Trump reconoce finalmente su derrota, pero no asistirá a la toma de posesión de Biden
En un vídeo publicado en su cuenta oficial de Twitter, Trump emitió finalmente el mensaje sobre las comicios que medio país esperaba escuchar desde hacía dos meses
Más de dos meses después de las elecciones, el presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reconocido su derrota en los comicios, ante la amenaza de que se inicie un proceso de destitución contra él por instigar el asalto al Capitolio de la víspera por parte de sus seguidores. Sin embargo, puntualizó la mañana del viernes, no asistirá a la ceremonia de toma de posesión de su rival y nuevo presidente, Joe Biden, que se celebrará el próximo 20 de enero y que sella la transición de poder. Se trataría de uno de los poquísimos presidentes (estando vivos) que no asistirá a la inauguración de su sucesor en los últimos 200 años.
"Para todos aquellos que han preguntado, no iré a la inauguración del 20 de enero", ha tuiteado escuetamente el mandatario. No ha dado más datos sobre dónde pasará esas últimas horas como presidente de EEUU.
La presencia del presidente saliente durante la ceremonia de la toma de posesión del nuevo presidente es una costumbre extendida en Estados Unidos, con poquísimas excepciones. Habría que remontarse al siglo XIX para encontrar ejemplos similares: John Adams en 1801, John Quincy Adams en 1829 y Andrew Johnson 1869.
To all of those who have asked, I will not be going to the Inauguration on January 20th.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 8, 2021
En un vídeo publicado horas antes en su cuenta oficial de Twitter, Trump emitió finalmente el mensaje sobre las comicios que medio país esperaba escuchar desde hacía dos meses y condenó el ataque de este miércoles que el Congreso le exigía desde hacía más de 24 horas.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 8, 2021
"El Congreso ha certificado el resultado (de las elecciones). Una nueva Administración llegará al poder el 20 de enero. Ahora me centraré en asegurar una transición de poder tranquila, ordenada y sin problemas", afirmó el mandatario saliente.
"Este momento llama a la sanación y a la reconciliación", dijo Trump, un día después de incitar a miles de sus seguidores a que marcharan al Capitolio para intentar interferir en el proceso de ratificación del resultado electoral.
Su mensaje llegó justo dos meses después de que los principales medios de comunicación informaran de la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre y tras una campaña sin precedentes para sembrar desconfianza en los resultados, que tachó de fraudulentos sin aportar pruebas.
Condena el "atroz ataque"
El mandatario saliente comenzó su vídeo refiriéndose al "atroz ataque al Capitolio de Estados Unidos" y se declaró "indignado por la violencia, la ilegalidad y el caos".
"Los manifestantes que se infiltraron en el Capitolio han profanado la sede de la democracia. A aquellos que se implicaron en actos de violencia y destrucción: ustedes no representan a nuestro país. Y a aquellos que rompieron la ley: pagarán por ello", recalcó.
El discurso de Trump contrastó completamente con el que emitió mientras sus simpatizantes vandalizaban el Capitolio este miércoles, cuando tardó más de dos horas en pedirles que abandonaran el Congreso y lo hizo diciéndoles: "Les queremos, váyanse a casa".
Trump también justificó la violencia en un tuit el miércoles, lo que llevó a que Twitter suspendiera durante 12 horas su cuenta, que el mandatario saliente no volvió a utilizar hasta que publicó el vídeo este jueves.
El presidente saliente llamó a "restaurar la calma", pero luego defendió su cruzada contra el resultado de las elecciones que ha inflamado las tensiones en el país: "Mi único objetivo era asegurar la integridad del voto, estaba luchando para defender la democracia estadounidense".
"A todos mis maravillosos seguidores: sé que están decepcionados, pero también quiero que sepan que nuestro increíble viaje no ha hecho más que comenzar", concluyó.
Los demócratas exigen su destitución
Trump publicó el vídeo después de que los líderes demócratas del Congreso clamaran este jueves por su destitución. "Insto al vicepresidente (Mike Pence) a que destituya de inmediato al presidente invocando la Enmienda 25. Si el vicepresidente y el Gabinete no lo hacen, el Congreso puede estar preparado para salir adelante con un juicio político", apuntó la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, en una rueda de prensa.
Pelosi indicó que Trump "incitó una insurrección armada contra" EEUU: "Una profanación del Capitolio de EEUU, que es el templo de EEUU, de nuestra democracia estadounidense y de la violencia que tuvo como blanco el Congreso".
Para invocar la enmienda 25 de la Constitución de EEUU, que mencionó Pelosi, se necesitaría que el vicepresidente Pence y una mayoría del gabinete vote para destituir a Trump, alegando su incapacidad "para ejercer los poderes y deberes del cargo", en un paso sin precedentes.
En una rueda de prensa, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, reveló que Pelosi y él habían llamado a Pence para convencerle de que invoque esa enmienda para destituir a Trump, pese a que solo quedan días para la investidura de Biden, el próximo 20 de enero.
"Estuvimos en espera (al teléfono) durante 25 minutos y entonces nos dijeron que el vicepresidente no se pondría al teléfono, así que lo estamos haciendo público, porque debería hacerlo y hacerlo de inmediato (invocar la enmienda 25)", dijo Schumer.
Varios miembros del gabinete de Trump han conversado informalmente sobre la posibilidad de invocar esa enmienda, pero Pence se opone a iniciar ese proceso de destitución, informó este jueves el diario 'The New York Times', que cita fuentes cercanas al vicepresidente.
La polémica sobre el asalto al Capitolio ha provocado ya dos dimisiones en el gabinete de Trump: los de las secretarias de Transporte, Elaine Chao, y de Educación, Betsy DeVos; a los que se suma una decena de funcionarios de la Casa Blanca.
Republicanos, críticos con Trump
Mientras, crecen las voces entre los republicanos críticas con la conducta de Trump. Uno de ellos es uno de sus principales aliados en el Congreso, el senador Lindsey Graham, quien lamentó que los logros de Trump en estos cuatro años se hayan visto ensombrecidos por lo ocurrido el miércoles.
El asalto al Capitolio "será un parte importante de su Presidencia. Es una herida autoinflingida. Fue ir demasiado lejos", opinó Graham.
Por su parte, el gobernador republicano de Maryland, Larry Hogan, fue más contundente y aseguró que Trump debería ser destituido: "Creo que no hay duda de que EEUU estaría mejor si el presidente dimitiera o fuera destituido del cargo, y si Mike Pence, el vicepresidente de EEUU, dirigiera una transición pacífica del poder durante los próximos 13 días hasta que el presidente Biden jure", resaltó
En paralelo, las investigaciones sobre los sucesos en el Capitolio avanzan y este jueves el fiscal general de EEUU en funciones, Michael Sherwin, no descartó que Trump pueda ser procesado.
Preguntado por un periodista sobre si estaban llevando pesquisas sobre el papel de Trump, Sherwin respondió: "Estamos mirando a todos los actores aquí y a todo el mundo que tuvo un papel y, si las pruebas se ajustan a los elementos del delito, van a ser imputados".
Más de dos meses después de las elecciones, el presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reconocido su derrota en los comicios, ante la amenaza de que se inicie un proceso de destitución contra él por instigar el asalto al Capitolio de la víspera por parte de sus seguidores. Sin embargo, puntualizó la mañana del viernes, no asistirá a la ceremonia de toma de posesión de su rival y nuevo presidente, Joe Biden, que se celebrará el próximo 20 de enero y que sella la transición de poder. Se trataría de uno de los poquísimos presidentes (estando vivos) que no asistirá a la inauguración de su sucesor en los últimos 200 años.