El avión de Gadafi vuelve a estar operativo sobrevolando Europa

Muamar el Gadafi dirigió Libia durante cuatro décadas, convirtiéndose en uno de los dictadores más populares del mundo por su extravagancia. Vivía en mansiones llenas de todo tipo de lujos y se desplazaba en un avión privado que, aunque por fuera parecía una más de las aeronaves de la compañía libia Afriqiyah Airways, por dentro era muy diferente.

Ese avión, un Airbus A340, fue comprado en 1996 por Jefri Bolkiah, el hermano del Sultán de Brunéi conocido por su vida licenciosa. Se estima que se gastó más de 200 millones de euros en customizarlo a su antojo, aunque tuvo que venderlo 4 años después por un escándalo en su país. Se hizo con él el príncipe Al-Waleed bin Talal, un multimillonario de la familia real saudí que lo usó hasta que decidió cambiarlo por un modelo mejor.

Ahí entró en escena Gadafi, que compró este avión por algo más de 50 millones de euros, según la CNN. Sin embargo, su caída en 2011 fue también la de su imperio de lujo y su avión lo sufrió. El aeropuerto de Trípoli fue escenario de algunas de las batallas más duras de la guerra civil que sacude Libia desde hace una década y muchos aviones se vieron afectados por el fuego cruzado de ambos bandos.

Una odisea legal

La suerte quiso que el avión de Gadafi, aunque recibió varios impactos de bala, pudiera seguir siendo operativo. Por eso, se envió a reparar a Perpignan, ya que en esta localidad de la frontera franco-española hay una empresa dedicada a la reparación y mantenimiento de todo tipo de aeronaves. En 2013 el avión estaba preparado para volver a volar, aunque el gobierno provisional libio decidió quedarse con él y utilizarlo para sus desplazamientos.

El avión ha estado inmerso en varios procesos judiciales desde la muerte del dictador

Después comenzaron una serie de demandas que ha mantenido a esta aeronave en el centro de muchas disputas. Varios frentes judiciales entre Libia y diferentes empresas y países han llevado a que se interpusieran demandas con el objetivo de poder subastarlo y recuperar parte del dinero reclamado. Sin embargo, el avión nunca llegó a entregarse porque la justicia francesa decretó que el avión pertenecía a un país soberano y, por tanto, tenía inmunidad.

Ahora, el avión de Gadafi sigue en Perpignan, donde ha vuelto a ser reparado y donde el fotógrafo Clément Alloing ha conseguido fotografiarlo en el aire. Su matrícula, el 5A-ONE sigue pintada en el fuselaje y recuerda que ese avión que tantas vueltas ha dado en sus 25 años de vida perteneció, durante un tiempo, a un dictador. Por eso, hoy se le sigue conociendo como "el avión de Gadafi".