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Por qué la salida de Afganistán no ha sido un fracaso europeo
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EUROPEAN COUNCIL ON FOREIGN RELATIONS

Por qué la salida de Afganistán no ha sido un fracaso europeo

Las críticas a la supuesta inoperancia de Europa en Afganistán pasan por alto que los europeos estaban allí ante todo para apoyar a EEUU

Foto: Fuerzas talibanas controlan los accesos al aeropuerto Hamid Karzai. (Reuters)
Fuerzas talibanas controlan los accesos al aeropuerto Hamid Karzai. (Reuters)

La guerra en Afganistán ha terminado, al menos para las fuerzas armadas occidentales. Esta semana se han retirado las últimas tropas estadounidenses y con ellas los soldados europeos. En Europa, la caótica retirada y las espeluznantes imágenes de personas aferradas a los aviones que despegaban del aeropuerto de Kabul han provocado un intenso rechazo y un renovado debate sobre las capacidades militares europeas.

Yo sería la primera en denunciar el estado de las capacidades militares y de defensa europeas. He defendido que los europeos, y especialmente los alemanes, no deberían dejar de lado los objetivos de defensa de la UE. He advertido que los esfuerzos de defensa común podrían tener problemas dada la política de neutralidad militar de varios Estados europeos. Creo que se debería invertir más en defensa, y ser capaces de hacer más sin Estados Unidos, sin dejar de ser socios cercanos y miembros fiables de la OTAN. Europa no habría podido continuar la operación de Afganistán sin EEEU, y no habría sido capaz de asegurar el aeropuerto de Kabul en el poco tiempo disponible. Por tanto, si la operación de Afganistán lleva a los europeos a abogar por una mayor capacidad militar europea, será una buena noticia.

Foto: Momento de la evacuación de España. (Reuters)

Sin embargo, el debate que está teniendo lugar ahora en Europa es erróneo. A pesar de sus deficiencias, la operación y la retirada de Afganistán no cuestionan las capacidades militares europeas. Tampoco representan un fracaso del objetivo de alcanzar una 'autonomía estratégica' de la Unión Europea. Los analistas sugieren que cuando Estados Unidos decidió abandonar Afganistán, Europa solo pudo observar, temerosa e impotente. La retirada, según este argumento, puso en peligro la credibilidad europea.

Pero esto es no entender la cuestión. El problema de Europa en Afganistán no era de capacidad. Puede que los europeos no tuvieran los medios necesarios, pero tampoco tenían la voluntad de permanecer en Afganistán más tiempo que Estados Unidos. La razón por la que Europa no ha continuado la misión en Afganistán sin Estados Unidos, y la razón por la que no aseguró el aeropuerto sin los estadounidenses, es que no quería hacerlo porque no tenía sentido.

A lo largo de los años, nosotros, al igual que muchos observadores estadounidenses, parecemos haber olvidado que la principal motivación de Europa para enviar soldados a Afganistán fue apoyar a Estados Unidos tras el 11-S. Se trataba de responder a la petición de ayuda de un aliado de la OTAN, tras la (primera y hasta ahora única) invocación de la cláusula de defensa mutua, el artículo 5. Sí, también había preocupación por posibles atentados en Europa. Y, especialmente en países como Alemania, a los esfuerzos en Afganistán se sumaron las preocupaciones por los derechos de las mujeres, las inquietudes humanitarias y las esperanzas de construir una nación nueva. Para muchos, estos factores eran fundamentales. Otros pueden haberlos utilizado como pretexto, ya que la perforación de pozos y la construcción de escuelas para niñas suelen ser más fáciles de vender a los electorados europeos.

Foto: Talibanes celebran en las calles de Kandahar, Afganistán. (EFE)

Pero, independientemente de la importancia de estas motivaciones adicionales, Europa no habría entrado en Afganistán sin Estados Unidos y sin que este se lo pidiera. Esto no significa que declaraciones como las que hizo en 2002 el entonces ministro de Defensa alemán, Peter Struck, afirmando que "la seguridad de Alemania se defiende en el Hindukush" fueran erróneas. Tenía todo el sentido estratégico y de seguridad apoyar a nuestro aliado más importante, cuyo paraguas (nuclear) nos ha mantenido a salvo durante décadas.

Había muy pocas razones para que los europeos se quedaran tras la salida estadounidense. Algunos, especialmente en el Reino Unido, han argumentado lo contrario (aunque la mayoría de estas voces estaban a favor de que continuara la operación dirigida por Estados Unidos). Pero en ningún momento ha habido en Europa una mayoría a favor de seguir en solitario. ¿Podrían los europeos haber continuado la misión sin Estados Unidos? Probablemente no de forma significativa. ¿Podrían haber asegurado el aeropuerto sin las tropas estadounidenses? Solo con tiempo suficiente para prepararse, lo que no era una opción. Debatamos sobre las capacidades de seguridad y defensa que aún le faltan a Europa, y abordémoslas. Pero no finjamos que Afganistán ha puesto a prueba seriamente esas capacidades, ya que en primer lugar no queríamos utilizarlas.

*Análisis publicado en el European Council on Foreign Relations por Ulrike Franke y titulado 'Why Afghanistan was not a failure of European strategic autonomy'

La guerra en Afganistán ha terminado, al menos para las fuerzas armadas occidentales. Esta semana se han retirado las últimas tropas estadounidenses y con ellas los soldados europeos. En Europa, la caótica retirada y las espeluznantes imágenes de personas aferradas a los aviones que despegaban del aeropuerto de Kabul han provocado un intenso rechazo y un renovado debate sobre las capacidades militares europeas.

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