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Los presos occidentales en Irán, víctimas de "juegos políticos"
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Canjes y concesiones

Los presos occidentales en Irán, víctimas de "juegos políticos"

Al menos una docena de ciudadanos con doble nacionalidad iraní cumplen penas de prisión en Irán acusados de espionaje o propaganda contra el sistema

Foto: 43 aniversario de la revolución islámica en Irán (EFE/Abedin Taherkenareh)
43 aniversario de la revolución islámica en Irán (EFE/Abedin Taherkenareh)

Al menos una docena de ciudadanos con doble nacionalidad iraní cumplen penas de prisión en Irán acusados de espionaje o propaganda contra el sistema, mientras la comunidad internacional considera que son usados por Teherán para lograr concesiones o canjes de presos.

Espionaje, propaganda contra el sistema y colusión contra la seguridad nacional son los cargos más comunes que han llevado entre rejas a la británica-iraní Nazanin Zaghari-Ratcliffe, al iraní-estadounidense Baquer Namazi o al francés Benjamin Brière, uno de los pocos presos con una sola nacionalidad.

Foto: Manifestación de miembros del Consejo Nacional de Resistencia de Irán (NCRI) en Berlín el año pasado. (EFE)

Teherán, que no reconoce la doble nacionalidad, defiende que su sistema judicial es independiente y justo. Pero Washington, Londres, París y Amnistía Internacional han denunciado que estas personas son “peones políticos”, condenadas por acusaciones "totalmente arbitrarias” y víctimas de “crueles juegos políticos”.

Así, al menos cuatro ciudadanos estadounidenses se encuentran presos en Irán: Baquer Namazi, su hijo Siamak Namazi, Emad Shargi y Morad Tahbaz.

Baquer, de 84 años, fue condenado a diez años de cárcel en 2016 por espionaje, tras viajar a Irán para tratar de liberar a su hijo Siamak, condenado a la misma pena por igual motivo. Por su parte, el empresario Emad Shargi fue condenado a 10 años de prisión por espionaje en 2020, mientras que Morad Tahbaz, que también tiene nacionalidad británica, fue sentenciada en 2019 a 10 años por colusión contra la seguridad nacional y espionaje. Estados Unidos pidió este martes la liberación de todos ellos, una vez más.

400 millones

También se encuentran encarcelados al menos tres ciudadanos británico-iraníes por cargos relacionados con la seguridad nacional, como son Anoosheh Ashoori, Mehran Raoof y Zaghari-Ratcliffe.

El caso de Zaghari-Ratcliffe es un “cruel juego político”, según Amnistía Internacional, y para su familia es una cuestión de dinero. La empleada de la Fundación Thomson Reuters fue detenida en 2016 durante una visita familiar a Teherán y condenada a cinco años por conspirar para derrocar al Gobierno iraní. Al acabar esa pena, fue condenada en 2021 a un año más de prisión por propaganda contra el sistema teocrático iraní.

Su familia insiste en que todo se debe a una deuda que el Reino Unido tiene con Irán desde hace más de cuarenta años, cuando el sah Mohamad Reza Pahlaví compró 1.500 tanques por valor de 400 millones de libras esterlinas que nunca fueron entregados. Richard Ratcliffe, su marido, llevó a cabo una huelga de hambre en noviembre frente al Ministerio de Asuntos Exteriores británico como protesta por la situación, en vano.

Foto: Richard Ratcliffe, esposo de la británica de origen iraní Nazanin Zaghari-Ratcliffe. (EFE)

El último caso de una condena a un occidental fue el del francés Benjamin Brière sentenciado en enero a ocho años de cárcel por espionaje por tomar fotografías con un dron cerca de la frontera iraní con Turkmenistán y a ocho meses por propaganda contra el régimen. Uno de sus abogados, Saeid Dehghan, dijo entonces a Efe que durante el proceso judicial se habían producido decisiones “ilegales”, como fue la transferencia de tribunal a última hora y el cambio de los cargos una vez finalizado el caso.

A Briere se suma otra ciudadana francesa. La antropóloga franco-iraní Fariba Adelkhah fue condenada en 2020 a cinco años de prisión por "colusión para atentar contra la seguridad nacional" y desde octubre de 2021 se hallaba bajo arresto domiciliario en Teherán. En enero fue encarcelada de nuevo por violar su arresto domiciliario "docenas de veces”.

A estos presos se suman al menos el austríaco-iraní Kamran Ghaderi, la iraní-alemana Nahid Taghavi y el sueco-iraní Ahmad Reza Jalali. En realidad se desconoce el número real de presos con doble nacionalidad encarcelados en Irán.

Intercambios de presos

Los intercambios de presos con Irán son comunes.

En febrero de 2020, Teherán y Berlín intercambiaron dos presos, un mes más tarde se produjo una situación similar con París y en junio de ese año Teherán permitió la salida de un estadounidense a cambio de la liberación de un iraní, entre otros casos.

Irán ha afirmado ahora que está preparado para realizar un intercambio de presos como parte de un posible acuerdo para salvar el pacto nuclear de 2015, que limitaba el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de sanciones.

En 2015 Irán liberó a cinco estadounidenses y Estados Unidos a siete iraníes como parte del acuerdo nuclear original.

Cuando parece que las negociaciones para salvar el pacto atómico llegan a su fin, la situación podría repetirse.

Al menos una docena de ciudadanos con doble nacionalidad iraní cumplen penas de prisión en Irán acusados de espionaje o propaganda contra el sistema, mientras la comunidad internacional considera que son usados por Teherán para lograr concesiones o canjes de presos.

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