Es noticia
Johnson se retira y deja vía libre a Sunak para ser el primer 'premier' británico de origen indio
  1. Mundo
CRISIS POLÍTICA EN REINO UNIDO

Johnson se retira y deja vía libre a Sunak para ser el primer 'premier' británico de origen indio

El excéntrico político tenía gran presión por retirarse de la carrera ante la división que generaba entre las filas, que tienen como favorito a Sunak, representante del ala moderada y antiguo banquero en la City

Foto: El ex primer ministro británico Boris Johnson. (Reuters/Henry Nicholls)
El ex primer ministro británico Boris Johnson. (Reuters/Henry Nicholls)

Boris Johnson, quizá por primera vez en su vida, ha antepuesto los intereses del Partido Conservador y del Reino Unido a los suyos propios. Nunca antes estuvo tan cerca de conseguir su gran sueño de volver al Número 10, emulando así a su gran héroe Winston Churchill, que fue primer ministro en dos ocasiones. Pero, pese a la gran expectación que se había generado en los últimos días sobre su regreso, el excéntrico político —que nunca llegó a anunciar oficialmente su candidatura en las primarias— ha decidido retirarse de la carrera para suceder a Liz Truss, quien anunció su dimisión el pasado jueves tras estar solo 45 días en el cargo por el fracaso de su plan fiscal.

La 'ambición rubia' —que era el gran favorito entre las bases— había conseguido 102 avales entre las filas, es decir, dos más de los necesarios para que su candidatura pasara a la siguiente fase. Pero, consciente de que se trata de una figura que genera tantas filias como fobias entre los diputados, ha acabado tirando la toalla.

Foto: Rishi Sunak. (Reuters/Maja Smiejkowska)

"Hay muchas posibilidades de que tenga éxito de ser elegido por los afiliados y que pudiera estar de vuelta en Downing Street el viernes", matizó en un comunicado publicado el domingo por la noche. "Pero en el transcurso de los últimos días, lamentablemente, he llegado a la conclusión de que esto simplemente no sería lo correcto. No se puede gobernar de manera efectiva a menos que tenga un partido unido en el Parlamento", concluyó.

Por lo tanto, todo apunta a que Rishi Sunak se convertirá este lunes en el próximo líder 'tory' y, en consecuencia, en el próximo inquilino del Número 10, el tercero en un plazo de tan solo tres meses. Será el primero en la historia del Reino Unido de origen indio.

El exministro del Tesoro, representante del ala moderada y favorito entre los diputados, presentó el domingo oficialmente su candidatura. Al dar a conocer sus aspiraciones en su cuenta de Twitter, recalcó que el Reino Unido afronta una "profunda crisis económica" y que su objetivo es superar esta situación y unir a la formación. "La elección que haga ahora nuestro partido decidirá si la próxima generación de británicos tendrá más oportunidades que la última", señaló en un breve mensaje en que se comprometió a ofrecer "integridad, profesionalismo y rendición de cuentas en cada nivel del Gobierno".

El domingo ya había conseguido 153 avales. Por su parte, Penny Mordaunt, también aspirante al cargo, tan solo tenía 28 avales públicos. Si para este lunes a las 14:00 hora local Sunak se consolida como único candidato de consenso, se mudará directamente a Downing Street, sin necesidad de tener que preguntar a los aproximadamente 160.000 afiliados que en las primarias de julio le relegaron al segundo puesto por detrás de Liz Truss. Durante las primarias de verano, el 'exchancellor' ya vaticinó con acierto que un plan fiscal con drásticos recortes de impuestos sería nefasto para la economía.

Muchos analistas habían advertido de que un "conclave papal" era lo único que podía garantizar el futuro del Partido Conservador y una estabilidad en el propio Reino Unido, cuya reputación a nivel internacional está más que cuestionada por la bochornosa actuación de una formación que, tras 12 años en el poder, muestra claros signos de agotamiento. Sin candidato de consenso se habría tenido que consultar a los afiliados para anunciar ganador el viernes.

Históricamente, las relaciones entre el Número 10 y el Número 11 de Downing Street siempre han sido protagonistas de las mejores crónicas de intriga parlamentarias. Todo primer ministro quiere un titular del Tesoro competente. Si la economía va bien, el país va bien. Pero la línea que separa la confianza de la desconfianza es muy fina. Porque cuando el 'chancellor' realiza muy bien su trabajo, inmediatamente comienza a postularse como el favorito para suceder al responsable del Gobierno. Y es entonces cuando surgen los dramas.

Foto: La diputada conservadora británica Penny Mordaunt. (Reuters/Henry Nicholls)

Boris Johnson y Rishi Sunak no fueron ajenos a estas tensiones. Tras la abrupta dimisión de Sajid Javid, la 'ambición rubia' nombró titular del Tesoro a un desconocido miembro del Gabinete, cuyo gran reto hasta entonces había sido dirigir una consulta sobre la accesibilidad de los inodoros para discapacitados. Aceptó el puesto cuando no había cumplido los 40 años. Pero llegó la pandemia y utilizó la experiencia que había adquirido trabajando previamente en la City para desarrollar un programa que le valió gran popularidad, y triunfó.

Comenzó a despuntar y el aprendiz acabó apuñalando al maestro por la espalda. Tras varios escándalos —más allá del Partygate—, Sunak presentó su dimisión en julio, lo que forzó la salida de Boris. La puesta en escena tuvo durante los últimos días su tercer acto dramático cuando ambos se volvieron a reencontrar en la despiadada batalla por el liderazgo del Partido Conservador.

Las últimas horas habían superado el mejor guion de 'Juego de tronos'. El equipo de Boris intentó convencer a las filas de que era el único que podía evitar una catástrofe para la formación en las próximas generales, previstas para 2024. Pero seguía siendo una figura que generaba grandes divisiones entre diputados, que el pasado mes de julio forzaron su dimisión tras una serie de escándalos.

Foto: La lechuga que había enfrentado el 'Daily Star' contra la primera ministra Liz Truss.

De ahí que pesos pesados, e incluso varios donantes de alto nivel que anteriormente le respaldaron, le pidieron que se retirara y apoyara a Sunak por el bien del partido, completamente hundido en las encuestas, donde los laboristas sacan más de 30 puntos de ventaja.

Miembros del núcleo duro de la derecha —que antes se decantaron por Boris— habían mostrado durante el fin de semana su apoyo a Sunak, entre ellas, Suella Braverman (exministra del Interior), Grant Shapps (actual titular de Interior) o David Frost (exministro del Brexit). Aunque el actual ministro de Defensa, Ben Wallace, uno de los más respetados entre las filas, se había decantado por Johnson, al considerar que era un perfil que "sabe ganar elecciones".

Según la prensa británica, Johnson y Sunak habían mantenido el domingo una reunión. Había especulaciones de todo tipo, entre ellas, que Sunak podría haberle ofrecido al excéntrico político un regreso como ministro de Exteriores o un papel de enviado especial a Ucrania, donde goza de gran popularidad.

Foto: Johnson y Sunak, en una reunión del Ejecutivo británico. (Reuters/Leon Neal)

En materia económica, en los inicios, Boris y Sunak parecían funcionar bien, con los aliados del primero elogiando a su joven protegido mientras la pareja se abría paso a través de la pandemia. Pero gradualmente la relación se fue deteriorando porque mientras el 'chancellor' quería apostar por una visión conservadora más tradicional de responsabilidad fiscal, Johnson se sentía especialmente cómodo con un mayor gasto público y endeudamiento.

Henry Hill, editor adjunto de la web 'ConservativeHome' —biblia para los 'tories'—, señala que el atractivo electoral de los dos contrincantes era radicalmente diferente. "Sunak habilitaría una estrategia centrada en el Muro Azul en las próximas elecciones, apelando a escaños más ricos en el sur. Mientras que Boris apostaría por que el futuro del Partido Conservador esté más basado en los distritos electorales de la clase trabajadora en el norte".

En las generales de 2019, el apoyo de muchos distritos del llamado Muro Rojo del norte de Inglaterra —que habían votado a los laboristas desde la II Guerra Mundial— fue clave para conseguir la amplia mayoría de los 80 escaños.

Foto: El número 10 de Downing Street. (EFE/Andy Rain)

Sin embargo, a pesar de la opinión persistente entre muchos conservadores de que Johnson sigue siendo una "máquina electoral", los sondeos revelan que la imagen que tienen ahora sobre él los ciudadanos ha cambiado contundentemente desde el triunfo de hace tres años.

Keiran Pedley, de la empresa de encuestas Ipsos, asegura que la calificación neta de satisfacción de Johnson con el público en general al dejar el cargo el pasado verano fue peor que las que obtuvieron en su día John Major, Tony Blair, Gordon Brown o el propio David Cameron.

Sunak cuenta con el gran apoyo entre las bases y vaticinó que los drásticos recortes de impuestos serían nefastos para la economía

Y otro gran obstáculo era la investigación parlamentaria aún pendiente para saber si mintió a la Cámara de los Comunes cuando en repetidas ocasiones durante el escándalo del Partygate dijo no saber que estaba violando las restricciones impuestas durante la pandemia. Sería ya demasiado esperpéntico que hubiera vuelto de nuevo para tener que dimitir en Navidad si se concluye que no dijo la verdad.

Por su parte, los puntos a favor de Sunak son que cuenta con el gran apoyo entre las bases y que vaticinó que los drásticos recortes de impuestos serían nefastos para la economía. En su contra está, sin embargo, que muchos afiliados le siguen viendo como un traidor. Y su elección ahora dejaría patente que el Partido Conservador —que siempre se enorgullece de elegir a los ganadores— fracasó estrepitosamente en su elección el pasado septiembre.

El hecho, además, de que sea más rico que el propio Carlos III —está casado con la hija de un multimillonario indio— quizá tampoco le haga conectar con el electorado del Muro Rojo del norte de Inglaterra y en general con un sociedad en que, ante la inflación disparada, muchos hogares tienen ahora que decidir entre comer o calentarse.

Boris Johnson, quizá por primera vez en su vida, ha antepuesto los intereses del Partido Conservador y del Reino Unido a los suyos propios. Nunca antes estuvo tan cerca de conseguir su gran sueño de volver al Número 10, emulando así a su gran héroe Winston Churchill, que fue primer ministro en dos ocasiones. Pero, pese a la gran expectación que se había generado en los últimos días sobre su regreso, el excéntrico político —que nunca llegó a anunciar oficialmente su candidatura en las primarias— ha decidido retirarse de la carrera para suceder a Liz Truss, quien anunció su dimisión el pasado jueves tras estar solo 45 días en el cargo por el fracaso de su plan fiscal.

Boris Johnson Reino Unido
El redactor recomienda