Es noticia
Activismo climático hasta en la sopa: cómo construir un puente Este-Oeste en Europa
  1. Mundo
Newsletter European Focus

Activismo climático hasta en la sopa: cómo construir un puente Este-Oeste en Europa

En esta edición podrás leer estos temas: Cómo las frases vacías provocan tormentas futuras | La víctima más fácil para el cambio climático | Cómo la extra derecha 'hackea' la causa verde

Foto: European Focus
European Focus

¡Hola desde París! Estos días, la cuestión climática nunca se queda corto de malas noticias. Probablemente, estemos sufriendo el otoño más caluroso desde que hay registros. Y solo es el principio. La ONU ha advertido que estamos avanzando hacia una catastrófica subida de al menos 2,5 °C para final de siglo.

A pocos días de otra Conferencia sobre el Cambio Climático, que probablemente vuelva a ser infructuosa, jóvenes (y enfadados) activistas están tratando de sacarnos de nuestra indiferencia o resignación. Parecen estar usando tácticas más radicales, como arrojar sopa sobre las pinturas de Van Gogh, Monet y Vermeer, y pegarse a las autopistas.

En Europa occidental, sus nuevas técnicas han suscitado un acalorado debate, pero en otros lugares apenas se oye hablar de ellos: "En el este de Europa, el clima no es nuestra primera prioridad", dijo nuestro colega polaco, medio en broma, medio en serio. Pero el radicalismo a veces no está donde lo esperas. ¿Quién se arriesga más? ¿Activistas que pegan su mano a un cuadro en Alemania, o aquellos que desafían a la mafia maderera en Rumanía?

  • Nelly Didelot - Editora jefe de esta semana

En esta edición, que publicamos en abierto, podrás leer estos temas: Cómo las frases vacías provocan tormentas futuras | La víctima más fácil para el cambio climático | 1,3% | Construyendo un puente 'verde' entre Este y Oeste | Cómo la extra derecha 'hackea' la causa verde

La versión original en inglés, cada miércoles:

La versión en español, los jueves:

* Si no ves correctamente este formulario, haz click aquí

***

Cómo las frases vacías provocan tormentas futuras

Hace unos meses, mientras hurgaba en viejos montones de papeles que tenía almacenados en el ático de mi abuela, encontré una carta de 2007 que un asistente de la entonces canciller Angela Merkel nos había escrito a mí y a mi hermana.

Fue en respuesta a una recogida de 364 firmas en nuestras escuelas secundarias, pidiéndole a Merkel que no antepusiera los intereses de la industria automotriz alemana, sino que cumpliera su promesa y tratara la protección del clima como una prioridad máxima.

El mensaje estaba lleno de palabras amables, informándonos de lo fuertemente comprometida que estaba Merkel con la protección del clima. Leyendo esta respuesta, se puede sentir de inmediato cuán vacías eran las promesas.

Hoy parecen incluso más superficiales, ya que estamos a años luz de proteger adecuadamente el clima. La crisis ha empeorado. Este octubre en Alemania ha sido 3,8 °C más cálido que el promedio de cualquier octubre desde 1881.

Veo a los activistas de hoy y recuerdo lo desesperada que estaba hace 15 años. Recuerdo las noches de insomnio pensando en qué podía hacer para concienciar. Cómo decidí organizar una charla en mi colegio sobre la amenaza del cambio climático, para al menos hacer algo.

Y recuerdo resignarme un poco más tarde porque de todos modos nada iba a cambiar como resultado de mi "activismo" desesperado. Que yo era una adolescente solitaria que no tenía influencia en las decisiones políticas.

Para los jóvenes activistas de hoy, el sentimiento debe ser aún más como si fuera demasiado poco y tarde. Para mí, sin embargo, verlos es un alivio. La preocupación por el cambio climático ya no es una perspectiva aislada. La lucha de hoy por la acción climática se está librando colectivamente y es más poderosa. Es la lucha de una generación que está dispuesta a utilizar medios más radicales para hacer oír su voz. Eso me da un poco de esperanza. Incluso si las frases vacías sobre no actuar todavía suenan mucho más fuertes.

  • Teresa Roelcke - Periodista de Tagesspiegel
placeholder Momento en el que Juan López de Ugalde se manifiesta en la COP de 2009
Momento en el que Juan López de Ugalde se manifiesta en la COP de 2009

​"Somos probablemente la víctima más fácil del cambio climático en Europa"

Juan López de Uralde cambió su puesto como director de Greenpeace en España para fundar el primer partido Verde en 2011, Equo, sin entonces conseguir representación. Hoy día, los verdes se presentan en distintas coaliciones.

PREGUNTA. Empecemos con el problema. ¿Será España el primer país de Europa en sufrir los peores efectos del cambio climático?

RESPUESTA. Somos probablemente los más sensibles, la víctima más fácil al cambio climático. Según la Agencia Estatal de Meteorología española, la subida de temperatura está ya en 1,2ºC. Lo cual supone el aumento de los incendios forestales, deducción de la disponibilidad de agua, aumento de las zonas áridas… El problema es que la pasividad va pasando factura.

P. Siendo natural de Córdoba, recuerdo los veranos de 47ºC e incluso algunos años de racionamiento de agua. En España sabemos que vamos a sufrir estas consecuencias. Y sin embargo, no se ha traducido en un partido verde o un gran activismo climático. ¿Por qué?

R. Nosotros lo intentamos sin éxito. Primero, por la falta de recursos. Segundo, el sistema electoral español, que penaliza a los partidos más pequeños. Y tercero, tampoco había un apoyo social tan fuerte como en otros países europeos. La concienciación ha aumentado, pero la cuestión climática no es todavía el factor determinante del voto. Esta es la principal diferencia con Europa. Problemas como la economía y el empleo son más determinantes.

P. Te detuvieron por colarte en la COP de 2009 con un cartel de protesta. Ahora estamos viendo a jóvenes activistas lanzar sopa de tomate a un Van Gogh. ¿Es el camino para los jóvenes activistas? ¿Ser más radicales?

R. Nosotros íbamos directamente a quienes estaban causando el problema. Pero respeto lo que estos activistas están haciendo: es una llamada de auxilio de la generación más joven. Y hay otro elemento sobre el activismo climático en España que no hemos mencionado hasta ahora: las máximas manifestaciones climáticas fueron en la COP25 (en Madrid), justo antes de la pandemia de coronavirus. Aparte, algunos partidos mayoritarios están empezando a incorporar la agenda climática, pero queda por ver si de manera profunda. Si no lo hacen, el activismo crecerá.

El número de la semana: 1,3%

Según las últimas encuestas, el Partido Verde apenas cuenta con un 1,3% de intención de voto en Estonia, donde la ley electoral impone un umbral del 5%. Así que es poco probable que el Partido Verde logre representación parlamentaria en las próximas elecciones de marzo de 2023.

Muchos analistas atribuyen estas cifras a la falta de un programa político integral que incluya temas distintos a los específicamente relacionados con el medio ambiente. De hecho, otra encuesta recogía que al 71% de los estonios les gustaría llevar un estilo de vida más respetuoso con el medio ambiente, pero las restricciones económicas y leyes actuales no permiten semejante cambio.

placeholder European Focus 6
European Focus 6

Construyendo un puente 'verde' entre Este y Oeste

El pasado otoño, un activista ambiental y dos periodistas estaban filmando un documental sobre la deforestación de los bosques de Rumanía cuando fueron atacados, golpeados y amenazados de muerte. Aunque los agresores eran más de una decena, la policía solo pudo arrestar a cuatro. Algunos de ellos eran empleados de la Administración Forestal Nacional, a quienes el estado paga para proteger los bosques.

Esta es solo la punta del iceberg de la realidad a la que se enfrentan los activistas climáticos en Rumanía. No es de extrañar que en su mayoría estén condenados al fracaso. Así que el apoyo de los activistas de Europa Occidental podría ser crucial, como lo fue en el caso del proyecto de extracción de oro “Rosia Montana Gold Corporation”. Esta multimillonaria inversión extranjera en las montañas Apuseni del país ha sido suspendida tras casi veinte años de lucha, que incluyó la cooperación entre grupos activistas rumanos e internacionales.

Las estadísticas oficiales estiman que cada año se tala ilegalmente en Rumanía una media de 20 millones de metros cúbicos de madera. Según Greenpeace Rumanía, “la legislación local no protege la naturaleza”.

Foto: Un manifestante en Bucarest contra la mafia maderera. (Reuters)

Algunas ONG están tratando de animar a la UE a proteger los bosques. Faltan muchos años para que estas políticas sean efectivas, si es que alguna vez pueden llegar a serlo. No existe una voluntad política real para implementarlas.

Y pese a todo, Rumanía está en una situación privilegiada. Mientras que los países de Europa Occidental están tratando de reconstruir enteras algunas de sus antiguas zonas boscosas, Rumania solo necesita proteger lo que todavía está allí: más de 500.000 hectáreas de bosques vírgenes y antiguos, más que cualquier otro país de la Unión Europea. Nuestra biodiversidad es única. Necesitamos educar a toda la población si queremos prevenir la corrupción y proteger los bosques, con la ayuda de una fuerte sociedad civil.

Los activistas rumanos no tienen suficientes conocimientos ni herramientas para esto, pero sus colegas occidentales también podrían ayudar, con una estrategia ajustada a la realidad rumana. El puente que debe construirse entre Europa del este y occidental descansa sobre diferentes cimientos en orillas opuestas del río, y necesita una estructura única para unir los dos lados.

  • Kinga Korondi, periodista freelance en Rumanía
placeholder La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en Bruselas. (EFE/Stephanie Lecocq)
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en Bruselas. (EFE/Stephanie Lecocq)

Cómo la extrema derecha está 'hackeando' la causa verde

“Sabemos que los jóvenes se preocupan especialmente por proteger el medio ambiente. Haremos nuestra esta causa. Porque, como escribió Roger Scruton, uno de los grandes maestros del pensamiento conservador europeo: ‘la ecología es el ejemplo más vivo de la alianza entre los que han estado aquí y los que vendrán después de nosotros’”.

En su primer discurso ante el Parlamento como primera ministra de Italia, Giorgia Meloni parece ser consciente de que la cuestión del cambio climático es inevitable. Pero al invocar a ideólogos de derecha como Roger Scruton, manipula este tema para proponer medidas antiambientales. Su partido ha rechazado el Acuerdo Verde Europeo y ha llamado a los activistas climáticos ‘gretini’ (una combinación de "Greta" -en honor a la activista climática sueca Greta Thunberg- y ‘cretini’).

Ahora que el partido de extrema derecha Fratelli d'Italia está al frente del gobierno, Meloni está utilizando el "ecologismo" de derecha para defender la idea de "la naturaleza alrededor del hombre”. Esto significa que defiende el derecho de las corporaciones a contaminar el medio ambiente en nombre de la productividad.

  • Francesca De Benedetti - Redactora de Domani (Italia)

¡Hola desde París! Estos días, la cuestión climática nunca se queda corto de malas noticias. Probablemente, estemos sufriendo el otoño más caluroso desde que hay registros. Y solo es el principio. La ONU ha advertido que estamos avanzando hacia una catastrófica subida de al menos 2,5 °C para final de siglo.

Cambio climático Unión Europea