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Las claves de la 'Revolución del velo' iraní: "El 'hiyab' es más que una ley, es una cuestión de poder"
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Las claves de la 'Revolución del velo' iraní: "El 'hiyab' es más que una ley, es una cuestión de poder"

Los iraníes ya no tienen miedo y siguen saliendo a las calles para condenar al régimen a pesar de la represión de las fuerzas del orden. ¿Qué está pasando en Irán?

Foto: Manifestación en Berlín en apoyo a las manifestantes en Irán. (Filip Singer/EFE)
Manifestación en Berlín en apoyo a las manifestantes en Irán. (Filip Singer/EFE)

"Yo quiero ser libre en mi propio país. ¿Es esto una cárcel?". Estos son las palabras de una mujer iraní que demuestran que el miedo está cada vez menos presente. Lo que empezó por las protestas tras la muerte de Mahsa Amini, una joven que fue asesinada por la Policía de la Moral por llevar mal puesto el hiyab, se ha convertido en un movimiento que ha sacado a las calles a miles de personas de todo el país. A pesar de la represión por parte de las fuerzas policiales, los iraníes siguen manifestándose contra el régimen. En el caso de las mujeres, en las últimas semanas se han publicado vídeos de clérigos increpando a mujeres iraníes por no llevar el velo. "No es tu problema", "no quiero ponerme el hiyab", "no puedes decirme lo que tengo que hacer" son algunas de las frases que demuestran que Irán puede estar a las puertas de un cambio.

La 'Revolución del velo' se ha convertido en el símbolo contra el régimen en el que el líder supremo, Ali Jamenei, concentra todo el poder como cabeza de la clase dirigente clerical islámica. Jamenei apoya la ley que exige que todas las mujeres se cubran la cabeza en público, una regla que se aplica desde la Revolución islámica de 1979, y es obligatoria para todas las mujeres del país, incluidas las turistas. "El hiyab va más allá de una ley, es una cuestión de poder. Desde un punto de vista religioso podrían acabar rápidamente con esta política, pero lo utilizan para ejercer represión", explica Alex Vatanka, director del Programa de Irán y miembro de la Iniciativa Frontier Europe en el Middle East Institute de Washington, a El Confidencial.

Foto: Una moto de la Policía arde durante las protestas en Irán por la muerte de Mahsa Amini. (Reuters/

Mahsa Amini fue el nombre que hizo explotar a Irán. Semanas después, Hadith Najafi, de 20 años, fue asesinada a tiros por las fuerzas del orden en una manifestación. La iraní se había hecho viral en redes por la difusión del vídeo en la que, sin velo, se ata su cabello rubio antes de una protesta. Los clérigos se han convertido paralelamente en testigos de la violencia durante las revueltas. Sus opiniones están divididas. Mientras que algunos defienden la libertad de las mujeres para no utilizar el hiyab, otros las condenan por no usarlo. "Los clérigos están divididos porque el Corán no menciona el uso obligatorio del hiyab, tampoco el uso de la fuerza para imponerlo. Es una decisión política", subraya Vatanka.

La decisión política del presidente iraní, Ebrahim Raisi, ha sido asignar fondos adicionales para que se cumpla la ley obligatoria del hiyab en el país a través de la Policía de la Moral. Además, ha alentado a los iraníes a tomarse la justicia por su mano y enfrentar a aquellas personas que desafían las estrictas reglas sobre el uso del velo en público. Estas medidas tienen como objetivo utilizar el velo como método de control sobre la sociedad. "Jomeini tiene 83 años y quiere tener el control total para 'suavizar' el proceso de sucesión cuando él muera. Está buscando la mejor manera de 'desarmar' a la población iraní", argumenta Alex Vatanka.

Foto: Angelina Jolie, en una visita a Camboya en 2017. (Reuters)

El analista insiste en que Jomeini no cederá ante las demandas del pueblo porque "él cree que hay que reprimir al pueblo y no comprometerse con él". Partiendo de esta base, la respuesta del líder supremo puede continuar sosteniéndose en el uso de la fuerza para controlar las protestas en todo el país. En el hipotético caso de que muera, la persona que tome su puesto tiene dos opciones: "O continuar utilizando la represión o cambiar de rumbo y mantener el diálogo con la población iraní, lo que significa que tendría que cambiar el sistema y las políticas del país".

La ¿mano? detrás de las protestas

El problema de que el ayatolá y el presidente iraní continúen con la misma estrategia es que "las nuevas generaciones de iraníes ya no tienen miedo", recuerda Vatanka. Los vídeos de mujeres respondiendo a clérigos por el uso del velo y las manifestaciones masivas a pesar de la represión de las fuerzas del orden son los indicios que demuestran que Irán puede estar frente a un cambio.

Sin embargo, desde el régimen iraní no hay indicios de que escuchen las demandas de la población. Raisi ha afirmado que investigará la muerte de Mahsa Amini, pero, a la vez, Teherán insiste en que las protestas están organizadas por servicios de inteligencia extranjeros para desestabilizar el país. El Ministerio de Inteligencia de Irán afirmó recientemente que había arrestado a 300 personas que, presuntamente, trabajaban para el "enemigo". Además, Jomeini se refirió a las manifestantes contra el uso del hiyab como "mujeres engañadas" por gobiernos extranjeros.

Foto: Protestan frente a la embajada iraní en Argentina, este martes. (EFE/Juan Ignacio Roncoroni)

No hay nombres concretos detrás del "enemigo" y de los gobiernos extranjeros a los que se refiere el poder iraní, pero el régimen lanzó este miércoles un ataque con drones y misiles contra los grupos kurdos en Irak. Teherán alega que los kurdos, grupo del que también formaba Mahsa Amini, han ayudado a alimentar las manifestaciones y que ha realizado el ataque como respuesta a lo que consideran una intromisión. Estados Unidos condenó la ofensiva, en la que murieron nueve personas y 32 resultaron heridas, como un asalto a la soberanía de Irak, y acusó al régimen de tratar de desviar la atención de las manifestaciones masivas. "Irán no puede desviar la culpa de sus problemas internos y las quejas legítimas de su población con ataques a través de sus fronteras", dijo en un comunicado el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.

Por su parte, Alex Vatanka sostiene que hay una larga historia de grupos iraquíes que fomentan una confrontación con el régimen de Irán, aunque parece poco probable que los manifestantes estén siendo organizados por estos grupos. "No hay evidencia que sugiere que este es el caso. Irán está usando el problema de los kurdos para distraer y desviar la atención de lo que está pasando en el país. Tampoco creo que sea una conspiración internacional, se trata de iraníes que están hartos y que actúan por su propia voluntad", concluye el analista.

"Lo que he pasado no es nada comparado con lo que otros han sufrido. Hoy mi brazo ha mejorado. Pero mi corazón está roto"

Mientras las autoridades niegan la mayor, cerca de 76 personas han muerto en las protestas. Un iraní de 39 años identificado como Niloufar podría haber sido el número 80. "Fui golpeado por un bastón, el oficial de policía me estaba golpeando con todas sus fuerzas", dijo a AFP después de enseñar en redes sociales las heridas en el brazo. "Lo que he pasado no es nada comparado con lo que otros han sufrido. Hoy mi brazo ha mejorado. Pero mi corazón está roto", continúa.

La violencia domina las protestas y las mujeres se cortan el cabello en público y gritan frases como "Mujeres, vida, libertad". Son imágenes que pasarán a la historia durante las protestas ya consideradas como el mayor desafío al régimen iraní desde 2009. La pregunta que ronda sobre la cabeza de todos los analistas es hasta qué punto podrán cambiar las cosas en Irán. Las condenas al régimen y las exigencias del pueblo no pasan, por lo menos, desaparecidas fuera de las fronteras iraníes. En ciudades como Melbourne, Berlín, Londres y Madrid han salido también a las calles para unirse a los reclamos de los iraníes. "Hermanas, estamos con vosotras", rezaba una de las pancartas en la protesta de la capital española.

"Yo quiero ser libre en mi propio país. ¿Es esto una cárcel?". Estos son las palabras de una mujer iraní que demuestran que el miedo está cada vez menos presente. Lo que empezó por las protestas tras la muerte de Mahsa Amini, una joven que fue asesinada por la Policía de la Moral por llevar mal puesto el hiyab, se ha convertido en un movimiento que ha sacado a las calles a miles de personas de todo el país. A pesar de la represión por parte de las fuerzas policiales, los iraníes siguen manifestándose contra el régimen. En el caso de las mujeres, en las últimas semanas se han publicado vídeos de clérigos increpando a mujeres iraníes por no llevar el velo. "No es tu problema", "no quiero ponerme el hiyab", "no puedes decirme lo que tengo que hacer" son algunas de las frases que demuestran que Irán puede estar a las puertas de un cambio.

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