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Nevando, pero en el 'pub': los ingleses no perdonan el primer día de la desescalada
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Nevando, pero en el 'pub': los ingleses no perdonan el primer día de la desescalada

Desde primera hora de la mañana, los ingleses han llenado las terrazas de los bares y restaurantes, que, por primera vez en meses, vuelven a estar disponibles

Foto: Clientes del 'pub' Fox on the Hill celebran la reapertura de terrazas en Londres. (EFE)
Clientes del 'pub' Fox on the Hill celebran la reapertura de terrazas en Londres. (EFE)

“Ni aun en las más graves y urgentes ocasiones se dejan los ingleses arrebatar el privilegio de sus viejas y pintorescas costumbres, sus hábitos tradicionales y su delectación por todo lo ornamental”, señaló en su día el gallego Augusto Assía, el único cronista español en Londres durante la Segunda Guerra Mundial. Cuánta razón tenía. Durante el confinamiento del año pasado, abril fue uno de los meses más caluroso en mucho tiempo. Este lunes, sin embargo, gran parte de Inglaterra amanecía nevada. Pero las costumbres son las costumbres y por nada del mundo se podía arruinar el momento de la ansiada pinta en la terraza del 'pub' después de más de tres meses de abstinencia social por la pandemia. Unos copos de nieve y unas gélidas temperaturas no iban a minar la inauguración de la nueva fase de desescalada.

A las 8:37, en el Greyhound Inn en Buxton, un maestro de ceremonias, vestido con frac y pajarita blanca como manda la ocasión, iniciaba su discurso: “Ladies and gentlemen', como nación, tenemos la reputación de guardar siempre la calma y seguir adelante ante las adversidades. Hoy damos un nuevo paso hacia la normalidad. Con gran placer me congratula anunciar que la terraza del 'pub' vuelve a su actividad”. El gong no podía faltar. Tampoco el aplauso de los parroquianos para meter mano a los huevos con beicon, judías con tomate, pan con mantequilla y esa pinta que hoy sabía a gloria. En Surrey, un par de amigos aguantaban estoicos mientras la plaza se cubría de blanco por la nieve. Las costumbres son sagradas. Ya lo decía Assía.

Foto: Varias personas en Hyde Park. (Reuters)

El 'premier' Boris Johnson ha pedido este lunes a los británicos que “se comporten responsablemente” con este “nuevo paso hacia la libertad”, que implica la reapertura de las terrazas de 'pubs' y restaurantes, tiendas no esenciales, peluquerías y gimnasios en Inglaterra. Gales, Escocia e Irlanda del Norte tienen sus propias competencias y hoja de ruta.

En cualquier caso, aún continúan algunas restricciones sociales y los viajes por ocio al extranjero siguen vetados hasta mediados de mayo. Esto, siempre que los casos sigan bajando y la exitosa campaña de vacunación, que el martes comenzará a suministrar la primera dosis a los mayores de 40 años, siga cumpliendo sus objetivos. El plan es que, para finales de julio, toda la población adulta haya recibido ya el primer pinchazo. Más de siete millones cuentan ya con las dos dosis.

En Londres, el sol dio tregua a mediodía, por lo que hasta los pequeños espacios en las aceras estaban enormemente cotizados. “Tenemos 200 reservas cada día para toda la semana. La gente ha hecho las reservas desde hace semanas para desayunar, comer y cenar”, explica a El Confidencial el responsable de un 'pub' de Chiswick, al suroeste de la capital. El establecimiento tuvo que cerrar por la pandemia, pero ahora lo han abierto unos nuevos dueños, que han contratado a 30 camareros porque están convencidos de que, esta vez sí, “ya no habrá vuelta atrás”.

Foto: La vacuna es considerada en Reino Unido como un símbolo de triunfo en la era post Brexit. (Reuters)

A largo de los próximos siete días, se estima servir hasta 15 millones de pintas de cerveza. En cualquier caso, según la Asociación de Pubs Británicos, solo el 40% de los establecimientos está en condiciones de reabrir, al contar con espacio al aire libre. Las zonas de interior permanecerán clausuradas hasta el 17 de mayo.

Johnson había dicho que nada se interpondría en su camino para disfrutar de una pinta este lunes. Sin embargo, el primer ministro ha tenido que posponer sus planes, ya que todo Westminster se encuentra esta semana de luto por la muerte del duque de Edimburgo, marido de Isabel II, fallecido el pasado viernes en Windsor a los 99 años. El líder 'tory', por lo tanto, solo ha podido acudir a la peluquería para arreglarse su inconfundible melena, seña única de su identidad.

placeholder El 'premier' británico, Boris Johnson, tras su corte de pelo. (Reuters)
El 'premier' británico, Boris Johnson, tras su corte de pelo. (Reuters)

Decenas de personas hicieron también cola a las puertas de los comercios de la céntrica Oxford Street en Londres, cuna del consumismo. Según una investigación de PwC y Local Data Company, 17.532 cadenas de tiendas cerraron el año pasado, mientras que solo se abrieron 7.655. Esto deja un déficit neto de 9.877 cierres permanentes, el más alto registrado y el equivalente a 48 cierres diarios.

Por su parte, según el Centro de Investigación de Minoristas, la pandemia provocó en 2020 la pérdida de 176.718 puestos de trabajo, lo que equivale a la desaparición de 3.400 empleos cada semana. La crisis sanitaria ha llevado al Reino Unido a acumular un déficit de 355.000 millones de libras (17% del PIB), la mayor jamás registrada en tiempos de paz.

El pasado mes de agosto, el Gobierno llevó a implantar el programa Eat Out to Help Out (come fuera para ayudar) —haciéndose cargo de la mitad del precio de cualquier consumición en bares y restaurantes entre semana— para alentar el consumo. Pero, tras el posterior incremento de casos, ha aprendido la lección y ahora quiere andar con pies de plomo.

Foto: El primer ministro británico, Boris Johnson

Según cálculos del reputado University College London, para este lunes se habría alcanzado la inmunidad de rebaño en el Reino Unido, ya que casi el 74% de la población estaría protegido, bien por la vacuna o por haberse infectado con el virus. Sin embargo, el Ejecutivo desconfía. Mantiene la cautela y señala que prefiere ver cómo avanzan los datos.

Los científicos que asesoran a Downing Street ya han recalcado que es “poco probable” que se produzca una tercera ola este verano. En todo caso, esta llegaría en otoño, siguiendo el patrón de otras infecciones respiratorias estacionales. Pero ya nada tendría que ver con la segunda ola sufrida a principios de este año, cuando Reino Unido se convirtió en el primer país europeo en superar la trágica cifra de los 100.000 muertos.

El pasado domingo, los fallecimientos por coronavirus se redujeron a solo siete, la cifra más baja desde mediados de septiembre. Durante los fines de semana, los recuentos no son precisos. Aunque el 13 de septiembre, cuando se registraron cinco muertes —fecha que ahora se toma como referencia—, también fue un domingo. Por su parte, los positivos se han reducido en más del 30% en una semana, con solo 1.730 casos confirmados el domingo, la cifra más baja desde agosto. Durante el fin de semana, no se han registrado nuevos ingresos.

“Ni aun en las más graves y urgentes ocasiones se dejan los ingleses arrebatar el privilegio de sus viejas y pintorescas costumbres, sus hábitos tradicionales y su delectación por todo lo ornamental”, señaló en su día el gallego Augusto Assía, el único cronista español en Londres durante la Segunda Guerra Mundial. Cuánta razón tenía. Durante el confinamiento del año pasado, abril fue uno de los meses más caluroso en mucho tiempo. Este lunes, sin embargo, gran parte de Inglaterra amanecía nevada. Pero las costumbres son las costumbres y por nada del mundo se podía arruinar el momento de la ansiada pinta en la terraza del 'pub' después de más de tres meses de abstinencia social por la pandemia. Unos copos de nieve y unas gélidas temperaturas no iban a minar la inauguración de la nueva fase de desescalada.

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