Un muerto y cuatro heridos en un tiroteo en una clínica de salud de Minnesota (Estados Unidos)
Un conocido del responsable asegura que el atacante estaba cabreado porque el médico no le suministró suficientes analgésicos
Un tiroteo en una clínica de salud Allina Health Care de la ciudad de Buffalo, ubicada en el estado de Minnesota (Estados Unidos) ha provocado la muerte de una persona y ha dejado cuatro personas heridas. El responsable, Gregory Paul Ulrich, de 67 años, ya ha sido detenido y, según un excompañero de piso del sospechoso, la emprendió a tiros con el personal del centro después de que un médico se negara a suministrarle analgésicos.
Los hechos se produjeron sobre las 11:00 horas de la mañana del martes. Según informa el diario local 'Star Tribune', Ulrich se presentó en el centro de salud armado y amenazó a los sanitarios. Disparó a un total de cinco personas, una de las cuales ha fallecido y fue detenido por las autoridades en el acto. En cuanto a los supervivientes, tres de ellas fueron ingresadas en estado crítico pero estable en el North Memorial Health Hospital el martes por la noche y una cuarta ya ha sido dada de alta.
Después de detener al sospechoso, la Policía localizó el Super 8 Motel en el que se alojaba el hombre y donde los agentes encontraron dispositivos sospechosos que lo relacionaron con el tiroteo. Ulrich convivió el pasado verano con un compañero; un testigo que ha asegurado a la Policía de Buffalo que el hombre al que investigan fue adicto y que cuando se presentó en el Allina Health Care había tomado analgésicos y estaba cabreado porque su médico no le había recetado más.
Según investigaciones policiales, no era la primera vez que Ulrich amenazaba públicamente al personal sanitario de la clínica — ya lo hizo en 2018 —, pero sí la primera vez que cumplía sus palabras.
Un tiroteo en una clínica de salud Allina Health Care de la ciudad de Buffalo, ubicada en el estado de Minnesota (Estados Unidos) ha provocado la muerte de una persona y ha dejado cuatro personas heridas. El responsable, Gregory Paul Ulrich, de 67 años, ya ha sido detenido y, según un excompañero de piso del sospechoso, la emprendió a tiros con el personal del centro después de que un médico se negara a suministrarle analgésicos.