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"No puede haber un acuerdo de paz estable en Ucrania mientras Putin esté en el poder"
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entrevista con Christoph Heusgen

"No puede haber un acuerdo de paz estable en Ucrania mientras Putin esté en el poder"

El nuevo jefe de la Conferencia de Seguridad de Múnich, Christoph Heusgen, cree que la pandemia habría terminado de desquiciar a Putin y propone que Europa destine a Ucrania parte del dinero que paga por el gas ruso

Foto: Christoph Heusgen. (EFE/Christian Marquardt)
Christoph Heusgen. (EFE/Christian Marquardt)
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A principios de año, pocos expertos creían que Vladímir Putin acabaría lanzando la temida invasión de Ucrania. Era un movimiento extraño para un líder pragmático, en el que había poco que ganar y sí mucho que perder. Han pasado más de seis semanas de guerra y los 'kremlinólogos' todavía tratan de entender los motivos ulteriores que mueven al presidente ruso. Las teorías van desde que Moscú percibió un momento de especial debilidad en Occidente tras el fiasco afgano hasta un error de cálculo sobre la potencial resistencia ucraniana o un desproporcionado sentimiento de superioridad militar. O una combinación de todas ellas. Para Christoph Heusgen, uno de los diplomáticos europeos más experimentados en el difícil trato con potencias como Estados Unidos, China o Rusia, podría haber un factor de fondo que explique este errático comportamiento. ¿Puede la pandemia haber contribuido a la radicalización definitiva de Putin?

Esa es una de las inquietudes que rondan la mente del exembajador Heusgen, durante años el principal asesor de política exterior de Angela Merkel y, desde este 2022, nuevo jefe de la influyente Conferencia de Seguridad de Múnich. La propia Merkel lamentó, según el semanario 'Die Zeit', que las restricciones por el coronavirus le impidiesen reunirse a debatir personalmente con líderes como Putin o el chino Xi Jinping en sus años finales al frente de la cancillería alemana. Heusgen considera que este aislamiento pudo haber causado estragos en la psique del mandatario ruso, al que fuentes de Inteligencia occidental atribuyen un miedo casi fóbico al virus. En su encierro, "ha acabado creyéndose sus propias fantasías sobre una Ucrania fascista", dice Heusgen.

Foto: El presidente ruso, Vladímir Putin, entrega flores a la entonces canciller alemana, Angela Merkel, durante su última reunión en Moscú. (EFE/EPA/Pool/Kremlin)

La idea de la nociva soledad del autócrata no es nueva en los atribulados corrillos políticos europeos, donde abunda estos días el afán por dilucidar bien las causas del fracaso de la diplomacia occidental, y muy en particular de la alemana, para lidiar con el Kremlin. En su reciente texto dedicado al legado de Merkel, 'Die Zeit' se preguntaba si Putin se hubiese atrevido a invadir Ucrania después de, por ejemplo, haber visitado las últimas ediciones de la Conferencia de Seguridad de Múnich y haber sido confrontado ahí con las posibles consecuencias de sus actos.

En una entrevista con El Confidencial, el nuevo jefe del foro, conocido por no escatimar palabras contundentes para decir lo que piensa pese a su buen talante diplomático, se muestra confiado en la capacidad de los ucranianos de repeler la agresión rusa. Heusgen, además, propone que Europa se plante frente a Moscú y destine la mitad del dinero que paga por el gas ruso a la futura reconstrucción del país, cuyas infraestructuras básicas, así como varias ciudades, han sido asoladas por los constantes bombardeos rusos.

PREGUNTA.: Muchos en Occidente admiten ahora haber "subestimado" a Putin. O, como mínimo, haberlo malinterpretado. Entre los analistas había consenso de que Rusia no lanzaría finalmente la invasión. ¿Por qué sorprendió Putin a tantos? ¿Siempre fue así o pasó algo que lo hizo cambiar y radicalizarse?

RESPUESTA. Que Putin se había vuelto más agresivo en los últimos años es algo que ya experimentaron en carne propia los opositores, los representantes de la sociedad civil y los periodistas en Rusia. También los sirios, por el apoyo ruso sin concesiones al brutal régimen del dictador [Bashar al] Asad. También lo experimentaron en Libia, en la República Centroafricana y recientemente en Malí, donde han sido víctimas del grupo de mercenarios rusos Wagner, que no respeta ley alguna. No obstante, el ataque contra Ucrania excede todo límite.

Esa agresión, que ha convertido a Putin en un criminal de guerra, tiene que ver en mi opinión con que Putin se ha aislado por completo en los últimos dos años y ha acabado creyéndose sus propias fantasías sobre una Ucrania fascista, sin identidad nacional y sin voluntad de defenderse. Y como tantos dictadores antes que él, se ha equivocado de cabo a rabo.

P. La narrativa rusa de la amenaza de la OTAN encuentra cierto eco a nivel internacional. ¿Cree que hay algo cierto en eso?

R. Eso es un completo disparate. La OTAN se expandió en dirección al este por última vez en 2004. Y una nueva expansión no está en la agenda de la OTAN desde 2008. En este sentido, la propaganda rusa ha tenido mucho éxito.

P. La OTAN, hace unos años supuestamente en 'muerte cerebral', parece más necesaria que nunca. ¿Cuál cree que es el futuro de la Alianza? ¿Cree que veremos una política de defensa europea más independiente de Estados Unidos?

R. El presidente francés [Emmanuel Macron] se equivocó, porque la OTAN está ahora tan viva como después de la Segunda Guerra Mundial, cuando nos defendía con éxito del agresivo régimen soviético. Pero Europa —y también mi país, Alemania— tiene que hacer más para defender a Europa de posibles agresiones. No compitiendo con la OTAN, sino complementándose con la OTAN. Habrá situaciones en las que Estados Unidos no querrá o no podrá intervenir, y tenemos que estar preparados para eso.

Foto: Foto: Irene de Pablo.
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P. Se habla mucho ahora de los graves errores de la política alemana hacia Rusia, que usted conoce de primera mano como exasesor de Angela Merkel. ¿Estamos ante el fracaso definitivo de la política de diálogo y de impulsar "cambios a través del comercio", tan querida en Alemania?

R. Esa política sigue siendo correcta, en principio. No podemos aislarnos y vivir en un universo paralelo. Eso traería desventajas económicas y así tampoco podríamos lidiar con desafíos globales como la protección del medio ambiente y la conservación de la biodiversidad, con las pandemias, el hambre y la pobreza, etc. Pero no podemos y no debemos cooperar con un Gobierno responsable de un atentado contra la civilización de este tipo.

P. ¿Debe Alemania apoyar un embargo contra el petróleo y el gas rusos?

R. Tenemos que conseguir lo más pronto posible nuestra independencia de las importaciones energéticas de Rusia. Las importaciones de carbón van a ser ahora las primeras en ser suspendidas, después vendrán las de petróleo y gas. En el caso del gas, yo abogo por que los países compradores se pongan de acuerdo, le paguen a Rusia solo la mitad del precio y depositen la otra mitad en un fondo fiduciario. Ese fondo estará destinado a financiar la reconstrucción de Ucrania, destruida ahora por Rusia.

P. ¿Cree que China se distanciará en algún momento de Putin? ¿O se mantendrá en este estado de aparente neutralidad o llegará incluso a apoyar activamente a Rusia?

R. No veo indicios de que China vaya a dejar a Rusia en la estacada. Queda claro que la insistencia de China respecto a la importancia de la soberanía nacional es solo palabrería sin consecuencia alguna. ¡Al menos hasta ahora! China se abstuvo de votar tanto en el Consejo de Seguridad como en la Asamblea General de Naciones Unidas, es decir, no condenó la invasión rusa, pese a que se trata de la peor violación de la soberanía nacional en el centro de Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Foto: Un tanque prorruso en las calles de Mariúpol. (Reuters/Alexander Ermochenko)

P. ¿Cuál es su visión del frente y cuáles son los escenarios que maneja? ¿Cree que estamos ante una guerra de desgaste de varios años?

R. Las fuerzas armadas de Ucrania están haciendo algo increíble. Si nos permitimos generalizar por un momento lo que estamos viendo, tenemos a soldados altamente motivados, bien entrenados y bien liderados frente a una enorme horda de soldados desatados, sin disciplina y que deambulan por ahí asesinando gente. Putin tiene miedo a perder poder y a perder prestigio, y por eso va a proceder de forma cada vez más brutal. Pero Ucrania no se va a rendir y al final va a ganar. En eso soy optimista.

P. Por último, un comentario sobre las negociaciones. ¿Cree que se puede llegar a una solución negociada estable dada la escasa confianza entre las partes? Hay puntos que parecen irresolubles, como Crimea o el Donbás. ¿Deben ceder los ucranianos?

R. No creo que pueda haber un acuerdo de paz estable mientras Putin esté en el poder. Putin ha incumplido todos los tratados previos, ha perdido cualquier confianza que se pudiera depositar en él. ¿Quién creería que ahora va a cumplir con un acuerdo?

A principios de año, pocos expertos creían que Vladímir Putin acabaría lanzando la temida invasión de Ucrania. Era un movimiento extraño para un líder pragmático, en el que había poco que ganar y sí mucho que perder. Han pasado más de seis semanas de guerra y los 'kremlinólogos' todavía tratan de entender los motivos ulteriores que mueven al presidente ruso. Las teorías van desde que Moscú percibió un momento de especial debilidad en Occidente tras el fiasco afgano hasta un error de cálculo sobre la potencial resistencia ucraniana o un desproporcionado sentimiento de superioridad militar. O una combinación de todas ellas. Para Christoph Heusgen, uno de los diplomáticos europeos más experimentados en el difícil trato con potencias como Estados Unidos, China o Rusia, podría haber un factor de fondo que explique este errático comportamiento. ¿Puede la pandemia haber contribuido a la radicalización definitiva de Putin?

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