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El cineasta y los misioneros: mucho cariño para retratar la cara más cruel
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Un documental al año

El cineasta y los misioneros: mucho cariño para retratar la cara más cruel

Raúl de la Fuente lleva 13 años grabando documentales para Misiones Salesianas. Han documentado la cárcel más dura de Sierra Leona o a los niños de la calle en Angola

Foto: Interior de una celda en la cárcel de Pademba Road en Freetown, Sierra Leona. (Alberto López/Misiones Salesianas)
Interior de una celda en la cárcel de Pademba Road en Freetown, Sierra Leona. (Alberto López/Misiones Salesianas)

"Mi padre me dijo: nunca más aparezcas en esta casa. El día que aparezcas, te corto la cabeza". Con estas palabras empieza el corto que dio origen a la relación del cineasta Raúl de la Fuente con Misiones Salesianas. Las pronuncia Tiago, uno de los niños de la calle angoleños que protagonizan el trabajo diario de los misioneros en Luanda. El documental ‘Rua Don Bosco’ fue el resultado de un acuerdo de colaboración amistosa al que llegaron De la Fuente y su productora, Amaia Remírez, con los salesianos. “Ellos nos ayudaron a sobrevivir y nosotros les hicimos los primeros trabajos documentales, unos 'spots' de trabajo con los niños de la rúa. Así surgió el primer trabajo cinematográfico”.

Luanda era la capital más cara del mundo. Corría el año 2009, Angola acababa de celebrar sus primeras elecciones tras la guerra civil que siguió al final de la ocupación portuguesa en los años setenta y allí quería viajar el director para llevar a cabo el proyecto que terminó dándole su segundo Goya: la película de animación ‘Un día más con vida’, que recrea las peripecias del reportero y escritor polaco Ryszard Kapuscinski en el país africano durante la descolonización. Pero necesitaba una organización que pudiera darle alojamiento y manutención, que le guiara en “un país muy complejo, con muchos obstáculos que sortear y muy poca gente que lo conociera”, recuerda ahora De la Fuente en conversación con El Confidencial.

placeholder Instante de la grabación en la cárcel de Pademba Road. (Alberto López/Misiones Salesianas)
Instante de la grabación en la cárcel de Pademba Road. (Alberto López/Misiones Salesianas)

Desde entonces, De la Fuente ha pasado por países como Togo, Benín, Costa de Marfil, Sierra Leona, Uganda, Colombia o Haití, cuyo nexo común es un pasado, y a menudo un presente, convulso; lugares difíciles, donde un recién llegado cámara en mano está perdido si lo que quiere es retratar algo parecido a la realidad, salvo que cuente con la ayuda y experiencia de quien convive con ella día a día. En todos trabajan las Misiones Salesianas. Y hasta cada uno de ellos ha viajado el cineasta para retratar el trabajo de los misioneros frente a la cara más cruel del mundo.

Un documental al año

Un año después de conocerse en Luanda, el entonces procurador de los salesianos, Agustín Pacheco, llamó a De la Fuente: “Oye, Raúl, ¿te irías a Haití el lunes con un compañero a filmar lo que hacemos allí?”. Habían pasado unos meses desde el terremoto que dejó 200.000 muertos y más de 300.000 heridos en la isla el 12 de enero de 2010. De aquel fatídico día y los que vinieron después salió ‘El despertar de Haití’, un documental sobre la reconstrucción de la sociedad haitiana, que aún hoy vive en el país más pobre de toda la región. “Nunca comprenderé por qué sobreviví, justo al lado de más de 100 niños de nuestras escuelas que murieron”, rememora uno de los misioneros durante el documental.

La grabación, además de evitar que la tragedia haitiana cayera en el olvido, sirvió para afianzar la relación entre director y salesianos. “Desde entonces, hacemos un documental al año. Ellos, Misiones Salesianas, idean la campaña de cada año y sobre qué tratará el documental y nosotros los hacemos con muchísimo cariño después de más de 10 años de amistad”, explica De la Fuente.

“Cuando Raúl empezó con nosotros, no había ganado un Goya. Empezó siendo uno más y ha trabajado con nosotros siendo uno más”, destaca Alberto López, portavoz de Misiones Salesianas y encargado de coordinar las grabaciones junto a De la Fuente desde 2016. Fue entonces cuando el proyecto ganó envergadura y comenzaron las giras que proyectan los documentales por toda España y parte de Europa con algunos de sus protagonistas. Pero antes ya habían contado historias desconocidas para la mayoría, como la de los niños 'dit sorcier' en Togo (y en otros países subsaharianos, desde Nigeria a la República Democrática del Congo), abandonados y torturados por ser considerados brujos capaces de devorar las almas de los demás: "Salen cuando cae el sol. Los ves tumbados, pero han salido de su cuerpo para ir a comer", asegura uno de los habitantes de Kara, al norte de Togo, ante la cámara de De la Fuente en el documental 'Yo no soy bruja'.

placeholder Instante de la grabación del documental 'Libertad'. (Alberto López/Misiones Salesianas)
Instante de la grabación del documental 'Libertad'. (Alberto López/Misiones Salesianas)

La voluntad de informar, concienciar y seguir denunciando dramas humanitarios llevó al equipo a visitar a los misioneros de Sierra Leona en 2017, tras un primer viaje de prospección en 2015 que dejó en López una sensación de 'shock' tras visitar la cárcel de Pademba Road. "Si esto pudiéramos contarlo...", recuerda haber dicho López a los misioneros entonces. La ONU sitúa el país de África Occidental en el puesto 182 de 189 de su último índice de desarrollo humano y casi el 57% de la población vive por debajo de umbral de la pobreza, según datos del Banco Mundial fechados en 2018, consecuencia de más de una década de guerra civil que terminó en 2002, pero se sigue sintiendo. En 2014, la epidemia del ébola devolvió fugazmente el país a los titulares.

“Sierra Leona es el destino que tengo más reciente, más cercano. Un país con el que tengo muchísima relación, muchísimo cariño y que ha tenido una presencia importante en esta historia entre los salesianos y yo”, destaca De la Fuente.

Allí grabaron las imágenes de dos de sus últimos documentales. ‘Love’, estrenado en 2018, muestra las consecuencias de la prostitución infantil en Sierra Leona, un país con una de las tasas de partos adolescentes más alta del mundo (112,8 por cada 1.000 mujeres entre 15 y 19 años de edad, según datos recogidos por el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas). Una de las protagonistas, Augusta, pudo viajar a Europa para participar en la gira de presentación que llevó el documental hasta el Parlamento Europeo, pero, "por desgracia, murió el año pasado de sida por miedo a ir al hospital y contagiarse de coronavirus", relata López. El dinero recaudado con la campaña que acompañó a la película pudo reinvertirse en la construcción de un nuevo centro para menores.

El segundo documental en Sierra Leona, ‘Libertad’, adelantó su estreno al pasado otoño por la imposibilidad de viajar durante la pandemia a alguno de los lugares que aún tienen en la lista de pendientes. En él retratan la vida en la cárcel de Pademba Road, en Freetown, “uno de los espacios más chocantes que me ha tocado vivir como cineasta”, subraya De la Fuente. El presidio, que fue construido en 1914 por el gobernador de la colonia británica y pensado para 220 reclusos, tiene cuatro pabellones de dos plantas en los que hay más de 1.900 personas encerradas hoy, entre ellas menores pendientes de juicio meses después de ser acusados de delitos como robar un móvil. Las celdas, concebidas para una o dos personas, llegan a estar ocupadas por hasta 30 hombres durante más de 14 horas al día en las que tienen que sobrevivir sin agua, saneamiento ni luz. “Sierra Leona es el país del revés, aquí una persona se presume culpable hasta que se demuestra inocente”, resume el misionero Jorge Crisafulli en el documental.

placeholder Cárcel de Pademba Road en Freetown, Sierra Leona. (Alberto López/Misiones Salesianas)
Cárcel de Pademba Road en Freetown, Sierra Leona. (Alberto López/Misiones Salesianas)

Preguntado ahora por la razón detrás de que fueran los salesianos y no otra organización con quienes empezara a trabajar hace 13 años, De la Fuente reconoce que no había conocido a un misionero en su vida hasta que pisó Angola. Como documentalista, ha descubierto que “ellos tienen un acceso a la realidad en la que trabajan, viven y sufren, muy directo y muy cercano. Al día siguiente de bajarme del avión, estoy grabando”, resalta. Un ejemplo: desde 2013, los salesianos son los únicos que consiguen entrar en la cárcel de Pademba Road. Y, además, el lado humano. “Poca gente puede decir que haya salvado siquiera una vida. Y, sin embargo, son seres humanos plenos y felices, sin ningún tipo de moralina. Esto no tiene nada que ver con mis creencias personales”. Todos los documentales están disponibles de forma gratuita en el canal de YouTube de Misiones Salesianas, uno de los secretos mejor guardados en la plataforma.

"Mi padre me dijo: nunca más aparezcas en esta casa. El día que aparezcas, te corto la cabeza". Con estas palabras empieza el corto que dio origen a la relación del cineasta Raúl de la Fuente con Misiones Salesianas. Las pronuncia Tiago, uno de los niños de la calle angoleños que protagonizan el trabajo diario de los misioneros en Luanda. El documental ‘Rua Don Bosco’ fue el resultado de un acuerdo de colaboración amistosa al que llegaron De la Fuente y su productora, Amaia Remírez, con los salesianos. “Ellos nos ayudaron a sobrevivir y nosotros les hicimos los primeros trabajos documentales, unos 'spots' de trabajo con los niños de la rúa. Así surgió el primer trabajo cinematográfico”.

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