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Así ayudan las universidades europeas a que China construya el ejército más moderno
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CHINA SCIENCE INVESTIGATION

Así ayudan las universidades europeas a que China construya el ejército más moderno

3.000 estudios académicos analizados por un conjunto de medios muestran cómo se transmite el conocimiento entre investigadores europeos y universidades del Ejército chino

Foto: Ilustración: Follow The Money.
Ilustración: Follow The Money.
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Cuando Jun Tang llegó a la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), ya era un estudiante excelente. Venía con una beca del Ministerio de Educación chino para completar sus estudios entre 2012 y 2015. El objetivo era avanzar en su formación antes de volver a su país para seguir con su carrera como investigador.

“Tuvo seis artículos publicados en revistas y con un número de impactos muy alto. Hay uno con 61 referencias, que está muy bien y es un claro indicador de la calidad de investigación que hizo en la UAB", explica Miquel Ángel Piera, supervisor de su tesis.

Hasta aquí, nada que lo diferencie demasiado de cualquier otro estudiante de intercambio de los que cada curso llegan a una universidad española. Sin embargo, el contenido de una de las publicaciones que derivaron de aquella tesis, fechada en 2015, se escapa de lo 'normal' en los intercambios de estudiantes entre universidades, especialmente con un país como China: "Método de evaluación de la red de Petri orientada a objetos sobre la eficacia de combate de la defensa aérea y antimisil" es un título con una clara connotación militar. Además, en su estudio también participan investigadores de la policía china.

Foto: Planeadores hipersónicos chinos en un desfile militar de 2019, cuando todavía no estaban operativos (CCTV)

Aunque Piera señala que cuando llegó la formación de Jun en aeronáutica era muy baja y que su tesis "Modelos causales para el análisis de colisiones inducidas por TCAS” no tenía aplicación militar, parece claro que su paso por la universidad catalana y su formación en el modelado Petri y el Sistema de Alerta de Tráfico y Evasión de Colisión (TCAS) le sirvió para investigar en sus posibilidades para la defensa aérea y antimisiles una vez de vuelta en su país, ya como profesor de la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa, la principal universidad militar de China. Desde entonces, ha publicado varios 'papers' relacionados con la aplicación de estos sistemas, también con investigadores de la policía del país.

Como otras universidades españolas, la UAB tiene prohibida "la investigación orientada directamente a finalidades militares", según recogen sus estatutos. Sin embargo, Tang ha seguido firmando sus estudios como investigador de la UAB, algo que desde la institución catalana consideran una “mala praxis”, puesto que ya no tenía ninguna relación con ellos. La universidad se ha puesto en contacto con el investigador y las editoriales para que lo corrijan.

El caso de Jun Tang puede parecer anecdótico, pero es solo uno de los muchos con que arranca el proyecto 'China Science Investigation', donde periodistas de 11 medios europeos de siete países —entre ellos El Confidencial— han analizado más de 350.000 'papers' firmados entre científicos afiliados a universidades europeas y chinas. La investigación, que ve la luz este jueves, ha sido liderada por el medio holandés 'Follow the Money' y concluye que, en al menos 2.994 ocasiones, científicos afiliados a universidades europeas han firmado trabajos de investigación con colegas de universidades militares chinas en áreas estratégicas sensibles como la inteligencia artificial, la robótica, los semiconductores, los vehículos no tripulados y la tecnología de radar.

En el caso de España, esto ha ocurrido en 149 publicaciones entre enero de 2000 y febrero de 2022, el rango temporal estudiado. Está por detrás de Reino Unido (1.389), Alemania (349), Holanda (288), Suecia (230) y Francia (175).

La cooperación académica entre Europa y el Ejército chino lleva tiempo siendo motivo de preocupación para 'think tanks' y expertos en las relaciones con el país asiático. Servicios de Inteligencia como el holandés, el danés, el belga o el alemán creen que puede dar lugar a la filtración de conocimientos sensibles.

La gran mayoría de los tres millares de estudios que han sido analizados por este consorcio (2.210 en total) se realizaron con colegas de la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa (NUDT, por sus siglas en inglés), la principal universidad del Ejército Popular de Liberación chino (EPL) y donde ahora trabaja Jun Tang, que abría este artículo. La NUDT depende directamente de la Comisión Militar Central, el máximo organismo de defensa de China, y el presidente de este comité es el mismo Xi Jinping. Esta universidad militar se encuentra entre las mejores de China en los campos de la informática, la ingeniería óptica y de comunicaciones y la industria aeroespacial.

En al menos 89 'papers' están presentes investigadores afiliados a universidades españolas con la NUDT. Las investigaciones abordan desde ciencia computacional o materiales a rayos X. El centro de investigación madrileño Imdea es el que más 'papers' firma con esta institución, 15 en total, seguido de la Universidad de Zaragoza (14).

La NUDT es la principal universidad del Ejercito Popular de Liberación chino

A lo largo de toda Europa pueden encontrarse casos similares. En 2018, una investigadora china que hizo la tesis en el Imperial College de Londres publicó un estudio sobre la captación de señales de radar. El ámbito de estudio está claro desde la primera frase: "En los entornos modernos de guerra electrónica, hay señales de transmisión de múltiples radares".

También un científico alemán del Instituto Fraunhofer y un científico de la NUDT, entre otros, firmaron un estudio publicado en 2021 para mejorar los sistemas para rastrear personas. Querían identificar y monitorear a los individuos en grupos, incluso si se cubren y se mueven. Su trabajo puede ayudar a combatir el crimen, pero también puede ser utilizado por regímenes autoritarios contra su propia población. Esto es especialmente crítico para la etnia de los uigures en China, que es objeto de vigilancia constantemente.

No es el único caso de tecnología de vigilancia encontrado en esta investigación. En 2016, cuatro investigadores, dos de la universidad holandesa TU Delft y otro, de nuevo, de la NUDT, publicaron un artículo científico sobre técnicas de posicionamiento subacuático. Como el GPS no se puede utilizar bajo el agua, buscaron una alternativa: sensores submarinos que emitieran señales acústicas.

Foto: (Foto: Reuters)

La aplicación puede ser útil para monitorear la contaminación del océano o la exploración de materias primas, pero también puede usarse para la 'vigilancia táctica' y la localización de 'objetos'. Además, otro de los investigadores chinos que firman el estudio trabaja para una empresa que investiga, desarrolla y vende comunicaciones inalámbricas para uso militar y civil.

En el momento de la publicación del estudio, China ya reclamaba sistemáticamente territorio en el mar de China Meridional. Lo hace, entre otras cosas, anexando y expandiendo arrecifes y atolones, construyendo islas artificiales y expandiendo su flota pesquera, lo que ahuyenta a los pescadores de otros países. La Corte Permanente de Arbitraje de La Haya rechazó el reclamo de China sobre el mar Meridional de China en 2016, pero el país ha ignorado este veredicto.

Además de con la NUDT, investigadores afiliados a universidades europeas también colaboraron con la Universidad de Ingeniería de la Información, controlada por el Ejército Popular de Liberación, y con la Academia China de Ingeniería Física (CAEP, por sus siglas en inglés). La CAEP cae indirectamente bajo la Comisión Militar Central e investiga, entre otras cosas, el desarrollo de armas nucleares, convencionales y de láser, así como la aplicación de microondas.

En al menos 41 'papers', investigadores con afiliaciones a universidades españolas han participado con esta institución. Con ella, es la catalana Rovira i Virgili la que más aparece firmando estudios de manera conjunta (22). La mayoría de investigaciones con universidades españolas versan sobre tecnología láser o materiales. Ni esta universidad ni las anteriores han contestado a las preguntas sobre estas colaboraciones.

Foto: Submarinos no tripulados WR312. (PLAN)

En el resto de países europeos hay 457 estudios con el CAEP. El Reino Unido lidera el camino con 176 investigaciones, seguido de Alemania (95) y Francia (59).

Aumento desde 2013

Según expertos consultados, en las investigaciones académicas formales hay dos opciones: que la universidad española vaya a China o que China venga a las universidades de aquí, mediante acuerdos de intercambio. Es en esta segunda forma cuando existen más posibilidades de distorsión, ya que a menudo los estudiantes chinos están teledirigidos desde la embajada y, en general, no tienen suficiente independencia.

La colaboración académica comenzó a aumentar en 2013, con la llegada de Xi Jinping

Aunque las universidades europeas llevan décadas realizando investigaciones con científicos de universidades chinas, la colaboración académica comenzó a aumentar en 2013. La razón principal: Xi Jinping, que asumió el cargo a fines de 2012, determinó que China estaba muy por detrás de Occidente en términos de tecnología. Si iba a transformar el país de uno productor de bajos salarios a una superpotencia tecnológica, había mucho que hacer.

Desde entonces, China ha estado invirtiendo en el desarrollo de sus universidades y la cooperación con países extranjeros, con el fin de adquirir conocimientos allí. El ambicioso programa ‘Made in China 2025’, lanzado en 2015, cristalizó aún más esos planes. El objetivo: convertir China en un superestado inteligente, líder en tecnología moderna como robótica, inteligencia artificial, fabricación de chips y energía limpia.

Según Danny Pronk, investigador principal del Departamento de Seguridad del Instituto holandés Clingendael, China va adelantada en su objetivo: los planes para modernizar el Ejército para 2025 ya se han logrado.

Además, en 2049, cuando la República Popular China cumpla 100 años, el país debería ser la principal potencia tecnológica, económica, política y militar del mundo, según la visión de Xi Jinping. Este 'renacimiento' coincidirá con la finalización de la modernización del Ejército; en 2049, se espera no solo que puedan luchar contra EEUU, sino también ganar.

La punta del iceberg

De los 350.000 estudios en la base de datos creada para esta investigación, se han podido vincular directamente 2.994 a instituciones militares chinas a través de los propios investigadores. Seguramente sea solo la punta del iceberg, ya que los empleados de los institutos militares chinos a veces operan con nombres falsos. El número de colaboraciones aumenta considerablemente después de 2012 y luego cae tras 2019, seguramente por la crisis del coronavirus.

Según el investigador independiente Alex Joske, la colaboración científica con el Ejército chino es más extensa de lo que podemos asegurar basándonos únicamente en los estudios encontrados. Tras trazar la colaboración académica con universidades e institutos relacionados con el Ejército chino para el Instituto Australiano de Política Estratégica (ASPI), Joske creó el Rastreador de las Universidades de Defensa de China, una base de datos consultada en todo el mundo que analiza el riesgo de colaborar con cada institución académica china según su cercanía al Ejército y antecedentes en cuestiones de espionaje o filtración de datos.

Foto: Museo militar de la revolución del pueblo chino (Tyg728/CC)

“Es preocupante que los estudios publicados sean solo uno de los muchos aspectos de los lazos mutuos. Son la prueba de que existen relaciones más profundas entre los institutos del EPL y las universidades y organizaciones de investigación europeas”, considera el investigador. “Detrás de cada artículo publicado también puede haber un oficial militar chino que ha trabajado y estudiado en una universidad europea y que ha construido una relación que condujo a estas colaboraciones y artículos de investigación. Estos datos son solo la punta del iceberg, en lo que respecta a la cooperación militar china con Europa”.

"La cooperación en ciencia y tecnología con Europa está ayudando a China a mejorar su ejército en múltiples áreas (...) sistema de ciencia y tecnología. Europa está alimentando esa máquina. Hay un dicho en inglés: no muerdas la mano que te da de comer. De hecho, yo le daría la vuelta y diría: no alimentes la mano que te muerde”, considera Didi Kirsten Tatlow, coautora del libro 'China's Quest for Foreign Technology' (2020) (‘La búsqueda de China de tecnología extranjera’).

Lo cierto es que el interés no viene de un solo lado: los académicos europeos también hacen propuestas a sus colegas chinos. Hay que tener en cuenta que las universidades militares son también las mejores, ya que son las que más dinero reciben del Gobierno chino para desarrollar sus investigaciones y, por tanto, son muy interesantes para las universidades occidentales.

Las universidades militares son las que más dinero reciben del Gobierno

Si bien la mayoría de los países europeos han recortado en educación durante los últimos años, China aumentó su presupuesto de investigación y desarrollo en un 7% anual para el periodo 2021-2025. Para la investigación fundamental, el presupuesto incluso aumentó en un 10%, asegurándose de que esta modalidad se pone al día. Esto los convierte en compañeros atractivos a la hora de poner en marcha investigaciones que requieren de fondos.

Una de las cuestiones más difíciles de estimar es qué puede tener fines militares o no. Técnicas que parecen inofensivas sobre el papel pueden tener una gran relevancia militar, por lo que a veces es difícil estimar el objetivo real o derivado de cada estudio. Es lo que se conoce como 'doble uso', y la mayoría de las universidades no cuentan con procesos ni comités que puedan evaluar correctamente estos riesgos. “No es algo que esté escrito en unas tablas y que esté definido 100%, hay que ir caso a caso para no caer en ambigüedades”, explica Xavier Ferré, director del Área para Asia de la Universidad Politécnica de Madrid.

“Nosotros tenemos investigadores de un nivel muy alto en las distintas disciplinas de ingeniería y arquitectura y confiamos en su criterio, así que lo que hacemos es acudir a los expertos si tenemos dudas con colaboraciones. Ahora lo vamos a formalizar con una comisión que se va a crear para evaluar proyectos con países fuera de la UE, que se encargará de consultar cada caso si hace falta con expertos”, añade sobre los acuerdos entre su universidad y China, así como otros países.

Foto: Planeador hipersónico con cabeza nuclear (US Navy)

Conscientes del potencial que tiene el país asiático también para España, más que limitar o censurar la colaboración científica entre países, todos los expertos consultados por El Confidencial abogan por una mayor formación para que los científicos puedan decidir con toda la información posible con quiénes firman sus investigaciones.

Estudios en áreas estratégicas clave

Recientemente, el diario ‘Hong Kong South China Morning Post’ publicó una serie de artículos sobre los avances científicos de los investigadores de NUDT. Estos incluyeron tecnología de imágenes láser que puede detectar incluso objetos pequeños en el espacio, satélites comerciales que también pueden usarse para espiar y técnicas que permiten verificar si los satélites han sido pirateados. En todas estas áreas, los empleados de NUDT han colaborado con universidades europeas.

La investigadora Tatlow confirma que China aprovecha estratégicamente la libertad académica y la apertura en Occidente para estos objetivos. “Está claro, cuando lees los documentos de política chinos y las directivas del partido, que China siente que puede operar con mucha libertad en sociedades abiertas como la nuestra. Y de hecho puede, porque no estamos poniendo fin a la mayoría de estos comportamientos. China es un poco como un niño en una tienda de dulces”.

El especialista en defensa holandés Danny Pronk describe a los investigadores chinos como "aspiradoras" que absorben el conocimiento en todas partes. “Todo el conocimiento que adquieren en Occidente se analiza en China”, dice. “Filtran lo que es útil”. De esta manera, según Pronk, el Ejército chino ha adquirido el conocimiento para construir un misil balístico que puede detectar y golpear barcos en movimiento, entre otras cuestiones.

“Me temo que la tecnología y el conocimiento vitales ya se han filtrado. Actualmente, casi no hay áreas militares donde China se esté quedando atrás. Hemos esperado demasiado para tomar medidas y, como resultado, ahora estamos luchando en la retaguardia”, añade el especialista.

Sin embargo, tal y como reconocen desde algunas universidades españolas, más allá de los intercambios y acuerdos bilaterales entre los rectorados, es imposible controlar lo que sus investigadores firman con homólogos chinos, porque además son investigaciones que no suelen contar con financiación. “En España tenemos libertad universitaria y un investigador puede conocer a un colega en un congreso y decidir colaborar juntos en una investigación. Eso se te escapa del radar. Es ciencia básica, que no necesita del visto bueno de la universidad ni implica a nadie más”, explica Ferré, quien reconoce que ese margen de acción es más difuso en el país asiático: “Los chinos sí que tienen un mandato mucho más claro de qué le interesa a China como país y qué deben hacer ellos en su trabajo”, añade.

"Actualmente, casi no hay áreas militares donde China se esté quedando atrás"

Sí es cierto que a veces los acuerdos que firman los rectorados recogen la posibilidad de plasmar el fruto de su trabajo en futuros artículos científicos, por lo que estas colaboraciones también pueden surgir de las relaciones que establecen las propias universidades.

El ejemplo que cuenta Ferré, el de una investigación conjunta que nace a partir de contactos entre investigadores, es bastante habitual. Roberto Barrio, del Instituto Universitario de Investigación de Matemáticas y Aplicaciones de la Universidad de Zaragoza, ha publicado en los últimos años varios 'papers' con investigadores de la NUDT. Barrio explica que fueron los investigadores chinos los que se interesaron por su trabajo y le ofrecieron colaborar. Son investigaciones sin financiación en las que “no hay nada delicado”, señala. “Son meras colaboraciones internacionales científicas”.

España resulta menos atractiva para el país asiático que Alemania o Reino Unido para áreas como la tecnología o la ciencia, aunque, aun así, la relación entre los dos países se ha intensificado desde 2018, cuando ambos gobiernos firmaron una declaración conjunta para fortalecer su relación en materia de investigación, especialmente en materiales avanzados. Después, el Ministerio de Exteriores introdujo las excepciones de inteligencia artificial, tierras raras y 5G, materias en las que también la Unión Europea impide colaborar. Tampoco la Unión Europea tiene proyectos con la NUDT ni la CAEP.

"Los chinos sí que tienen un mandato mucho más claro de qué le interesa a China como país"

Sin embargo, más allá de eso, no existen guías ni documentos oficiales en España que permitan a los investigadores saber con quién deben o no colaborar, algo que países como Francia, Finlandia o Dinamarca sí han llevado a cabo de una u otra forma.

“Algo se fiscaliza, pero es cierto que no hay un procedimiento transparente, un instrumento público para regular esto y que los pensadores científicos puedan tener una base o un libro de instrucciones”, explica Mario Esteban, investigador del Real Instituto Elcano y profesor titular del Centro de Estudios de Asia Oriental de la Universidad Autónoma de Madrid. “Pero lo que tampoco podemos es volvernos paranoicos y no hacer ningún tipo de cooperación. Eso es una pérdida para nosotros. Hay que intentar buscar un equilibrio para no dejar pasar oportunidades que puedan ser interesantes para nosotros”.

Avisos de los servicios de Inteligencia

El AIVD holandés fue el primer servicio de Inteligencia occidental en señalar este problema. En su informe anual de 2010, afirmó que la Inteligencia china estaba interesada ​​en la tecnología y la ciencia de alta calidad desarrolladas en los Países Bajos. El servicio ya había "advertido activamente a empresas, universidades y otras instituciones". Más tarde, en su informe de 2021, el AIVD incluso llamó a China la "mayor amenaza para la seguridad económica de los Países Bajos".

El servicio de Inteligencia civil de Bélgica, VSSE, también lleva años advirtiendo sobre los riesgos que corren las universidades si acogen a científicos chinos. "Los estudiantes de institutos de investigación militar, como la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa de China, son enviados a varios países occidentales, incluida Bélgica, donde adquieren conocimientos que son esenciales para ciertos desarrollos militares". Para su servicio de Seguridad estatal, la amenaza es especialmente palpable desde que Estados Unidos ha restringido el acceso de los estudiantes a sus campus y se han dirigido hacia Europa. La Oficina Federal para la Protección de la Constitución alemana afirma también que los científicos y los institutos de conocimiento alemanes no son conscientes de todos los peligros o, lo que es peor, "ignoran el problema".

Los controles en las colaboraciones internacionales en España dependen de la voluntad de cada universidad

En España, no han trascendido advertencias similares de manera formal desde los servicios de Inteligencia. El control de las relaciones académicas sigue dependiendo del 'know-how' de cada institución, sobre todo en lo que se refiere a los acuerdos bilaterales que firman universidades de ambos países —y que analizaremos en una segunda entrega de esta investigación—.

Además de la Politécnica de Madrid, otra en haber elaborado su propio sistema de control es la Universidad de Alicante, que afirma que “vigilan cuestiones como: histórico de la universidad, afinidad con nuestras titulaciones, posicionamiento en 'rankings' internacionales, valoración en los sistemas nacionales de acreditación de instituciones de educación superior y acuerdos que a su vez esas universidades tienen con otras instituciones”, sea cual sea la procedencia de la universidad con la que firman el acuerdo.

También añaden que tanto el Ministerio de Universidades como la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas les han hecho consultas también al respecto recientemente.

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La Universidad de Barcelona también afirma tener un procedimiento general previo a firmar colaboraciones con otras universidades. Además, participan activamente en el grupo de expertos en bienes de doble uso, “con el objetivo de compartir buenas prácticas y elaborar documentos que defiendan los intereses del sector académico” ante las implicaciones de la exportación y transferencia a terceros países de productos y conocimientos susceptibles de doble uso (civil y militar) o de atentar contra los derechos humanos.

Esta universidad cuenta además con cinco 'papers' firmados por investigadores de su universidad con homólogos de la NUDT y el CAEP. Aseguran que dentro de su defensa de la libertad académica “no existe más control del que pueda ejercer la entidad financiadora de la investigación [ya sea estatal o europea] si es que dicha investigación se ejecuta en el marco de un proyecto de investigación competitivo”.

Al cierre de este artículo, los miembros de estee conjunto de medios no han recibido respuesta de las instituciones y autoridades chinas consultadas.

Detrás de China Science Investigation

Este artículo marca el lanzamiento de China Science Investigation, un proyecto de periodismo europeo que investiga la naturaleza de las colaboraciones entre investigadores científicos chinos y europeos.

La plataforma holandesa de periodismo de investigación Follow the Money ha recopilado más de 350.000 artículos científicos publicados en las últimas dos décadas y los ha puesto a disposición de 11 editores de investigación de 7 países europeos. Por iniciativa de FTM, y con el apoyo de Correctiv, 30 periodistas han estudiado cientos de colaboraciones sensibles entre universidades europeas y el ejército chino.

Las siguientes medios contribuyeron a China Science Investigation: Follow the Money y RTL Nieuws (Países Bajos), Correctiv, Deutsche Welle, Deutschlandfunk y Süddeutsche Zeitung (Alemania), El Confidencial (España), De Tijd (Bélgica), Politiken (Dinamarca), Irpi Media (Italia) y Neue Zürcher Zeitung (Suiza). 

Puede encontrar más información sobre el proyecto y el equipo de investigación en: www.ftm.eu/chinascienceinvestigation. La metodología está explicada aquí.

Cuando Jun Tang llegó a la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), ya era un estudiante excelente. Venía con una beca del Ministerio de Educación chino para completar sus estudios entre 2012 y 2015. El objetivo era avanzar en su formación antes de volver a su país para seguir con su carrera como investigador.

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