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Biden viene a Madrid con una salud de hierro (salvo alguna cosa)
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Biden viene a Madrid con una salud de hierro (salvo alguna cosa)

El presidente de Estados Unidos llega a la cumbre de la OTAN que se celebrará en la capital después de varios patinazos

Foto: Joe Biden. (Reuters)
Joe Biden. (Reuters)

El presidente del mundo libre está confuso. O quizá no lo esté, pero lo parece.

En los últimos meses, hemos visto a Joe Biden (79 años) quedarse en blanco en público (varias veces), preguntarse en una rueda de prensa: "¿Qué estoy haciendo aquí?", olvidarse del nombre de su complejo de defensa (el Pentágono) y hablar como Ozores sin venir a cuento.

Tras varios lapsus surrealistas seguidos, este mes arreciaron los rumores: Biden estaría demasiado mayor para presentarse a un segundo mandato. Demasiada niebla neuronal en el coco.

¿La respuesta de su equipo? Tratar de zanjar las habladurías sobre el comandante en jefe, organizándole una ruta en bicicleta, en plan: ¡no veis cómo Joe está como un roble! Por supuesto, el ciclista Biden acabó por los suelos de una manera absurda.

En efecto, la dinámica vendamos-que-Biden-está-como-un-toro-de-lidia-para-atajar-los-chismorreos-sobre-su-precariedad-física... tiene sus riesgos. A este paso, obligarán a Biden a salir cada mañana de casa haciendo un triple mortal con piernas agrupadas... y se abrirá la crisma.

Quizá no sea buena idea hacer crecer que Biden tiene la flexibilidad de Simone Biles, la dureza mental de Rafa Nadal y la fogosidad de Rocco Siffredi, pero no duden de que su equipo lo va a intentar, por más que Biden lo ponga difícil a diario.

Esta semana, poco después de su caída en bicicleta, Biden enseñó sin querer la chuleta que le habían preparado para una reunión de perfil bajo en la Casa Blanca; una tarjeta con instrucciones para el presidente que decía así:

"TÚ entras en la Sala Roosevelt y dices hola a los participantes".

"TÚ te sientas".

"Entra la prensa".

"TÚ haces unos breves comentarios (2 minutos)".

"TÚ haces una preguntas a Liz Shuler, presidenta, AFL-CIO. Nota: Liz participa de forma virtual".

"TÚ das las gracias a los participantes".

"TÚ te vas".

Dado el historial de despistes de Biden, el contenido de la tarjeta ha generado una tormenta de 'memes'.

Lección de vida

En defensa de Biden, hay que decir algo: no hace falta tener 79 años para necesitar una chuleta así, a todos nos vendría muy bien una a diario, nos facilitaría mucho la vida. Ejemplos varios:

Tarjeta 1. Situación: primera comida en casa de tus suegros. Instrucciones: TÚ no te pones nervioso. TÚ no te bebes una botella de vino a gran velocidad preso de la histeria. TÚ no acabas ebrio y haciendo comentarios inoportunos sobre Isabel Díaz Ayuso. TÚ no le haces a tu suegro un chiste sobre embarazos no deseados y casarse de penalti con su hija. TÚ no te pones una corbata en la cabeza y cantas 'Asturias patria querida' a grito pelado...

Tarjeta 2. Situación: entrevista de trabajo. Instrucciones: TÚ no pierdes la calma a la tercera pregunta. TÚ no confiesas que estuviste una vez en una cárcel turca. TÚ no te declaras fan de las películas de gladiadores, etc., etc., etc.

Tarjeta 3. Situación: llevas media hora haciendo cola en la carnicería del mercado y por fin llega tu turno. Instrucciones: TÚ te quedas paralizado cuando señora irrumpe desde detrás, te aparta con un imperceptible codazo, llama al carnicero por su nombre de pila ("Manolo, vaya filetes que me vendiste ayer, cariño") y se cuela con total impunidad. TÚ no dices ni pío, mascullas para tus adentros y estrujas una gorra.

Choque cultural

Por otro lado, ahora que Biden viene a Madrid a la cumbre de la OTAN, convendría ir preparándole una tarjetita con las peculiaridades locales para evitar choques culturales innecesarios. Instrucciones celtibéricas para Mister Biden:

TÚ no llamar Perro Sanxe a presidente de Gobierno español.

TÚ no decir: "No sabía que murciano y español eran idiomas diferentes".

TÚ no llamar "cohete vertiginoso" a tren extremeño.

TÚ no cantar "PAPI PAPI PAPI CHULO" en mitad recepción con embajadores.

TÚ no decir "este arroz debe estar malo porque está amarillo" cuando te pongan paella.

TÚ no llamar "catalán ejemplar" a Javier Lambán.

Si algún español te dice por la calle "cuando llega el calor", TÚ añadir, "los chicos se enamoran".

TÚ no confesar ser en realidad doble de Joe Biden, o CIA te disparará cerbatana con flecha envenenada y morirás en el acto.

En resumen: TÚ intentar no comportarte como abuelo de 79 años de vuelta de todo...

Foto: Joe Biden durante su discurso. (EFE/EPA/Jim Lo Scalzo)

¿Qué podemos concluir de todo esto? Que la fortaleza de la democracia estadounidense consiste en alternar un presidente charlatán de feria con un presidente que no dice nada porque está confuso. Un sistema de hierro que lo aguanta todo, en definitiva. Esto es fortaleza institucional y lo demás son tonterías. Dios bendiga a América.

El presidente del mundo libre está confuso. O quizá no lo esté, pero lo parece.

Joe Biden OTAN Madrid