La cifra negra que despide la presidencia de Trump: 400.000 muertos por covid-19

Casi un año después de que fuera detectado el primer caso en el territorio, Estados Unidos, el país más afectado del mundo por la pandemia del covid-19 con más de 24 millones de contagios, ha rebasado las 400.000 muertes por la pandemia, según el último recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins. La cifra supone el tétrico telón final a la presidencia de Donald Trump, quien será reemplazado este miércoles en el cargo por el demócrata Joe Biden.

Trump dedicó los primeros meses de la pandemia a desestimar su impacto, calificando al covid-19 como una "simple gripe" y resistiéndose a la imposición de confinamientos por parte de los gobiernos estatales o incluso al propio uso de las mascarillas. "No es solo que fuera inepto: es que convirtió algo que fácilmente podría haber sido un asunto de patriotismo, orgullo y unidad nacional —proteger a tus vecinos, proteger a tus seres queridos, proteger a tu comunidad— en un tema divisivo, como es su costumbre, y eso le costó la vida a muchos", explicó al 'New York Times' Jeffrey Shaman, profesor de la Universidad de Columbia que ayudó a modelar la propagación del virus.

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La aceleración de la pandemia en los últimos meses en Estados Unidos ha sido dramática: el número de fallecimientos tardó 12 semanas en pasar de 200.000 a 300.000 y tan solo 5 semanas en saltar a los 400.000. Y el ritmo no para de crecer: el Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) prevé que para el 6 de febrero, dentro de apenas 18 días, 477.000 personas habrán muerto. Son números tan altos que resultan difíciles de procesar. Como referencia, baste decir que la media diaria de muertos este mes ha superado varias veces los 3.300, una cifra mayor a la de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

El coronavirus se ha convertido en una de las primeras causas de muerte en el país. "Los estadounidenses tienen más probabilidades de morir por el covid-19 que por un ataque al corazón o por cáncer", indicó a The Guardian Stephen Woolf, profesor de la Virginia Commonwealth University. La mortalidad de la pandemia es tal que ha reducido la esperanza de vida en el país más de un año entero: el mayor descenso anual de las últimas cuatro décadas.