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¿Por qué no hay (muchas) fotos de los juicios en EEUU? Ilustradores, ventana a la Justicia
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Prohíbidas las cámaras en los juicios

¿Por qué no hay (muchas) fotos de los juicios en EEUU? Ilustradores, ventana a la Justicia

Una ilustración que se suma a los retratos históricos de los juzgados de EEUU es la del juicio contra Derek Chauvin, el agente de Policía imputado por el asesinato del afroamericano George Floyd

Foto: Ilustración del juicio por los atentados de Boston en 2013. (EFE)
Ilustración del juicio por los atentados de Boston en 2013. (EFE)

Las cámaras de fotos son un habitual en el mundo digitalizado, y aunque intentemos esquivar el objetivo siempre hay alguien que está tratando de capturar un momento ya sea para guardar esa imagen, compartirla en redes o enmarcarla en la pared. Sin embargo, aunque parezca totalmente imposible, aún existen lugares del mundo totalmente libres de flash; entre estos se encuentran ¡los tribunales federales de Estados Unidos donde no obstante y con el fin de ofrecer al público y a la prensa una ojeada a lo que sucede tras puertas cerradas existen ilustradores de juzgados que se dedican a representar con lápides, pintura y papel algunas de las escenas más destacadas de los tribunales.

Los artistas de tribunales se han encargado, a lo largo de los últimos 50 años, de trazar las escenas más memorables de juicios criminales, como la de Lindsay Lohan entrando a juicio esposada, paseando con un par de zapatos Louboutins, Michael Jackson en su juicio en Santa Monica por el abuso de una menos adolescente o la confesión de Earl Ray del asesinato de Martin Luther King Jr. Otra ilustración que se ha sumado a estas escenas hsitóricas es la del juicio contra Derek Chauvin, el agente de Policía imputado por el asesinato del afroamericano George Floyd en Mineápolis. El juico ha arrancado este lunes en el condado de Hennepin y ha girado en torno a la retransmisión de un vídeo de los hechos y la corrección de los fiscales en torno al tiempo que el agente se arrodilló sobre Floyd, que serían 9 minutos y 29 segundos.

Aparte de ser una ventana a los juicios más mediaticos para el público, estas piezas se podrían considerar obras de arte y archivos de la historia reciente. Estas ilustraciones retratan los casos judiciales más símbolicos que han moldeado la forma en que los estadounidenses perciben la raza y las relaciones raciales, la religión, cuestiones de género, corrupción política y empresarial, las relaciones internacionales y el papel de los famosos en la sociedad.

El Caso de Charles Lindbergh

El arte de los tribunales ha sido una característica del paisaje mediático estadounidense desde 1935, después del caso de Charles Lindbergh. El hijo pequeño de un famoso aviador fue secuestrado y asesinado, y demanda de más cobertura sobre el caso de parte de la audiencia sobre el caso no cesaba. Los medios de comunicación, a su vez, pasaron del reportaje al morbo y el sensacionalismo puro. Los videorreportajes de lo sucedido en el tribunal fueron grabadas con cámaras secretas en la sala de Nueva Jersey que luego se enviaron a los cines de todo el país. Por el circo que se montó, cuando el juicio terminó, el Colegio de Abogados de Estados Unidos prohibió las cámaras en las salas de audiencia. En 1946 se prohibió la cobertura de los procesos penales en los tribunales federales por parte de los medios de comunicación está expresamente tal y como lo recoge la Regla Federal de Procedimiento Penal 53 desde que se adoptaron las normas penales.

la Conferencia Judicial concluyó que la intimidación que generaban las cámaras a algunos de los testigos y miembros de los tribunales era "preocupante".

Desde entonces, se han llevado a cabo varias pruebas para relajar las restricciones al acceso a los tribunales para prensa fotográfica debido al desarrollo de las tecnología audiovisual y el creciente interés público por los juicios criminales. Concretamente, en los años 90 se lanzó un programa piloto en varios estados en el que se autorizaba el uso de cámaras y videocámaras en los tribunales de apelaciones. Finalmente, se paralizó el programa piloto en el año 1994 ya que la Conferencia Judicial concluyó que la intimidación que generaban las cámaras a algunos de los testigos y miembros de los tribunales era "preocupante".

En 2010, se ejecutó otro programa piloto para evaluar el efecto de las cámaras en las salas de los tribunales de distrito, las grabaciones en vídeo de los procedimientos y la publicación de dichas grabaciones en vídeo. Catorce juzgados distintos participaron en el proyecto de EEUU y se limitaba a los casos civiles y tenía que estar autorizado por el juez y consentido por las partes involucradas. Este programa se prolongó en tres de los districtos donde se inició para recopilar más datos y evidencias, no obstante, este proyecto, a día de hoy, no ha supuesto ningún cambio en la legislación.

La ley actual

Según la página de web de los tribunales de los EEUU, la legislación vigente permite a un juez puede autorizar la grabación o la toma de fotografías en la sala de audiencias y en las áreas adyacentes durante los procedimientos de investidura, naturalización u otros procedimientos ceremoniales. Sin embargo, solo lo puede autorizar en determinados casos; para la presentación de pruebas, la perpetuación de las actas del proceso, por motivos de seguridad, para otros otros fines de administración judicial, para fotografiar, grabar o transmitir los argumentos de la apelación; o de acuerdo con los programas piloto aprobados por la Conferencia Judicial.

Las cámaras de fotos son un habitual en el mundo digitalizado, y aunque intentemos esquivar el objetivo siempre hay alguien que está tratando de capturar un momento ya sea para guardar esa imagen, compartirla en redes o enmarcarla en la pared. Sin embargo, aunque parezca totalmente imposible, aún existen lugares del mundo totalmente libres de flash; entre estos se encuentran ¡los tribunales federales de Estados Unidos donde no obstante y con el fin de ofrecer al público y a la prensa una ojeada a lo que sucede tras puertas cerradas existen ilustradores de juzgados que se dedican a representar con lápides, pintura y papel algunas de las escenas más destacadas de los tribunales.

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