¿Debería Biden levantar los aranceles de la era Trump a China?

Hace dos años, cuando todavía era un candidato en las elecciones presidenciales, Biden prometió levantar los aranceles a China cuando llegara a la Casa Blanca. Sin embargo, de momento no los ha movido ni un ápice (al igual que muchas otras políticas de la era Trump). Ahora, el dirigente estadounidense estaría considerando cumplir su promesa ante la llegada de una amenaza que acarrea graves consecuencias para la economía del país: la creciente inflación.

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Una medida equivocada desde el principio

"Fue una política mal concebida desde su imposición. Los consumidores y empresas norteamericanas están teniendo que pagar un alto precio por estas barreras comerciales, además de que no han conseguido alterar significativamente la posición de Washington en la competición con el gigante asiático", explica David Dollar, investigador en Brookings Institution. "Es el momento de reconocer que la política arancelaria contra China no ha funcionado", añade.

El exmandatario Trump obtuvo rédito electoral y político usando la baza del enfrentamiento con Pekín, al tiempo que aseguraba que los aranceles traerían de vuelta puestos de trabajo de la industria manufacturera desde China. Sin embargo, esto no ha sucedido y esta guerra comercial ha tenido un impacto muy negativo en la economía de EEUU.

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En este sentido, el ‘think tank’ Tax Foundation estima que, desde 2019, los aranceles han supuesto cerca de 80.000 millones de dólares en nuevos impuestos para los estadounidenses al provocar que los productos provenientes de China subieran de precio. Además, esta política ha conllevado que el crecimiento del PIB se reduzca en un 0,22% y ha destruido 173.000 puestos de trabajos a tiempo completo. A pesar de los costosos subsidios que se han aprobado para compensar estas pérdidas, ello no ha impedido que especialmente los agricultores norteamericanos sufrieran un duro revés por las consecuencias económicas de las barreras comerciales.

Pero los aranceles no solo han sido inefectivos en su objetivo de frenar el ascenso imparable de la economía china; también han provocado que Pekín alejara sus inversiones de Washington hacia otros países más abiertos a construir lazos con China, explica Dollar.

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Un dilema político para Biden

Levantar los aranceles con las elecciones de medio mandato a la vuelta de la esquina sería un regalo para los republicanos, que no dudarán en acusar a Biden de ceder ante el crecimiento chino e infligir un gran coste político en su Gobierno, dado que frenar al gigante asiático es una de las pocas cuestiones en la que podrían estar de acuerdo tanto demócratas como republicanos.

Además, los sindicatos estadounidenses, que tienen una gran influencia sobre los demócratas, preferirían dejar en su sitio los aranceles ante el riesgo de que levantarlos haga que más puestos de trabajo se vayan a China. Adicionalmente, la representante de Comercio de Estados Unidos, Katherine Tai, ha advertido que la suspensión unilateral de las barreras comerciales rebajará la posición de EEUU frente a Pekín en cuestiones económicas de gran calado, como el estado de las relaciones comerciales entre ambos países.

El peligro de la inflación

Las crecientes tasas de inflación son consideradas un peligro para las economías mundiales, incluyendo la estadounidense, por lo que levantar los aranceles a China podría ayudar a estabilizar la economía de Washington. Un reciente estudio del Instituto Peterson muestra que levantar los aranceles a China puede rebajar la inflación en un 1%. No es gran cosa, pero puede conllevar beneficios a medio y largo plazo.

La pregunta es hasta qué punto está Biden dispuesto a llevar a cabo esta medida. Por lo que parece, el dirigente norteamericano solo quiere eliminar las tarifas que se corresponden con un valor de 10.000 millones de dólares en productos chinos. Esto únicamente supone el 3% del total de los aranceles, lo que no tendrá ningún efecto en la reducción de la inflación y conllevará un coste político sin ningún beneficio a cambio.

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"Francamente, esto [el 3% del total de los aranceles] no es nada en el contexto del volumen comercial de Estados Unidos. No tendrá ningún efecto considerable", alega Dollar. A esto añade que "parece mentira que se esté considerando algo que solo tendría un efecto simbólico" y sinónimo de "no hacer nada".

¿Qué dice China al respecto?

De acuerdo con Michael Hirson, analista en el ‘think tank’ Eurasia Group, esto no provocará ninguna reacción considerable por parte de Pekín. "En los círculos de la política exterior de China, existe un cierto grado de diversión por el hecho de que EEUU se haya pegado un tiro en el pie con estos aranceles", explica Hirson. "Para las autoridades comerciales y las empresas chinas, la posibilidad de una reducción de las barreras comerciales es una buena noticia", aunque, como esta reducción es probable que solo tenga un carácter simbólico, sin ningún impacto tangible, el asunto no ha suscitado una mayor atención por parte de Pekín.

En el caso de que Biden levantara todas las barreras comerciales, Hirson explica que China puede responder levantando sus propios aranceles a la economía estadounidense, incluso considerando comprar más productos norteamericanos. Sin embargo, el gigante asiático no hará lo que Biden quiere realmente que haga: quitar los subsidios a las empresas estatales chinas, lo que EEUU considera como una práctica anticompetitiva.

*Este artículo fue publicado originalmente en inglés en GZERO Media. Si te interesa la política internacional, pero quieres que alguien te la explique, suscríbete a la 'newsletter' Signal aquí.