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El frente 'influencer' contra el Kremlin: "Comprended que no somos nuestro Gobierno"
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AFECTADOS POR LAS SANCIONES

El frente 'influencer' contra el Kremlin: "Comprended que no somos nuestro Gobierno"

Mientras las grandes tecnológicas empiezan a limitarles el acceso, muchos creadores de contenido expresan su rechazo a la guerra y la impotencia de no poder ponerle freno

Foto: Un manifestante escapa del autobús que utiliza la policía para detener a aquellos que protestan contra la guerra. (Reuters/Anton Vaganov)
Un manifestante escapa del autobús que utiliza la policía para detener a aquellos que protestan contra la guerra. (Reuters/Anton Vaganov)

La tarde del 24 de febrero Niki Proshin recorrió las calles de San Petersburgo, móvil en mano, emitiendo en directo a través de TikTok imágenes de la primera gran protesta contra el gobierno de Vladímir Putin por la invasión de Ucrania. Con una audiencia, en su mayoría extranjera, de más de 763.000 personas, este influencer ruso ha encontrado en las redes sociales una manera de expresar su rechazo a la guerra: "Como creador de contenido, trato de transmitir lo que personalmente experimento", señala Proshin a El Confidencial. "Creo que lo que hacemos en las redes sociales ayuda a mantener la conexión entre personas de todo el mundo y la gente de Rusia".

A pesar de su declarada falta de interés en política, sus perfiles en redes sociales (hasta ahora dedicados a explicar el estilo de vida ruso) se han convertido de la noche a la mañana en un canal de información en defensa de la transparencia para mostrar cómo vive esta situación la gente normal. "Todas las personas con las que he hablado sobre esto estaban en contra de la invasión", indica y, aunque sabe que muchos otros sí apoyan a Putin, durante los últimos días ha podido ser testigo de cómo miles de ciudadanos asumían los riesgos que supone protestar contra el conflicto armado.

placeholder La protesta en San Petersburgo del 24 de febrero. (Reuters/Anton Vaganov)
La protesta en San Petersburgo del 24 de febrero. (Reuters/Anton Vaganov)

Las manifestaciones el mismo día que comenzó la guerra en 55 ciudades de Rusia acabaron con más de 1.700 detenidos, según los datos de la organización humanitaria OVD-Info. Proshin explica las distintas posibilidades a las que se enfrentan las personas retenidas: en caso de no mostrar ningún tipo de resistencia a la autoridad serían arrestados por un breve periodo de tiempo, de lo contrario la condena podría limitarse a una multa superior al ingreso medio mensual o podrían llegar a acabar en prisión durante años en caso de golpear de algún modo a la policía.

Por su parte, Natasha Kurnaeva, una youtuber afincada en Khabarovsk (al este del país y mucho más alejado del conflicto), no ha tenido la oportunidad de mostrar estas protestas a sus 272.000 suscriptores. "Donde yo vivo nadie salió a la calle. La gente tiene demasiado miedo; puedes perder tu trabajo o ir a la cárcel por cualquier cosa. El precio de manifestarnos es demasiado alto", lamenta, "No podemos hacer nada".

Como muestra de rechazo a la guerra, Kurnaeva tuvo que limitarse a una publicación en su cuenta de Instagram que posteriormente eliminó. "Quiero que entendáis que nosotros, los rusos, no queremos esta guerra", declaraba entonces. "Ahora los civiles sufrirán, los rusos pobres sufrirán las sanciones y la élite rusa seguirá llenándose los bolsillos con nuestro dinero y recursos". Las represalias económicas no han tardado en llegar y la expulsión del sistema SWIFT a buena parte de las entidades financieras del país, seguida de la salida de la gran mayoría de las grandes compañías internacionales, comienza a tener consecuencias sobre su ciudadanía.

"El precio de manifestarnos es demasiado alto. No podemos hacer nada"

Así lo explica Roman, conocido por casi un millón de personas como NFKRZ en YouTube y Twitch, que, tras expresar su profundo rechazo al enfrentamiento a través de su cuenta de Instagram, abrió un canal de Telegram para detallar cómo están afectando las sanciones a su economía personal: "Algunas personas podrían pensar que es insensible hablar sobre mis finanzas en estos momentos, cuando la gente en Ucrania obviamente está sufriendo mucho más. Pero seamos honestos, si estuvierais en mi posición, también estaríais preocupados y frustrados", señalaba el youtuber, que contaba como Twitch había dejado de pagar a todos los rusos y cómo tampoco podía recibir el dinero que generaba en YouTube.

Ahora, con todos sus ahorros en dólares, la nueva orden ejecutiva del gobierno ruso sobre las actividades económicas en el extranjero le obliga a convertir el 80% de sus ingresos a rublos, sin comprender muy bien qué efectos tendrá esto en su vida. "No hay ningún consejo financiero decente para tomar en estos momentos", lamentaba a través de su canal de Telegram, una vía de comunicación a la que se han unido otros influencers por miedo a perder el acceso al resto de redes sociales, como ya ha sucedido con Facebook y Twitter, bloqueadas por el Kremlin.

placeholder Colas para usar un cajero automático en San Petersburgo. (Reuters/Anton Vaganov)
Colas para usar un cajero automático en San Petersburgo. (Reuters/Anton Vaganov)

Otros obstáculos para publicar en Internet ya han afectado a Ivan, goprussian en TikTok, cuyo vídeo denunciando la invasión fue retirado por presuntamente violar las políticas de la plataforma, para finalmente ser restaurado en su perfil.

El influencer considera innegable la efectividad de las redes para expresar opiniones y oponerse al gobierno, y señala a este periódico la existencia de dos realidades diferentes en Rusia: "Por un lado, está el mundo real, y por otro, están las fantasías de Putin. La propaganda del gobierno ruso es muy profesional y han estado engañando a la gente durante años".

Kurnaeva comparte las mismas impresiones sobre la posición de su "burbuja", en la que observa que "todo el mundo está en contra de la guerra"; sin embargo, aclara que es consciente de que hay mucha gente a la que "la televisión le ha lavado el cerebro y que apoya la invasión".

Foto: Foto: EFE/Sergey Dolzhenko.

A pesar de estas percepciones "nadie esperaba que esto sucediera", como dice Ivan, "Incluso nos reíamos de las declaraciones sobre la posibilidad de una guerra inminente que hacía Estados Unidos, nos parecía estúpido y absurdo". Todos estos jóvenes comparten la sorpresa, la incertidumbre y la vergüenza que el conflicto ha provocado sobre muchos ciudadanos rusos. "Quiero disculparme con Ucrania. Me siento culpable por todo esto, no hemos podido pararlo".

Ante la impotencia de no poder evitar las acciones del Kremlin, los influencers solo esperan que el resto del mundo entienda una cosa: "No somos nuestro gobierno. Ya tenemos mala reputación en Occidente y siento que ahora la gente nos odiará aún más. Pero, por favor, comprended que estamos indefensos ante esta situación", ruega Natasha.

La tarde del 24 de febrero Niki Proshin recorrió las calles de San Petersburgo, móvil en mano, emitiendo en directo a través de TikTok imágenes de la primera gran protesta contra el gobierno de Vladímir Putin por la invasión de Ucrania. Con una audiencia, en su mayoría extranjera, de más de 763.000 personas, este influencer ruso ha encontrado en las redes sociales una manera de expresar su rechazo a la guerra: "Como creador de contenido, trato de transmitir lo que personalmente experimento", señala Proshin a El Confidencial. "Creo que lo que hacemos en las redes sociales ayuda a mantener la conexión entre personas de todo el mundo y la gente de Rusia".

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