un aumento real del PIB, de 19 billones de dólares en 1989 a 46,9 billones de dólares. Mientras tanto, los residentes de Asia-Pacífico vieron aumentar su ingreso per cápita en un 74%, sacando a millones de personas de la pobreza y creando una clase media creciente en menos de tres décadas".

Foto: Foto: Getty Images/Kevin Frayer.

La lista de líderes en la próxima cumbre de la APEC, que se celebra el 18 y 19 de noviembre en Bangkok, incluye al presidente chino, Xi Jinping, la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, el presidente francés, Emmanuel Macron —uno de los países externos invitados al encuentro, junto a Arabia Saudí y Camboya—, y hasta el presidente de Rusia, Vladímir Putin. Es la constatación de que el eje de la política mundial está cambiando de un gran océano a otro. Si a finales del siglo XX el Atlántico era el eje desde el que se dominaba el mundo, la erupción de China como superpotencia en el siglo XXI y el auge de las economías asiáticas han cambiado esa dinámica y han puesto el Pacífico en el centro del tablero.

China es el principal socio comercial de buena parte del globo y su mayor prestamista. Un logro con la marca de ese socialismo chino del siglo XXI que su actual presidente, Xi Jinping, lleva a gala. "Modernización no significa occidentalización", advirtió el pasado 3 de noviembre Xi a su homóloga tanzana, Samia Suluhu Hassan, en uno de los recientes encuentros que el asiático está teniendo en Pekín para relanzar una agenda diplomática congelada por el covid.

Washington, como respuesta, ha decidido mover el tablero y plantar cara a China en su propio terreno. Para ello, en febrero de 2016 firmó por primera vez el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) con otras 11 economías de la Cuenca del Pacífico (Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam). El tratado, una obsesión de la Administración Obama, finalmente no fue ratificado por los estadounidenses y el presidente Donald Trump retiró formalmente a su país del mecanismo económico en enero de 2017.

Foto: El presidente ruso, Vladímir Putin. (EFE/EPA/Gavrill Grigorov/Sputink/Kremlin Pool)

El presidente Joe Biden, por su parte, ha manifestado su intención de no regresar al TPP sin antes renegociar el acuerdo. EEUU quiere incluir ahora medidas que garanticen que el tratado no afecta más a su ya debilitada industria. "Estamos escribiendo las nuevas reglas para la economía del siglo XXI. Vamos a ayudar a que las economías de todos nuestros países crezcan más rápido y de manera más justa", dijo Biden en mayo pasado en Tokio durante el lanzamiento de lo que denominó Marco Económico del Indo-Pacífico.

"La alianza unirá a Estados Unidos con potencias regionales como Japón, Corea del Sur e India para establecer nuevas reglas de comercio en la parte del mundo de más rápido crecimiento y ofrecer una alternativa al liderazgo de Pekín", explicaba The New York Times sobre aquel encuentro.

Apuesta económica y militar

Pero no solo en el plano económico se está moviendo Washington, también en el militar. En septiembre de 2021, los estadounidenses firmaron una alianza estratégica militar con Reino Unido y Australia para la región del Indo-Pacífico que incluye proveer a Australia de submarinos nucleares e intercambiar inteligencia y tecnología militar. El tratado, bautizado como Aukus, supuso de paso un bofetón diplomático para Francia, que vio cómo Australia cancelaba un importante acuerdo de compra de armamento a favor ahora de los norteamericanos.

China, por su parte, expresó su absoluto rechazo a esta estratégica alianza anglosajona, que agrega tensiones adicionales en una zona geográfica de delicados equilibrios diplomáticos: "La cooperación de submarinos nucleares entre los EEUU, Reino Unido y Australia ha socavado gravemente la paz y estabilidad regional, ha intensificado la carrera armamentista y socavado los esfuerzos internacionales de no proliferación", dijo Pekín al conocer el tratado.

Foto: El ministro de Asuntos Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, y la directora del Instituto Estadounidense de Taiwán, Sandra Oudkirk, despiden el avión que transporta a Nancy Pelosi a su salida de la isla. (Reuters)

Tensión que se ha incrementado aún más con la reciente visita a Taiwán de la presidenta del Congreso de EEUU, Nancy Pelosi. "China no es la vieja China de hace 120 años, y no somos Irak, Siria o Afganistán. No permitiremos que ninguna fuerza extranjera nos intimide, reprima o esclavice", respondió Pekín a lo que consideró una provocación e injerencia en sus asuntos internos. Días después, China protagonizó unos desafiantes ejercicios militares con fuego real que bloquearon Taiwán varias jornadas.

Se cruzaron aquellos días líneas peligrosas, con el conflicto de Ucrania ya abierto, que se han interpretado como un test de límites. "Creo que estamos en un periodo arriesgado de probar los límites y descubrir quién puede lograr un dominio escalonado en el campo diplomático, militar y económico", manifestaba entonces David Chen, analista de la consultora estadounidense Centra Technology, a la agencia AP.

La medida neutralidad del sudeste asiático

Las dos superpotencias están elevando sus ataques y amenazas en una región que está jugando la carta de una cierta neutralidad entre el conocido imperialismo americano y el nuevo y diverso imperialismo chino. De hecho, será aquí donde, en las próximas semanas, podría gestarse algún cambio en la guerra de Ucrania, la inseguridad alimentaria y las tensiones entre Washington y Pekín. Primero se celebrará la Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático en Camboya, a la que está previsto que acuda Biden. Acto seguido se celebra el G-20 en Bali (Indonesia) el 15 y 16 de noviembre. Y acto seguido, del 18 al 19, será la mencionada cumbre APEC en Bangkok.

Bali y Bangkok sueñan con ser los artífices de un primer paso en la posible paz entre rusos y ucranianos. Putin podría ir a ambas citas, está aún por confirmarse, y Zelenski parece que participará por videoconferencia en Bali. En todo caso, el plato fuerte serán los posibles encuentros entre las delegaciones de China y EEUU en ambos foros.

Tanto Indonesia como Tailandia podrían jugar un papel mediador entre las alargadas sombras de Pekín y Washington. Eso es algo que el eje atlántico no puede hoy ejercer en casi ningún conflicto. La huella colonial ha convertido Occidente en foco de críticas de muchos nacionalismos emergentes. India, Sudáfrica, Brasil, Rusia y China, los llamados BRIC, pretenden ser un contrapeso al poder occidental y sus instituciones controladas, como el FMI o el Banco Mundial.

Foto: Putin ante la pregunta de un clérigo en Moscú. (Reuters/Grigory Sysoyev)

África y América Latina no tienen capacidad hoy para generar ese cambio. Pero Asia sí. El importante tablero de juego está allí. Occidente, especialmente EEUU, pero también una siempre rezagada Europa, busca detener la influencia china. La pelea es casi isla a isla. Lugares como Islas Salomón, Kiribati, Fiji, Samoa o Tuvalu están recibiendo ayudas y siendo visitados por dirigentes chinos y estadounidenses en una ardua batalla diplomática y económica por atraerlos a sus respectivos bandos.

El reciente acuerdo de seguridad firmado por China con las Islas Salomón, que podría desembocar en la construcción de una base naval china en esta isla del Pacífico, ha levantado miedos en EEUU, Australia y Nueva Zelanda. De alguna manera, China responde al Aukus. "No tendremos una relación sumisa con China" y "China está haciendo todo tipo de promesas a las naciones del Pacífico", denunció el ex primer ministro australiano Scott Morrison ante lo que muchos consideraron un fracaso del Gobierno de Canberra que ha permitido a China entrar en su histórica zona de influencia.

Foto: El buque chino Liaoning en unas maniobras en el Pacífico. (Reuters)

Más al norte, Tailandia, Indonesia, Filipinas… son los que hacen malabares entre dos gigantes. En julio pasado, el presidente de Indonesia, Joko Widodo, visitaba a Xi en Pekín para cerrar una larga serie de acuerdos bilaterales, y en agosto, una semana después de las maniobras militares chinas en Taiwán, el país celebraba también unas programadas maniobras militares con fuego real junto a marines de Estados Unidos. Una muestra más de que es el Pacífico, y no el Atlántico, el lugar donde hoy se está jugando el gran partido por la hegemonía mundial.

A estas alturas, la mayoría estamos familiarizados con las grandes siglas de la gobernanza global: el G-7, el FMI, la ONU o el FEM (Foro Económico Mundial de Davos) son habituales en los titulares de la alta política. Pero ¿conoce usted lo que es el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC)? Si le interesan esas reuniones importantes que de vez en cuando se celebran en el planeta, debería hacerlo. APEC lo conforman 21 países de ambos lados del Pacífico. Estados Unidos, China, Rusia, Japón, Australia, Singapur, Corea del Sur, México, Indonesia, Vietnam, Tailandia, Chile… tienen ahí un espacio diplomático para hablar de desarrollo económico. La propia web de este exclusivo grupo, al que llevan años intentándose unir economías como India o Colombia, explica en números la importancia de este foro.

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