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Los pronósticos de dos generales españoles sobre lo que viene en Ucrania
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UNA GUERRA QUE PUEDE ENQUISTARSE

Los pronósticos de dos generales españoles sobre lo que viene en Ucrania

Para diseccionar la situación, comprender qué ha sucedido y qué es lo que viene, conversamos con Pedro Pitarch y Fernando Alejandre Martínez

Foto: Civiles entrenan el lanzamiento de cócteles molotov en Zhytomyr, Ucrania. (Reuters/Viacheslav Ratynskyi)
Civiles entrenan el lanzamiento de cócteles molotov en Zhytomyr, Ucrania. (Reuters/Viacheslav Ratynskyi)

El jueves 24 de febrero, al filo del amanecer, el presidente Vladímir Putin anunció una “operación militar especial” para “limpiar de nazis” Ucrania. Minutos después, el Ejército ruso dio inicio a una ofensiva a gran escala con fuego naval, misiles balísticos y artillería pesada apuntando a ciudades clave e infraestructuras militares y estratégicas. En paralelo, columnas de soldados y blindados avanzaban por varias fronteras materializando la amenaza del mayor conflicto en Europa desde el fin de la II Guerra Mundial. La invasión parecía entonces cuestión de días.

Ha pasado una semana y las perspectivas son diferentes. Rusia todavía tiene una superioridad militar —terrestre y aérea— aplastante, pero ha perdido ‘momentum’, mientras sufre la creciente presión económica de unas históricas sanciones occidentales. Mientras, las fuerzas de defensa ucranianas no parece que vayan a desmoronarse ante el empuje ruso. El conflicto ha entrado en una fase más letal, con una mayor intensidad en los ataques aéreos y la inminencia de una violenta guerra urbana. Todo apunta a que la guerra puede enquistarse.

Para diseccionar la situación, comprender qué ha sucedido y qué es lo que viene, conversamos con Pedro Pitarch, teniente general (retirado) del Ejército de Tierra, comandante general del Cuerpo de Ejército Europeo (2007-2009) e investigador en temas de defensa; y con el general Fernando Alejandre Martínez, jefe del Estado Mayor de la Defensa (jemad) entre 2017 y 2020 y quien acaba de publicar ‘Rey servido y patria honrada’.

Foto: Imágenes de satélite del convoy militar ruso de más de 60 km hacia Kiev. (Getty/Maxar)

¿Por qué la invasión no va como Putin había planeado?

El Ejército ruso comenzó la invasión de Ucrania en tres frentes. El objetivo de esta “operación militar especial” era derrocar al presidente Volodímir Zelenski con una toma relámpago de Kiev en el norte y conseguir un corredor terrestre entre Crimea en el sur y los territorios del Donbás en el este, ambos controlados por fuerzas rusas. Pero al tercer día ya había quedado claro que esta operación había fracasado y que la resistencia ucraniana no se iba a desmoronar como apostaba el Kremlin.

General Pedro Pitarch: El objetivo de Putin era completar una campaña rápida y este retraso está actuando en su contra. Puede ser un error de la Inteligencia al valorar la potencial reacción ucraniana o puede ser un error de Putin al no aceptar el criterio de sus servicios de inteligencia. O, simplemente, puede estar produciéndose una pausa para acometer un cambio de fase, para relevar unidades desgastadas, para reaprovisionarlas y (re)municionarlas.

Foto: Mapa del avance ruso en el sur (Laura Martín)

¿Está paralizado el Ejército ruso por problemas logísticos?

Para el cuarto día de la invasión, había quedado claro que algo no iba según lo previsto. Como las tropas medias y ligeras despachadas a la capital fueron repelidas en el asalto, Putin comenzó a movilizar al resto de las tropas que tenía acumuladas en la frontera (a día de hoy, más de un 80% de los 190.000 efectivos ya estarían en territorio ucraniano). Pero, en lugar del despliegue eficiente que se le presuponía a las entrenadas tropas rusas, estamos viendo a sus unidades sufrir para reagruparse sobre el terreno.

General Fernando Alejandre Martínez: Que un Ejército se quede sin combustible o sin comida en los primeros días de una invasión no es normal. Es una metedura de pata. Cuando se hace una operación como esta, tienes que prever los retrasos y el aumento del consumo de tus carros de combate y demás vehículos. Igual ocurre con la munición o con la comida. Me parece muy de principiante y a lo mejor se trata de una campaña de desinformación, porque me cuesta creer que el Ejército ruso se meta en un berenjenal como este y que para recorrer 130 kilómetros tengan que parar porque no llevaban suficiente combustible.

Hay muy pocos precedentes. En la Segunda Guerra Mundial, el Kampfgruppe Peiper en la Batalla de las Ardenas tenía como misión llegar hasta Amberes con sus divisiones acorazadas. Y se quedó a mitad de camino porque no previeron que los americanos iban a volar todos los puentes, a cerrar las carreteras. A causa de esto, tuvieron que empezar a hacer desvíos y lo que eran 15 km se convirtieron en 60. No llevaban combustible suficiente, se quedaron en mitad de Bélgica y tuvieron que volver a pie.

Entonces, ¿Moscú estaba conteniendo a su Ejército?

Los analistas y expertos militares concluyen que el despliegue progresivo de las fuerzas de ocupación muestra que, incluso con el error de cálculo, la estrategia de guerra relámpago estaba acompañada de un esfuerzo de contención deliberada. En las primeras jornadas de la guerra, los rusos no hicieron uso de todo su poderío aéreo y terrestre. ¿Por qué?

General Pedro Pitarch: Hay tres razones por las cuales Putin está conteniendo a su Ejército. La primera, práctica: es la necesidad de preservar un negociador, en este caso el Gobierno ucraniano, si se quiere tener una salida negociada, algo que no podemos descartar. La segunda, técnica: deriva de tener que enfrentarse a operaciones urbanas, que son mucho más complejas que las de campo abierto. Estas demandan una “especialización” de los atacantes por la limitación de movimientos y de campos de visión, por la menor efectividad de las armas pesadas, por el desconocimiento de la infraestructura subterránea, por la proliferación de francotiradores, trampas explosivas y artefactos “caseros”. Todo ello conlleva una previsión elevada de bajas propias. La tercera razón, emocional: entrar y arrasar Kiev, que es la raíz de las tres Rusias (Ucrania, Rusia y Bielorrusia), sería una monstruosidad histórica y un atentado contra el alma rusa que Putin no puede desconocer. Este conflicto tiene muchos rasgos de guerra civil.

placeholder Fernando Alejandre Martínez (i) durante una ofrenda floral en Estados Unidos, en 2018. (EFE/Michael Reynolds)
Fernando Alejandre Martínez (i) durante una ofrenda floral en Estados Unidos, en 2018. (EFE/Michael Reynolds)

¿El objetivo sigue siendo Kiev?

A partir del quinto día de ofensiva, los rusos hicieron evidente su cambio de táctica y redoblaron la intensidad de los bombardeos, especialmente en el norte sobre Járkov —la segunda mayor ciudad del país con 1,8 millones de habitantes— y contra Kiev. Por su peso simbólico, logístico y militar, la capital sigue siendo un objetivo prioritario para Putin. Desde hace días, un gigantesco convoy ruso se está concentrando a pocos kilómetros de la ciudad, mientras fuerzas rusas toman posiciones tratando de rodear la urbe, sometida a un intenso fuego de artillería y mortero. Sin embargo, el asalto definitivo por tierra no se ha producido todavía.

General Fernando Alejandre Martínez: No tengo muy claro qué es lo que Putin pretende, pero hay una cosa que tenemos que tener en cuenta. Una ciudad como Kiev no se domina de la noche a la mañana. Para conseguirlo, tienes que provocar una matanza. Eso puede ser un verdadero problema para Rusia y puede acabar devastando una ciudad como Kiev.

Foto: Tasas de cambio en San Petersburgo. (EFE/Anatoly Maltsev)

¿Cómo cree que va a evolucionar la guerra ahora?

Pese a que las tropas rusas apenas han logrado tomar una ciudad relevante ucraniana, se han expandido en varios ejes simultáneos y ya controlan largas porciones de territorio, especialmente en el sur y el este. Cuando caiga el enclave portuario de Mariúpol —que está siendo asediado desde hace días por tropas rusas— la ocupación logrará crear un corredor terrestre entre la península de Crimea (anexionada por Rusia en 2014) con las autoproclamadas repúblicas populares del Donbás (prorrusas y recientemente reconocidas por Moscú). Este movimiento podría desequilibrar la guerra.

General Pedro Pitarch: A partir de ahora, lo lógico sería tratar de consolidar esos objetivos para mantener la “línea de partición” Járkov-Dnitropetrov-río Dniéper-Jersón y pasar a otra fase en dos nuevos esfuerzos. Uno, de Jersón hacia Odesa (combinado, tal vez, con una operación anfibia), y otro hacia Mariúpol (sin descartar tampoco un esfuerzo anfibio). La finalidad de esta fase sería dar continuidad rusa a la línea Odesa-Jersón-Mariúpol que denegaría a Ucrania el acceso al mar, ¡nada menos!, y convertiría, 'de facto', el mar de Azov en un “lago” ruso, así como aseguraría, tras una operación de limpieza (lo siento, pero se llama así), todos los territorios al este de esa “línea de partición”.

Si la guerra no va a ser rápida, ¿es factible que los rusos ocupen Ucrania?

La ocupación se hace cada día más extensa. Pero, con una victoria rápida de los rusos descartada, muchos se preguntan cuánto tiempo puede aguantar el invasor, cuya economía —ya venía arrastrando problemas estructurales, agravados por la crisis de la pandemia— se enfrenta ahora una avalancha de sanciones occidentales sin precedentes.

General Fernando Alejandre Martínez: No creo que controlar Ucrania vaya a ser sencillo para los rusos. Estamos hablando de un país que es del tamaño de Francia, con 46 millones de habitantes. Habría sido relativamente sencillo controlar zonas orientales donde hay simpatizantes, permitir que los que se sientan ucranianos se marchen y establecer un control con tus aliados. Pero ahora mismo hay incluso zonas consideradas más cercanas a Rusia, como la ciudad de Járkov, donde ni siquiera los prorrusos están mostrándose partidarios a esta invasión. Nos quedan unos días para saber qué va a pasar, pero desde luego que ocupar un país de esas de esa entidad va a ser duro.

General Pedro Pitarch: No creo que los planes de Moscú pasen por ocupar toda Ucrania. No tiene capacidad para ello, a no ser que quieran abandonar sus intereses de seguridad en otros teatros. Tampoco hay que olvidar que su extensión territorial llega sin solución de continuidad hasta el Pacífico. Lo difícil no es llegar a los sitios, sino mantenerse allí, porque al día siguiente tiene que haber luz, servicio de agua, limpieza, comida para la gente, etcétera.

Foto: Sarkozy y Putin en 2008. (EFE/Lucas Dolega)

¿Cuánto tiempo puede durar la ofensiva rusa?

El factor clave ahora para valorar las probabilidades de éxito de la invasión es el tiempo. Occidente ha desatado una oleada de sanciones sin precedentes contra el Kremlin que amenaza a la derrengada economía rusa y hacen más difícil sostener el esfuerzo de la guerra. Cuánto más tiempo aguanten los ucranianos, más difícil será para Moscú alimentar la intensidad del frente.

General Fernando Alejandre Martínez: Se habla de que Rusia tiene recursos para mantener este esfuerzo en torno a un mes, pero eso no es nada para la ocupación militar de un país. Puedes hacer una operación concreta, pero a continuación tienes que marcharte, porque, si no, se convierte en una campaña de desgaste y empiezan a surgir problemas en la retaguardia, problemas de guerrillas… Se te puede convertir en un Afganistán. Me extraña mucho que el Estado Mayor ruso, que tiene tan frescas las lecciones que aprendieron en Afganistán y que nos las ha estado insuflando durante todo el tiempo que la OTAN estuvo desplegado en Afganistán, haya caído ahora en su propia trampa. No lo puedo entender. Por eso hay que esperar un par de semanas para ver cuál es la verdadera intención de Putin en esa acción hacia el tiempo.

placeholder Pedro Pitarch (d) junto a Josep Borrell en 2009. (EFE)
Pedro Pitarch (d) junto a Josep Borrell en 2009. (EFE)

¿Esto le viene mal a los objetivos estratégicos de España?

La invasión de Ucrania ha hecho saltar por los aires las agendas estratégicas de Occidente, incluyendo la de Moncloa. La diplomacia española venía trabajando para que la cumbre de la OTAN que se celebra este año en Madrid sirviera para que la Alianza pusiera más énfasis en los riesgos del Sahel y el Magreb. Pero la agresión de Putin hace prever que los aliados se vuelquen, aún más, en el flanco este.

General Pedro Pitarch: Que la OTAN mire al este no es bueno para los intereses de España. La mayor amenaza directa para nuestro país no viene del este sino del sur. Parecía que EEUU y la OTAN (perdón por la redundancia) querían desengancharse progresivamente de Europa. Habían empezado a atender algo más a los problemas africanos. Ahora, lógicamente, tienen que retornar su atención prioritaria al este. Repito que eso no es bueno para España.

Foto: Volodímir Zelensky, ante la Asamblea General de la ONU. (Getty/Drew Angerer)

¿Puede contagiarse el conflicto a otros países de Europa?

Analistas advierten que hay flancos donde la guerra podría afectar a otros países de Europa con consecuencias imprevisibles. ¿Hay peligro de que esta situación escale y afecte a otros países? Se habla por ejemplo de la entrada de vehículos y tanques rusos en Lituania procedentes de Kaliningrado y destino a Ucrania, vía Bielorrusia. También Ucrania ha pedido un espacio de exclusión aérea para evitar los bombardeos rusos. ¿Qué otras situaciones podrían desembocar en un enfrentamiento con la OTAN?

General Fernando Alejandre Martínez: No creo que el conflicto salga de las fronteras de Ucrania. Nadie en su sano juicio piensa que pueda ocurrir porque, si fuera así, estaríamos probablemente a las puertas de la Tercera Guerra Mundial o algo peor, una guerra nuclear. No creo que Putin calcule tan mal. Pero no lo sé. El único que sabe lo que piensa Putin es Putin.

¿Está de verdad la amenaza nuclear sobre la mesa?

La inesperada resistencia ucraniana y la presión internacional hicieron que Rusia perdiera el control del relato. Muestra de la contrariedad del Kremlin, el presidente ruso llegó a poner en alerta sus fuerzas estratégicas de disuasión —que incluyen al arsenal nuclear—. ¿Es un farol?

General Pedro Pitarch: La clave de la disuasión nuclear se llama credibilidad. ¿Dispone Rusia de armas nucleares? La respuesta es sí. ¿Tiene capacidad tecnológica para lanzarlas? La respuesta vuelve a ser afirmativa. Entonces, la hipótesis de su empleo no puede descartarse. ¿Quién sabe lo que puede pasar por la cabeza de un iluminado?

El jueves 24 de febrero, al filo del amanecer, el presidente Vladímir Putin anunció una “operación militar especial” para “limpiar de nazis” Ucrania. Minutos después, el Ejército ruso dio inicio a una ofensiva a gran escala con fuego naval, misiles balísticos y artillería pesada apuntando a ciudades clave e infraestructuras militares y estratégicas. En paralelo, columnas de soldados y blindados avanzaban por varias fronteras materializando la amenaza del mayor conflicto en Europa desde el fin de la II Guerra Mundial. La invasión parecía entonces cuestión de días.

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