Es noticia
Jóvenes engañados, minorías y mercenarios: así es la "carne de cañón" rusa en Ucrania
  1. Mundo
Invasores por sorpresa (y por dinero)

Jóvenes engañados, minorías y mercenarios: así es la "carne de cañón" rusa en Ucrania

La realidad que viven los soldados que invaden Ucrania es radicalmente distinta al romanticismo patriótico con el que se habla de sus muertes en el propio territorio ruso

Foto: Soldados del ejército ruso, a bordo de un vehículo blindado de transporte de personal BTR-80. (EFE)
Soldados del ejército ruso, a bordo de un vehículo blindado de transporte de personal BTR-80. (EFE)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Cerca de 200.000 efectivos rusos se encuentran en estos momentos en Ucrania luchando contra los que Vladímir Putin calificó como "neonazis y drogadictos" con el objetivo de "frenar el genocidio" que, según la versión rusa, se está produciendo en el Donbás. Si uno se fiara de este planteamiento, no esperaría que la misión resultara muy difícil, pero lo cierto es que los soldados enviados por Moscú se han visto atrapados en una carnicería, confundidos por la mala gestión de sus superiores y partícipes en la invasión de un país soberano que Rusia considera, supuestamente, como un hermano. Para muchos, se siente como el equivalente a una guerra civil.

Según estimaciones ucranianas, 18.500 soldados rusos han muerto desde que comenzó la guerra, más que en guerras de años de duración como Afganistán (1979-1989) o Chechenia (1999-2009). Las cifras oficiales rusas son dramáticamente más bajas, reconociendo únicamente 1.513 fallecidos. En Rusia, a los caídos en Ucrania se les trata de héroes y se les compara con los militares de la Segunda Guerra Mundial, conocida en Rusia como la Gran Guerra Patriótica. Alrededor de 27 millones de soviéticos murieron durante el conflicto más letal de la historia, marcando muchos millones más de vidas con una herida que, a día de hoy, aún sigue presente. Cada 9 de mayo, los rusos celebran su "Día de la Victoria" en una jornada de exaltación patriótica y militar.

Foto:
TE PUEDE INTERESAR
¿Cuántos soldados rusos han muerto en Ucrania?
Lucas Proto Rocío Márquez Marta Ley Fernando Anido Giulio Maria Piantadosi VA Diseño

Por poner un ejemplo del tratamiento que reciben los soldados rusos muertos, el gobernador de la región de Samara lamentó el fallecimiento del coronel Ruslán Rudnev en Ucrania con estas palabras: "Siempre será un hombre de honor, un auténtico patriota. Sus hitos están a la altura de los héroes de la Gran Guerra Patriótica, que dieron la vida por la libertad, la independencia y el desarrollo pacífico de nuestra Patria. ¡Recuerdo eterno al héroe!".

Pero la realidad que viven los jóvenes soldados que invaden Ucrania es radicalmente distinta al romanticismo patriótico con el que se habla de sus muertes, tal y como ellos mismos se lo cuentan a sus familiares como pueden. Esta es, según el embajador ucraniano en las Naciones Unidas, una conversación que mantuvieron por mensajería un recluta ruso y su madre. Las tropas ucranianas encontraron el teléfono:

—¿Por qué no respondías? ¿Te estás entrenando, hijo?

—Mamá, ya no estoy en Crimea.

—¿Dónde estás, entonces? Que te queremos enviar un paquete con cosas.

—¿Qué tipo de paquete me quieres enviar? Lo único que quiero ahora es ahorcarme. [...] Mamá, estoy en Ucrania. Esto es una guerra real. Estoy asustado. Estamos bombardeando todas las ciudades. Incluso a los civiles. Nos habían dicho que nos recibirían con los brazos abiertos y se echan ante las ruedas de nuestros vehículos para no dejarnos pasar. Nos llaman fascistas. Mamá, esto es muy duro.

Así es la realidad de muchos jóvenes rusos que no están en el frente por decisión propia. En Rusia, el servicio militar es obligatorio y aunque existen maneras de librarse de él, no siempre son posibles. La gente con más recursos puede llamar a sus abogados para evitar ser seleccionados e incluso consideran el servicio militar como el destino de los pobres y/o perdedores. Mientras tanto, gente con menos recursos, especialmente de las partes más pobres de Rusia como las regiones centroasiáticas o del Cáucaso, se ven sin otra opción.

Y en tiempos de guerra, eso significa ir al frente. Dmitri —nombre ficticio para proteger su integridad—, por ejemplo, explica que fue llamado para hacer el servicio militar en mayo. Huyó del país para poder encontrar un trabajo en el extranjero y así poder tener una excusa para librarse. Pero si no lo encuentra, a ojos de las autoridades rusas no tiene escapatoria: le tocará formar parte del músculo militar ruso. Como él, muchos hombres jóvenes abandonan el país con miedo y a menudo sin ninguna expectativa de futuro, dadas las múltiples dificultades que se encuentran el extranjero.

Algunas madres denunciaron a mediados de febrero que se engañó a sus hijos para que firmaran documentos que lo llevarían al frente. Esta noticia la publicó el medio independiente 'Novaya Gazeta', dirigido por el premio Nobel de la Paz, Dmitri Muratov. En ella se contaba que en los primeros días de la invasión Moscú no contaba con suficientes soldados regulares y obligaron a muchos jóvenes aceptar contratos que los condenan a ir a la guerra. El Kremlin silencia y persigue las protestas de sus familias, que en muchas ocasiones no saben dónde están sus hijos.

Foto: El director del periódico 'Nóvaya Gazeta', Dmitri Murátov, galardonado con el Premio Nobel de la Paz. (EFE/ Ignacio Ortega)

Y sobre la mesa hay un proyecto de ley del LDPR (Partido Liberal Democrático Ruso, ultranacionalista) que quiere enviar a luchar a Ucrania a todo aquel que proteste contra la guerra. No se ha llegado a aprobar, pero ya ejerce su papel disuasorio, sumado al fuerte contingente de agentes antidisturbios que impiden cualquier intento de manifestación en el centro de Moscú. Además de inexpertas, también se ha denunciado que las tropas han sido mal equipadas, con casos como el de vehículos sin combustible o regimientos que se han quedado sin alimentos y han tenido que pedir (y, a menudo, saquear) a los propios ciudadanos ucranianos.

Es difícil saber qué proporción de las tropas vienen del servicio militar, pero se hizo público el 31 de marzo que Putin había firmado un nuevo decreto para llamar a más 130.000 jóvenes rusos a filas, aunque matizaron que no serían llevados a Ucrania ni a ninguna otra "zona gris".

Minorías étnicas en el frente

En Rusia, los inmigrantes centroasiáticos y caucásicos no suelen tener buena imagen entre los ciudadanos rusos y a menudo son calificados como "churkis", un término peyorativo para describir a los habitantes de estas regiones. Suelen trabajar en cualquier trabajo mal pagado que los rusos no quieren hacer, sobreviviendo como pueden, viviendo en albergues, sin contratos laborales y con problemas para nacionalizarse.

Ahora, con la guerra, se les ha abierto una ventana para obtener el pasaporte ruso y obtener salarios que rondan los 500€, más de lo que suelen ganar en los pocos empleos que les ofrecen. Los esfuerzos de reclutamiento están a la vista de todos, con carpas militares en las calles que buscan atraer a ciudadanos corrientes, con énfasis en estos inmigrantes. Para convencerles de que se alisten, el ejército les promete la ciudadanía rusa en seis meses. En 'The Moscow Times', la abogada Valentina Chupik denunció que ciudadanos tayikos y uzbekos le consultan constantemente sobre las llamadas que reciben con esas mismas promesas. La letrada les dijo a todos ellos que son "estafadores".

Foto: Cuerpos sin identificar encontrados y fotografiados en un crematorio cerca de Kyiv. (Thomas Peter/Reuters)

Chupik había denunciado previamente que los inmigrantes estaban siendo usados como "carne de cañón" y que "probablemente están siendo contratados por el Ministerio de Defensa y compañías militares privadas". En septiembre de 2021, la abogada recomendó a todos los migrantes de Asia Central que tuvieran entre 18 y 60 años que abandonaran el país lo antes posible. Según datos obtenidos por el diario ucraniano Ukrainskaya Pravda, que supuestamente tendría una lista con los nombres de 120.000 soldados rusos en Ucrania, al menos 6.000 de ellos tenían nombre y apellidos originarios de Asia Central.

Más allá de los inmigrantes, buena parte de los soldados provienen de regiones más pobres de Rusia. En ellas suele haber más presencia de minorías locales que de rusos étnicos, como es el caso de Daguestán o Buriatia. A pesar de que no son las regiones más pobladas de Rusia, muchos de los soldados fallecidos contabilizados por la BBC provienen del Cáucaso y del centro de Asia.

Entre las minorías también destacan los chechenos, quienes han tenido una involucración muy propagandística en la guerra. Ramzán Kadyrov, el líder de Chechenia, ha respaldado al 100% a Putin en su campaña de "desnazificación". Tal es su personalismo que a los efectivos chechenos se les llama "Kadyrovtsi" —se podría traducir como "Kadyrovitas"—. Según medios ucranianos, la misión de estos en el campo de batalla era asesinar al presidente ucraniano Volodimir Zelensky en Kiev.

A pesar de que el mismo Kadyrov ha anunciado en diversas ocasiones que él mismo iba a Ucrania a luchar en persona, esta afirmación se ha puesto seriamente en duda. Por ejemplo, en una fotografía difundida por los chechenos en la que su líder rezaba en una gasolinera, supuestamente tomada en Mariúpol, Ucrania, la franquicia de la estación no tiene presencia en territorio ucraniano. En realidad se encontraba en la región de Rostov, fronteriza con el Donbás.

Envío de mercenarios

No todos los efectivos desplegados en el frente ucraniano tienen poca experiencia en la guerra. Según la inteligencia británica, cerca de 1.000 mercenarios de diferentes países llegaron la semana pasada a territorio ucraniano. Vienen desde Siria y Asia Central. Conforme el conflicto se alarga, estos combatientes ganan protagonismo, por encima de los reclutas menos experimentados. El dictador sirio Bachar Al Asad, de acuerdo con la inteligencia ucraniana, habría prometido enviar cerca de 40.000 mercenarios para ayudar a Moscú. El presidente debe en gran medida su puesto a Rusia, que fue un apoyo imprescindible en la guerra civil siria, aunque finalmente parece ser que será un despliegue considerablemente menor para evitar problemas en su territorio.

Foto: Un miembro del regimiento de Azov en Járkov, Ucrania. (EFE/Andrzej Lange)

Y si hablamos de mercenarios, no se puede olvidar a los más famosos de Rusia: el Grupo Wagner. Según han podido confirmar fuentes como Bellingcat, se les ha avistado en la región de Donetsk, en el este de Ucrania. En la autoproclamada República Popular de Donetsk, controlada por separatistas, están apoyando a los soldados regulares rusos. Uno de sus líderes, Dmitry Utkin, es abiertamente neonazi. Y lo muestra con orgullo con unos tatuajes que tiene en el cuello con símbolos del Tercer Reich como el de las SS o una águila imperial nazi. Sin embargo, se especula que este veterano de las guerras de Chechenia es en realidad la cabeza visible, mientras que otra persona dirige la organización. Otros miembros de este cuerpo de mercenarios tienen abierta simpatía por la extrema derecha, lanzando saludos romanos y luciendo banderas de grupos supremacistas blancos como el Movimiento Imperial Ruso.

Se les culpa de cometer delitos en operaciones que habrían realizado en Siria (donde se les acusa de haber decapitado a un preso) y en República Centroafricana (periodistas rusos que fueron a investigar esos supuestos delitos fueron asesinados), así como de minería ilegal en Mali y Mozambique. Se ha documentado su presencia en otros países como Madagascar, Zimbabue, Angola, Guinea, Guinea-Bissau o Venezuela. Ucrania es su último destino, y el más importante para Putin.

Cerca de 200.000 efectivos rusos se encuentran en estos momentos en Ucrania luchando contra los que Vladímir Putin calificó como "neonazis y drogadictos" con el objetivo de "frenar el genocidio" que, según la versión rusa, se está produciendo en el Donbás. Si uno se fiara de este planteamiento, no esperaría que la misión resultara muy difícil, pero lo cierto es que los soldados enviados por Moscú se han visto atrapados en una carnicería, confundidos por la mala gestión de sus superiores y partícipes en la invasión de un país soberano que Rusia considera, supuestamente, como un hermano. Para muchos, se siente como el equivalente a una guerra civil.

Ucrania Vladimir Putin Conflicto de Ucrania