Es noticia
García-Margallo: "España tuvo la oportunidad de convertirse en un ‘hub’ energético en 2015"
  1. Mundo
MESA REDONDA EC-SCHILLER UNIVERSITY

García-Margallo: "España tuvo la oportunidad de convertirse en un ‘hub’ energético en 2015"

España y Europa afrontan la configuración de un nuevo escenario internacional en el que la economía se verá fuertemente afectada por la concatenación de tres crisis consecutivas: financiera, sanitaria y la derivada de la guerra de Ucrania

Tras tres meses de conflicto armado en Ucrania y pese a la incertidumbre imperante en materia militar, energética y geoestratégica, ya comienza a dibujarse el escenario que surgirá de la guerra en materia de relaciones internacionales y diplomacia, pero también se revelan sus consecuencias económicas. Por un lado, los analistas tratan de interpretar aspectos como el peso de la Unión Europea como actor relevante, el nuevo mapa energético y las posibilidades que ofrece o la tendencia hacia la polarización de la política global, mientras que, por otra parte, llaman la atención sobre las repercusiones económicas que la situación podría tener para nuestro país en el medio plazo.

Para dilucidar estas cuestiones, El Confidencial organizó junto a Schiller International University una mesa redonda en la que participaron expertos en la materia como José Manuel García-Margallo, diputado del Parlamento Europeo y ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación del Gobierno de España de 2011 a 2016; Paul Isbell, escritor y profesor emérito de Schiller International University; Miguel Benedicto, periodista y profesor de Relaciones Internacionales; Victoria Bamond, rectora de Schiller International University, y Elia Brusco, estudiante de Bachelor Degree de International Relations and Diplomacy en Schiller International University.

"La guerra de Yom Kipur provocó una situación similar: subida de precios y empobrecimiento, porque la energía siempre viene de fuera"

Desde el punto de vista del exministro García-Margallo, la trascendencia de la situación actual queda probada porque “nos encontramos en uno de esos ‘momentos estelares de la humanidad’ a los que se refería el escritor Stefan Zweig en su obra”, ya que “han coincidido en un corto espacio de tiempo la crisis financiera de Lehman Brothers, la reciente pandemia de covid y, ahora, el conflicto de Ucrania”. Estos tres elementos, “junto al fin de los estímulos monetarios del Banco Central que llegará en junio”, desembocarán en “una vuelta a la disciplina fiscal y la austeridad. Esto tendrá un mayor efecto sobre unos países que sobre otros”. El diputado europeo explicó que “ya sucedió algo muy parecido en 1973, tras la guerra de Yom Kipur, cuando subieron los precios del petróleo y las materias primas, lo que se tradujo en un empobrecimiento colectivo porque era necesario pagar más por una energía que siempre venía de fuera”.

placeholder José Manuel García-Margallo actualmente es diputado en el Parlamento Europeo. Ejerció como ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación del Gobierno de España entre 2011 y 2016.
José Manuel García-Margallo actualmente es diputado en el Parlamento Europeo. Ejerció como ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación del Gobierno de España entre 2011 y 2016.

Ante esta coyuntura, “España entra en una situación muy complicada, porque el desequilibrio de déficit y deuda de las cuentas públicas en un contexto de desempleo estructural nos obligará a recurrir a los mercados y, por lo tanto, volver a hablar de prima de riesgo y costes financieros”, subrayó el veterano político. “Otro de nuestros problemas permanentes es la pérdida de productividad. Cuando los empleos son poco productivos, es imposible pagar salarios razonables sin caer en la quiebra y, a la vez, sin encontrar dificultades para mantener el estado de bienestar. Todo ello sumado al envejecimiento de la población, el endeudamiento privado y la pérdida de competitividad”. Sobre este último aspecto, García-Margallo extendió el problema a toda la Unión Europea: “Entre las 10 grandes empresas tecnológicas del mundo, ninguna es del Viejo Continente. Recordemos que esta cuestión está en el origen del conflicto entre China y Estados Unidos y que, de hecho, es lo que va a determinar a largo plazo el futuro del mundo”.

Europa y el nuevo orden mundial

Respecto al escenario internacional que revela la guerra y el papel de la UE, el profesor Paul Isbell precisó que “es una especie de ‘acelerador’ que está terminando con la multilateralidad en el orden mundial”. En su opinión, “ante la evidente división entre Occidente y el mundo asiático, Europa debería apostar por repensar el mundo atlántico y contar con África y Latinoamérica”. “Debemos integrar el norte y el sur de la cuenca atlántica para renovar, profundizar y salvar los valores occidentales”. Con él se alineó el estudiante Elia Brusco, quien concretó que “la tendencia indica que China está ejerciendo una enorme influencia sobre América Latina y África, al margen de su evidente poder en Asia. Europa tiene que actuar con urgencia para garantizar su superveniencia y dejar de ser vulnerable. Para ello, ha de enfrentarse decididamente a los nuevos retos que la economía y la política global exigen”, destacó.

"España pudo convertirse en un ‘hub’ energético en 2015, si se hubiera completado la conexión gasística con el resto de Europa"

Por su parte, Miguel Benedicto reclamó que “los Veintisiete deberían creer en sí mismos y apostar por la autonomía estratégica en materia de defensa”. Bajo su perspectiva, “se va a producir un cambio en el orden internacional, donde los grandes perdedores serán Rusia, Ucrania y la Unión Europea, mientras que los ganadores serán China y Estados Unidos”. En relación con este nuevo ‘statu quo’, Victoria Bamond admitió que, “pese a la actual incertidumbre imperante, todavía quedan elementos que pueden ser potencialmente desestabilizadores”. En este sentido, la rectora de Schiller International University recordó que “estamos a las puertas de un nuevo proceso electoral en Estados Unidos en el que podría ser reelegido Donald Trump”, y se detuvo a reflexionar sobre “el poder que tienen revoluciones tecnológicas como el ‘big data’ a la hora de manipular elecciones”, en alusión a la actividad de la desaparecida compañía Cambridge Analytica.

La compraventa de gas a Rusia y la dependencia energética de Europa también centraron parte de los argumentos en la mesa redonda. Para García-Margallo, existen dos interpretaciones paralelas: “La lectura occidental se reduce a dejar de comprar gas a Rusia como arma de presión, mientras que del lado ruso esto servirá para sustituir a la UE como cliente por otros compradores como China, lo que acerca el mundo hacia la bipolarización y el posible enfrentamiento entre el gigante asiático y EEUU”. El extitular de Exteriores aseguró que “España tuvo la oportunidad de convertirse en un ‘hub’ energético en 2015, si se hubiera completado la conexión gasística con el resto del continente. Aunque Francia se oponía para mantener su ventaja competitiva, la gran conexión a través de Cataluña requería invertir únicamente 100 millones de euros para salvar los últimos 113 kilómetros y no hacerlo fue un gravísimo error. Sin embargo, ahora sería un buen momento para reactivar el proyecto”.

placeholder De izquierda a derecha: Paul Isbell, Victoria Bamond, Ramón González Férriz (moderador), José Manuel García-Margallo, Miguel Benedicto y Elia Brusco.
De izquierda a derecha: Paul Isbell, Victoria Bamond, Ramón González Férriz (moderador), José Manuel García-Margallo, Miguel Benedicto y Elia Brusco.

El fracaso de la diplomacia en Ucrania

Como representantes de la educación superior, algunos de los participantes en la tertulia enfatizaron “la importancia que debe tener la formación a la hora de construir una nueva generación de expertos en relaciones internacionales y diplomacia”, tal y como apuntó Victoria Bamond. Desde su posición como rectora de la Schiller International University, especificó que “a partir de este conflicto se debe potenciar la perspectiva holística para que sea una materia interdisciplinar que incorpore conocimientos en economía, educación, sociología, psicología y, por supuesto, tecnología, para dotar a los profesionales de una perspectiva global”. En una línea similar, Elia Brusco aclaró que “esta guerra nos está enseñando que, más allá de las relaciones e interacciones entre Estados, existen elementos a tener muy en cuenta ante el fracaso de la diplomacia, tales como las crisis sanitarias, la independencia energética o el rol de los grandes conglomerados privados”.

En la misma línea de pensamiento, Paul Isbell reivindicó que “para renovar la diplomacia, tenemos que enseñar a los estudiantes a ponerse en los zapatos de los diferentes actores y entender los argumentos de todas las partes. En este conflicto, apenas se ha dado a conocer la postura de Rusia a la opinión pública occidental y viceversa”. Para Miguel Benedicto, este punto resulta relevante: “Hay que conocer mejor al adversario político y militar y, en general, también sería adecuado tener más conocimiento de lo que ocurre en áreas emergentes como Asia, África y Latinoamérica. Debemos mirar más allá de Occidente”, recalcó.

Para cerrar la tertulia, el exministro coincidió que “en materia de relaciones internacionales, efectivamente, hay que entender a todas las partes para conocer lo que realmente está ocurriendo”. Y puso un ejemplo: “Están cambiando las reglas, especialmente fuera de Occidente. Ahora se habla de normas particulares para cada caso, no de ‘café para todos’. La democracia representativa liberal ya no es la única forma aceptada universalmente como válida y nos encaminamos hacia diferentes modelos alternativos”. García-Margallo expuso como caso paradigmático de esta premisa al gigante asiático: “En China, se mantiene una fuerte soberanía estatal, al mismo tiempo que el país se integra en la globalización”. Por el contrario, “existen otros Estados —hasta ahora marginales— que han logrado mantener una soberanía basada en una forma particular de democracia, pero al margen de la globalización”. “A todo ello hay que sumar el hecho de que las democracias plenas han dejado de abundar y aquellas que lo parecen son débiles. Este último es el caso de España, donde la separación de poderes está muy cuestionada a causa del intento de apropiación que se ha producido con determinadas instituciones”, remató el extitular de Exteriores.

Tras tres meses de conflicto armado en Ucrania y pese a la incertidumbre imperante en materia militar, energética y geoestratégica, ya comienza a dibujarse el escenario que surgirá de la guerra en materia de relaciones internacionales y diplomacia, pero también se revelan sus consecuencias económicas. Por un lado, los analistas tratan de interpretar aspectos como el peso de la Unión Europea como actor relevante, el nuevo mapa energético y las posibilidades que ofrece o la tendencia hacia la polarización de la política global, mientras que, por otra parte, llaman la atención sobre las repercusiones económicas que la situación podría tener para nuestro país en el medio plazo.

Eventos EC Conflicto de Ucrania Prima de riesgo
El redactor recomienda