Dimite el principal líder de la oposición en Japón tras su derrota en las elecciones

El líder del Partido Democrático Constitucional de Japón (PDCJ), Yukio Edano, ha anunciado este martes que dimitirá tras su derrota en las elecciones legislativas, donde su partido, la principal fuerza opositora, solo consiguió 96 escaños.

"No soy lo suficientemente fuerte (...) fue un resultado muy decepcionante", ha expresado ante la junta directiva de la formación social-progresista en explicaciones sobre su decisión de renunciar al cargo, recoge la cadena NHK.

Asimismo, ha calificado como "lamentable" el que la formación haya perdido escaños y ha pedido disculpas por ello. En concreto, el PDCJ se hizo con 96 escaños, menos que los 101 que alcanzó en los anteriores comicios, pese a que esta vez unificaba candidatos con otros grupos opositores, como el Partido Comunista.

La bancada del Partido Liberal Demócrata (PLD) obtuvo en las elecciones del domingo 261 escaños de un total de 465 en la Cámara Baja del Parlamento --llamado también Dieta--, mientras que su socio, el partido Komeito, socio del PLD, se hizo con 32 escaños.

Por otro lado, el secretario general del PDCJ, Tetsuro Fukuyama, ha manifestado también su intención de dimitir para asumir la "responsabilidad" del resultado, según recoge la agencia japonesa Kiodo.

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"Estoy lleno de pesar por no haber podido dar la bienvenida al Parlamento a muchos de nuestros colegas. Mi corazón está preparado. Pronto anunciaremos un camino a seguir para nuestro partido", ha avanzado a través de su perfil de Twitter.

Tras su victoria en las legislativas, el PLD y Komeito se sitúan por encima de lo que en jerga política japonesa se conoce como "mayoría absoluta estable" de 261 escaños, que garantiza al Ejecutivo la presidencia de todas las comisiones parlamentarias y la tramitación franca de cualquier proposición de ley.

"Estoy lleno de pesar por no haber podido dar la bienvenida al Parlamento a muchos de nuestros colegas. Mi corazón está preparado"

Estos resultados han frustrado las expectativas del PDCJ, que aspiraba a romper el dominio político del PLD, que ha gobernado Japón de manera casi ininterrumpida desde 1955.