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Los ministros de Exteriores no logran superar el veto húngaro a las nuevas sanciones
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Guerra en Ucrania

Los ministros de Exteriores no logran superar el veto húngaro a las nuevas sanciones

Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea no han logrado superar el veto húngaro al sexto paquete de sanciones que prohibía la importación de petróleo ruso

Foto: El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, junto a su homóloga canadiense y el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. (EFE/EPA/Stephanie Lecocq)
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, junto a su homóloga canadiense y el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. (EFE/EPA/Stephanie Lecocq)

En un ambiente cada vez más complicado, los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea han sido incapaces de cerrar un acuerdo sobre el sexto paquete de sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania debido al bloqueo que sigue aplicando Hungría, que considera que las sanciones, que el primer ministro Viktor Orbán ha calificado de "bomba nuclear", ponen en riesgo la economía del país. Las negociaciones seguirán a nivel de los embajadores representantes permanentes de los Veintisiete ante la Unión Europea.

La sensación de los últimos días en Bruselas era que la discusión, que llevaba ya desde el 4 de mayo a nivel de diplomáticos de los Veintisiete, necesitaba de un "impulso político" que lo podrían dar los ministros que se reunían este lunes en la capital comunitaria. Pero el encuentro ha terminado sin acuerdo porque Josep Borrell, Alto Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, ha señalado que el debate era “técnicamente demasiado complejo” e impedía “un acuerdo político” sobre él.

Foto: Una manifestante con una bandera europea y un mensaje contra Putin en una protesta en Bruselas. (Reuters)

El ministro húngaro ha explicado a sus colegas que Budapest necesita dos cosas: tiempo y dinero. Tiempo porque el Gobierno húngaro ya ha señalado que con el año de prórroga que le ofrecía la Comisión no tenía tiempo suficiente para cambiar su dependencia del petróleo ruso, que llega a través de un oleoducto. Y dinero, precisamente, porque tiene que hacer cambios estructurales para poder afrontarlo, como por ejemplo modificar los sistemas de refinado que están preparados para el crudo ruso, pero no para otros, o inversión para construir una infraestructura con la que obtener petróleo de otros países.

Borrell ha pedido paciencia y ha explicado, como el ministro de Asuntos Exteriores español José Manuel Albares, que habrá acuerdo pero que hará falta más tiempo para encontrar las soluciones técnicas necesarias. El pacto “no estaba en la agenda porque sabíamos que no era posible”, ha asegurado el jefe de la diplomacia europea aunque se ha abordado para ver hasta qué punto se podía avanzar en esa dirección. Pero el ambiente es cada vez más tenso, como ha demostrado Gabrielius Landsbergis, ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, que ha acusado a Hungría de mantener “rehén” a toda la Unión Europea en la imposición de sanciones a Rusia. Lituania forma parte del núcleo duro de los Estados miembros quieren actuar con más contundencia contra Moscú, un grupo liderado por Polonia.

Foto: Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. (EFE/Kenzo Tribouillard)

Fuera de ese grupo de los que piden actuar ya hay bastante consenso en que es necesario tener paciencia cada vez resulta más complicado. Mientras Péter Szijjártó, el ministro de Asuntos Exteriores húngaro, intenta mantener en Bruselas posturas más conciliadoras y centradas en los problemas técnicos, Orbán en Budapest juega con los nervios de los líderes europeos. En su discurso de investidura tras arrasar en las últimas elecciones el reelegido primer ministro ha culpado del aumento de los precios de la energía a la guerra pero también a las sanciones aplicadas por Europa, sin mencionar, entre otras cosas, que esas sanciones han contado con el voto favorable de Hungría.

En la cuestión de la búsqueda de una solución técnica Orbán tampoco está ayudando, y explicando que otros Estados miembros tienen la opción de recibir crudo por mar, el líder magiar provocó una pequeña crisis diplomática con Croacia. "Hubiéramos tenido puertos también si no nos los hubieran quitado", espetó durante una entrevista, refiriéndose a la ciudad de Rijeka (Croacia), que fue perdida por Hungría tras la Primera Guerra Mundial en el Tratado de Trianón, clave en el discurso del nacionalismo húngaro.

Foto: El primer ministro húngaro, Vicktor Orbán. (Reuters/Bernadett Szabo)

Pero incluso Szijjártó juega con los nervios de Bruselas. Mientras que hace solamente unos días cifraba en unos 1.000 millones de euros las necesidades financieras de Hungría para poder hacer frente al sexto paquete de sanciones, este lunes ha hablado de entre 15.000 y 18.000 millones de euros. Budapest tiene congelado el acceso al Fondo de Recuperación por sus ataques al Estado de derecho.

En un ambiente cada vez más complicado, los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea han sido incapaces de cerrar un acuerdo sobre el sexto paquete de sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania debido al bloqueo que sigue aplicando Hungría, que considera que las sanciones, que el primer ministro Viktor Orbán ha calificado de "bomba nuclear", ponen en riesgo la economía del país. Las negociaciones seguirán a nivel de los embajadores representantes permanentes de los Veintisiete ante la Unión Europea.

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