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Las otras Asturias en Europa: una de cada tres provincias ha sufrido más la segunda ola
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Exceso de mortalidad

Las otras Asturias en Europa: una de cada tres provincias ha sufrido más la segunda ola

Las zonas más hacia el oeste tuvieron mayor mortalidad en primavera mientras que en el centro y el este lo peor se está viendo en los últimos meses.

Foto: Exceso de mortalidad en Europa.
Exceso de mortalidad en Europa.

No solo en Asturias, sino que hasta en diez regiones españolas, la segunda ola de coronavirus ha golpeado más fuerte de lo que lo hizo la primera. Estas diferencias dentro de un mismo país no son una excepción en Europa: el segundo envite de la pandemia ha dejado más fallecidos en una de cada tres regiones.

Es la principal conclusión a la que llega el análisis de los datos de exceso de mortalidad de más de 750 regiones europeas publicado por la European Data Journalism Network (EDJNet) de la que forma parte El Confidencial. Las zonas más hacia el oeste sufrieron mayor mortalidad en primavera mientras que en el centro y el este lo peor se está viendo en los últimos meses.


Tras ser uno de los países más afectados en primavera, España se convertía desde finales de agosto en la avanzadilla europea de la segunda ola, pero a principios de noviembre el virus estallaba en Europa, mientras la incidencia española comenzaba su descenso. Las consecuencias del estallido en otros países ya se notan en sus cifras de fallecidos, que son similares a las de la primera ola.

De forma más o menos acusada, cada país ha vivido un incremento de los fallecimientos en estos meses. Las curvas del exceso de mortalidad en Bélgica dibujan ya incluso tres picos de mortalidad diferenciados desde marzo y hasta la primera semana de diciembre. En Albania, Polonia, la República Checa o Bulgaria el impacto durante los meses de otoño ha sido mucho mayor de lo que lo fue en primavera.

Y todavía pueden verse más cambios. Aunque la tendencia del número de contagios ya es descendente, la mortalidad no ha alcanzado todavía su pico máximo de la segunda ola en varios países. Aún no tenemos una visión completa de cómo ha sido este periodo, pero este análisis aproxima cómo es la foto fija con información hasta la primera semana de este mes.

Los datos de muertes proporcionados por cada país no son comparables ya que el criterio para contar los fallecidos por coronavirus varía entre unos y otros, principalmente si tienen en cuenta o no casos sospechosos o sin prueba diagnóstica, como sí sucede en Bélgica. Por eso el exceso de mortalidad es una fuente más fiable para llevar a cabo este tipo de análisis. Pero, eso sí, los datos tardan más en actualizarse y no todos los países los publican con el mismo nivel de detalle.

Lo que sí sabemos es que, entre las 20 regiones donde más ha subido la mortalidad respecto a la media de años anteriores, hay nueve provincias españolas. La primera, Segovia, donde ha habido un 64% más de fallecimientos este año. No llega al nivel de Bérgamo o Cremona, que prácticamente han duplicado su número de muertos respecto a otros años. Aunque lidera el ranking, Italia tiene menos regiones que España entre las 20 que peor lo han pasado.

El top 20 cambia de forma sustancial si se miran las cifras durante las semanas de primavera (de marzo hasta el final de mayo) o las de otoño (desde septiembre). Mientras que en la primera ola Italia y España dominan en presencia, las regiones suizas, francesas y belgas copan los primeros puestos del exceso de mortalidad en los últimos meses. No se incluye en la lista el periodo veraniego ya que los datos en estas fechas están habitualmente afectados por las olas de calor.

A pesar de que cada país ha intentando manejar y reducir el virus a su manera, nadie ha encontrado todavía la fórmula para domarlo a la espera de una vacuna. Muchos países vuelven a experimentar las mismas cifras que en marzo y abril. Pero también hay regiones que durante este invierno están sufriendo, por primera vez, la fiereza del covid. Es el caso de Polonia, Bulgaria o República Checa y otros países del este. Aquí, el virus pasó de puntillas durante la primera ola, dibujando una curva plana que ahora se levanta.

La ciencia todavía no ha encontrado una explicación a estas diferencias entre regiones que se dan incluso dentro de un mismo país. “Intervienen una cantidad de factores que ahora además se han podido multiplicar respecto a la primera ola”, advierte Javier del Águila, médico residente de Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Universitario de Móstoles e investigador en el Centro Nacional de Epidemiología.

Un artículo publicado en la revista 'Nature' en octubre incidía en la complejidad de multitud de factores que intervienen en la mortalidad por Covid-19, aunque sí apuntaba que, en la primera ola, la gestión política de la pandemia y la robustez del sistema sanitario de cada país habría marcado diferencias.

“Es todo tan heterogéneo y tan complejo que no hay una única respuesta”, insiste del Águila. “Mira Alemania, que tan bien lo hizo en la primera, y ahora está a unos niveles altísimos de incidencia”.

¿Y la seroprevalencia? Podría pensarse que las zonas donde el porcentaje de población contagiada en las primeras semanas era escaso, como en Asturias, serían más vulnerables en la segunda ola. Pero esto tampoco es definitivo sino que puede ser solo uno de los muchos factores que inciden en la mortalidad.
“Hay demasiada poca prevalencia, sigue habiendo mucha gente sin infectarse”, explica del Águila. A nivel global, respecto a los datos del anterior estudio, se ha duplicado el porcentaje de personas que han pasado la enfermedad durante la segunda ola en España, “pero en Madrid no ha crecido tanto y ha sido donde más contagios ha habido”, advierte el epidemiólogo.

“Estamos acostumbrados a que las cosas se expliquen con un par de razones, pero no hay una sino muchas contribuyentes”. Como a tantas otras preguntas sobre el coronavirus, la ciencia tardará en dar respuesta a la pregunta sobre qué factores inciden en la propagación de la enfermedad y la mortalidad. Entre tanto, asegura Del Águila, “la vacuna es nuestra esperanza”.

Metodología

El análisis se basa en datos de muertes diarias o semanales por todas las causas en cada región recopiladas por Eurostat y algunos organismos nacionales de estadística (Escocia: NRS, Irlanda del Norte: NISRA, Alemania: Destatis). Varios países de Europa central y oriental no publican estadísticas regionales sobre el exceso de mortalidad, por lo que quedan excluidos.

El exceso de muertes se ha calculado comparando todas las muertes notificadas en una región desde el inicio de la pandemia con la media de fallecidos durante ese mismo período en al menos los dos años anteriores -o la media de 2015-2019 siempre que los datos estén disponibles- Se ha desglosado a nivel de temporada para calcular el exceso en primavera (semanas 10-22), verano (semanas 23-35) y otoño (desde la semana 36 en adelante).

La información no está disponible para la misma fecha en todos los casos. La mayor parte está actualizada hasta finales de noviembre, pero en ocasiones hay más retraso. Para Italia, por ejemplo, solo hay datos disponibles hasta principios de octubre.

Se ha utilizado el nivel geográfico más detallados posible para la mayoría de los países. En el caso de España, el detalle es a nivel de provincia. Sin embargo, para Alemania, Escocia e Irlanda del Norte, los datos comparativos solo están disponibles a nivel NUTS1, menos desagregado.

Puede descargar aquí los datos utilizados en esta información.

No solo en Asturias, sino que hasta en diez regiones españolas, la segunda ola de coronavirus ha golpeado más fuerte de lo que lo hizo la primera. Estas diferencias dentro de un mismo país no son una excepción en Europa: el segundo envite de la pandemia ha dejado más fallecidos en una de cada tres regiones.