Argelia dispara su gasto en defensa un 130% para modernizar un Ejército obsoleto calcado del ruso
Argelia aumenta el gasto un 130% hasta los 23.300 millones de euros, casi el doble que España (12.137 millones) y el cuádruple (5.200 millones) de Marruecos
El Magreb se arma a marchas forzadas y, gracias al auge de sus ingresos por la venta de hidrocarburos, Argelia lleva la delantera. Su presupuesto de Defensa para 2023 aumenta casi un 130% hasta alcanzar los 23.300 millones de euros, casi el doble de la partida asignada al Ministerio de Defensa de España, de 12.137 millones, y el cuádruple de los algo más de 5.200 millones que destinará Marruecos. Argelia es el país de África que más invierte en sus Fuerzas Armadas.
La ley de finanzas, como se le llama en Argelia, prevé que el gasto en Defensa equivalga al 15% del producto interior bruto (PIB) y concentra el 23% de los presupuestos generales del Estado. La letra pequeña de esta partida presupuestaria —que no será debatida en el Parlamento porque es considerada secreta— rebaja un poco el alcance del incremento récord, revelado en exclusiva el lunes por Akram Kharief, director de la web argelina 'Mena Défense' sobre temas militares.
El presupuesto argelino en defensa solo superará nominalmente al español en 2023. Si a la partida que gestionará el departamento de Margarita Robles se le añaden los recursos que el Ministerio de Industria consagrará a los programas armamentísticos y también los llamados créditos de contingencia, el presupuesto real de España ascenderá en 2023 a 26.341 millones de euros (2,18% del PIB de 2021). Esta cifra rebasa ligeramente el compromiso adquirido por los miembros de la OTAN de dedicar a sus fuerzas armadas algo más del 2% de su PIB. El PIB español multiplica por 8,8 al de Argelia y por 11,3 al de Marruecos.
Para conocer el gasto real en defensa de Marruecos también es necesario hacer cálculos. La previsión para 2023 aún no se ha hecho pública, pero rebasará nominalmente los 5.500 millones. A esa cantidad hay que añadir los anticipos de créditos para la adquisición de armamento, lo que arroja un presupuesto real que duplica al otorgado formalmente a la Administración de la Defensa, como se llama en Rabat al ministerio del ramo.
“No forma parte de las costumbres del Gobierno o del Ministerio de Defensa [cuya cartera ostenta el propio presidente argelino, Abdelmajid Tebboune] el dar detalles sobre las necesidades presupuestarias [de las Fuerzas Armadas] porque constituyen un secreto de Estado”, señala 'Mena Défense'. Aun así, la publicación especializada constata que el gasto en defensa argelino se divide en tres grandes capítulos.
El primero incluye un incremento de las pensiones y de las reparaciones otorgadas a los militares heridos durante la guerra civil que, en la década de los 90, sufrió el país. El segundo servirá para financiar compras de armamento que “se enmarcan en la renovación de material obsoleto y de modernización de los Ejércitos”. El tercero parece indicar que las Fuerzas Armadas se prepararan para llevar a cabo “operaciones más allá de las fronteras” de Argelia. No es Marruecos el objetivo, sino de los Estados semifallidos del Sahel, alguno de los cuales, como Mali, solo se mantienen en pie gracias a la presencia de los mercenarios del grupo ruso Wagner.
Renovar las antiguallas rusas
El brutal aumento del presupuesto obedece, además, a otras razones, según fuentes no argelinas conocedoras del país. La invasión rusa de Ucrania ha puesto de relieve hasta qué punto el armamento fabricado en Rusia está anticuado con relación al occidental que EEUU y varios países europeos están ahora suministrando al Ejército del presidente ucraniano Volodímir Zelenski. Los reveses rusos en la guerra se explican por lo trasnochado de su armamento, junto con la corrupción de sus oficiales y la baja moral de la tropa.
Argelia ha sido en la década pasada el tercer cliente del armamento ruso después de China e India. Más de dos tercios de las armas que poseen sus Ejércitos son rusas, mientras que las de Marruecos proceden de EEUU (90%) y Francia (9%). Ahora Rabat está diversificando sus compras adquiriendo, por ejemplo, drones israelíes (WanderB y ThunderB) y turcos (Bayraktar TB2). Estos últimos los ha utilizado en la guerra del Sáhara Occidental contra el Frente Polisario.
Argel tiene motivos para preocuparse. La lección que empieza a extraer de lo sucedido en Ucrania es que su superioridad armamentística sobre Marruecos, su gran rival, es más bien teórica. Para que no lo sea ha de comprar nuevas armas quizás a otros clientes cuyos productos no estén tan desfasados como los rusos.
“Acaso China, y en menor medida Turquía e India, sustituyan a Rusia en el futuro”, vaticina un funcionario de la OTAN que estuvo largos años dedicado al flanco sur de Europa. Si hay un ámbito en el que Argelia está retrasada es precisamente en el de los drones, además de la ciberseguridad. Acaba de hacer a Turkish Aerospace un primer pedido de seis drones estratégicos de combate TAI Aksungur.
La dependencia armamentística de Rusia conlleva otros inconvenientes para Argelia. A mediados de septiembre, el senador republicano Marcos Rubio encabezó una iniciativa de 27 congresistas estadounidenses pidiendo a la Casa Blanca que se sancionase a Argel por su estrecha relación con Moscú. No se le impondrá ningún castigo y menos en estos tiempos en que los europeos, aliados de Washington, peregrinan a Argel para comprarle el gas que ya no les llega de Rusia. Aun así, el portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel, señaló que esas compras argelinas a Rusia son “profundamente preocupantes”.
El mes próximo Argelia dará una nueva prueba de sus lazos con Rusia. Ambos ejércitos efectuarán unas maniobras conjuntas en los alrededores de la base militar de Hammaguir, en la provincia de Béchar, no muy lejos de la frontera con Marruecos. Aunque sea llamativo, este ejercicio conjunto es puramente simbólico y en él solo participarán 80 soldados de las fuerzas especiales rusas.
El Magreb se arma a marchas forzadas y, gracias al auge de sus ingresos por la venta de hidrocarburos, Argelia lleva la delantera. Su presupuesto de Defensa para 2023 aumenta casi un 130% hasta alcanzar los 23.300 millones de euros, casi el doble de la partida asignada al Ministerio de Defensa de España, de 12.137 millones, y el cuádruple de los algo más de 5.200 millones que destinará Marruecos. Argelia es el país de África que más invierte en sus Fuerzas Armadas.