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La Eurocámara exige a las capitales vetar la venta de coches de combustión en 2035
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Pleno del Parlamento Europeo

La Eurocámara exige a las capitales vetar la venta de coches de combustión en 2035

El Parlamento Europeo pedirá la prohibición de la venta de coches de combustión en 2035 en las negociaciones con los Estados, pero choca en la reforma del mercado de emisiones

Foto: Sesión plenaria del Parlamento Europeo. (EFE/EPA/Julien Warnand)
Sesión plenaria del Parlamento Europeo. (EFE/EPA/Julien Warnand)

Ha sido un día complicado en Estrasburgo, donde se reúne el pleno del Parlamento Europeo en la que será recordada como una sesión caótica, tensa y frustrante para muchos de los eurodiputados. El miércoles era el día clave de la semana, cuando la Eurocámara tenía que votar su posición en ocho asuntos clave de cara a las negociaciones del paquete legislativo para la reducción de emisiones de CO₂, el conocido como ‘Fit for 55’ para lograr una reducción del 55% de las emisiones para el año 2030. Las posiciones marcadas son las que los negociadores de la Eurocámara vayan a defender durante las conversaciones con la Comisión y el Consejo, los llamados 'trílogos', de los que sale la normativa final que debe ser aprobada por los Estados miembros y los eurodiputados.

Al final de la jornada, una mayoría ha apoyado uno de los textos clave: la Eurocámara defenderá la prohibición de la venta de coches de combustión después del año 2035. Para ello ha hecho falta superar una posición del Partido Popular Europeo (PPE), que pedía que para ese año la reducción del número de coches de combustión producidos fuera del 90%, en vez del 100%. Jens Gieske, negociador del PPE, pedía este martes que se redujera la ambición de la postura de la Eurocámara. “Los Estados miembros cuyas economías dependen en gran medida de la industria del automóvil deben tener espacio y tiempo para adaptarse y encontrar soluciones”, explicó Gieske, haciendo referencia precisamente a su país, Alemania, que se prevé que haga que las negociaciones que ahora se abrirán vayan a ser duras.

Foto: El vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans. (Reuters)

Esta votación no significa automáticamente que los coches de combustión no vayan a poder venderse a partir del año 2035, ya que eso dependerá de que los Estados miembros, representados en el Consejo, lo admitan durante las negociaciones de los mencionados 'trílogos'. El 15% del total de emisiones de CO₂ en la Unión Europea corresponde a coches y furgonetas.

Caos verde

No ha sido la única votación importante y divisiva este miércoles. Horas antes, la Eurocámara ha vivido una sesión caótica en la que distintos sectores han chocado a la hora de votar la posición de la Eurocámara de cara a la negociación con los Estados miembros de la reforma del mercado europeo de emisiones de CO₂, el llamado sistema ETS, que pone un precio al dióxido de carbono que emiten más de 10.000 plantas industriales en la Unión Europea.

La regulación prevé que las fábricas cuenten con una serie de emisiones gratuitas con las que financien su transición a energías limpias. Y ha sido ahí donde han chocado los grandes grupos de la Eurocámara. La comisión de Medioambiente (ENVI) había aprobado un texto en el que se reflejaba que esos derechos gratuitos concluían en el año 2030, pero en el último momento el Partido Popular Europeo (PPE) ha presentado una enmienda en la que retrasaba esa fecha de corte hasta el 2034, una enmienda que ha salido adelante con el apoyo de liberales y de la parte de la derecha radical.

Foto: Entre 2030 y 2035, los principales fabricantes dejarán de producir vehículos con motor de combustión destinados a la UE. Y algunas marcas lo habrán dejado antes.

Al ver que la enmienda aprobada retrasaba esa fecha, socialistas y verdes han tomado la decisión de tumbar por completo el texto, que vuelve ahora a la comisión de Medioambiente para volver a ser debatido y votado. Socialdemócratas y ecologistas han acusado a populares y liberales de querer rebajar la ambición y de juego sucio, y estos les han acusado a su vez de estar dispuestos a arriesgar todo el texto por dar una prórroga a las industrias para que puedan adaptarse. Este choque ha provocado que se retrasen otras votaciones que tenían mucho que ver con el sistema ETS, como el voto sobre el Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera (CBAM).

Tras la votación, los eurodiputados han acabado de pie, discutiendo arremolinados alrededor de sus líderes o de los miembros que más han seguido el dosier, intentando comprender qué había pasado y qué había que hacer a continuación antes de decidir devolver el dosier a la comisión parlamentaria.

Foto: Pleno del congreso

“No pueden pedirle el voto a la extrema derecha para reducir las ambiciones y luego pedirnos a nosotros que votemos eso”, ha explicado Iratxe García, líder de los Socialdemócratas, cuando Manfred Weber, líder del Partido Popular Europeo, ha recriminado a socialistas y verdes haber votado junto a los ultraconservadores para tumbar el texto. Weber, García y el líder de los liberales, Stéphane Séjourné, han acabado discutiendo de pie en pleno hemiciclo mientras la presidenta del Parlamento Europeo, la maltesa Roberta Metsola, intentaba poner orden.

Ha sido un día complicado en Estrasburgo, donde se reúne el pleno del Parlamento Europeo en la que será recordada como una sesión caótica, tensa y frustrante para muchos de los eurodiputados. El miércoles era el día clave de la semana, cuando la Eurocámara tenía que votar su posición en ocho asuntos clave de cara a las negociaciones del paquete legislativo para la reducción de emisiones de CO₂, el conocido como ‘Fit for 55’ para lograr una reducción del 55% de las emisiones para el año 2030. Las posiciones marcadas son las que los negociadores de la Eurocámara vayan a defender durante las conversaciones con la Comisión y el Consejo, los llamados 'trílogos', de los que sale la normativa final que debe ser aprobada por los Estados miembros y los eurodiputados.

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