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'Rastreadores de covid': ¿Qué están diciendo los médicos?
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Están desbordados y sin personal suficiente

'Rastreadores de covid': ¿Qué están diciendo los médicos?

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Hemos dejado de aplaudirles en los balcones, aunque su situación no ha mejorado. Están desbordados y sin personal suficiente a su alrededor. Están cerca del punto de saturación física y mental. Están hartos de no sentirse ni escuchados ni valorados. A pesar de todo, nos están sanando mientras siguen aprendiendo. Han aprendido a luchar frente a un enemigo que no venía en los libros. Están aprendiendo un máster sobre las debilidades de nuestro sistema sanitario. Y quieren aprender más. Quieren más datos y quieren mayor transparencia sobre las vacunas. Son los primeros.

Debilidades del sistema español

“Otras víctimas del covid en España: los casos de cáncer no detectados”. Artículo en el 'New York Times'. “Los hospitales y demás centros de atención médica se están viendo obligados a dedicar la mayor parte de sus recursos a los pacientes con covid-19. Los médicos advierten de un creciente número de casos y otras enfermedades graves que no se están detectando, lo que podría terminar costando muchas vidas. El problema está empezando a llegar a los tribunales (...). Los médicos españoles señalan que la pandemia ha dejado al descubierto debilidades en el sistema de salud del país. 'En España, llevamos mucho tiempo sintiéndonos orgullosos de habernos convertido en los mejores del mundo en algunas especialidades, como los trasplantes, pero esta crisis nos está reflejando lo mucho que hemos descuidado nuestra Atención Primaria', apunta un doctor del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. 'Miles de profesionales se han ido a trabajar al extranjero' (...). La escasez de personal ha sido especialmente preocupante en lugares como Madrid, donde la líder de la región, Isabel Díaz Ayuso, está construyendo un hospital y no encuentra profesionales para trabajar en él”.

Foto: Olatz, después de raparse el pelo tras la quimioterapia. (Foto cedida)

Cerca de la saturación física y mental

“Nadie nos escucha. Más enfermos que nunca en los hospitales mientras los médicos no pueden más”. Buena pieza en 'The Atlantic', sobre la situación en Estados Unidos. Probablemente, muy parecida a la del resto de Occidente. “Los hospitales han puesto en práctica sus planes para la pandemia, agregando más camas y creando salas de covid improvisadas. Sin embargo, en los territorios más afectados, sucede simplemente que no hay médicos ni enfermeros suficientes para atender las camas. Los pacientes con covid-19 requieren el doble de atención que un paciente típico en una unidad de cuidados intensivos y suelen triplicar el tiempo medio en la unidad (...). En el futuro inminente, los pacientes comenzarán a morir porque no hay suficientes personas para cuidarlos. Los médicos y las enfermeras se saturarán. El recurso más valioso del sistema norteamericano de salud no es ningún medicamento peligroso. Es la experiencia de sus profesionales, y ya están exhaustos (...) El desgaste va más allá del agotamiento físico. La pandemia ha corroído su núcleo emocional”.

Foto: Una sanitaria mira a través de la ventana de la unidad de cuidados intensivos del Hospital La Paz, en Madrid. (Reuters)

El reto del segundo acto

“Los médicos comienzan a descifrar los misteriosos efectos a largo plazo del covid”. 'Wall Street Journal'. "Para muchos pacientes, incluidos jóvenes que nunca requirieron hospitalización, el covid-19 está provocando un segundo acto devastador. Muchos están teniendo síntomas semanas o meses después de lo esperado, a menudo con complicaciones que afectan todo el cuerpo: fatiga severa, problemas cognitivos, lapsos de memoria, problemas digestivos, frecuencia cardiaca errática, dolores de cabeza, mareos, presión arterial, incluso caída de cabello. Lo que sorprende a los doctores es que muchos de estos casos no fueron originalmente los más graves. Pero lo que ocurre socava la suposición de que los pacientes con covid-19 leve se recuperaban en dos semanas. Los médicos emplean el término 'covid posagudo' o 'covid crónico' (...). Explicación de estos síntomas de covid prolongado: la posibilidad de que la actividad del sistema inmunológico y la consiguiente inflamación sigan afectando a los órganos o al sistema nervioso incluso después de que el virus haya desaparecido (...) Otra posibilidad es que el virus haga que el sistema inmunológico de algunas personas ataque y dañe sus propios órganos y tejidos".

Foto: Aragón, donde más fallecen los mayores por el virus. (EFE)

Médicos y vacunas

“Los médicos y los enfermeros quieren más datos antes de defender las vacunas”. 'Washington Post'. “Los grandes sistemas de salud, las sociedades médicas y el Gobierno federal estadounidense están esforzándose para persuadir al personal de primera línea de que se vacune (...). Un informe publicado el jueves por la Universidad de California refleja que el 66% de los trabajadores de salud en Los Ángeles desea retrasar su vacunación. La Asociación Estadounidense de Enfermeros señala que un tercio de sus miembros no tiene intención de vacunarse, mientras que otro tercio está indeciso”.

¿Qué está ocurriendo? Dudas sobre la velocidad y la politización del proceso, así como demanda de mayor transparencia, datos que previsiblemente serán públicos en las próximas semanas.

Foto: El ministro de Sanidad, Salvador Illa. (EFE)

Subsecretario de Salud durante la Administración Obama: “Los profesionales deben aprender rápidamente sobre la ciencia que está detrás de las vacunas mRNA, que funcionan de manera diferente a las tradicionales, y deberán ayudar a convencer al público de que las vacunas son efectivas y seguras. Un médico que no puede comprometerse personalmente con una vacuna puede encontrar difícil, si no imposible, aconsejar a sus pacientes que lo hagan”.

La maniobra

Hay cosas que no pueden aprenderse en los libros, que se comprenden en tiempo real, bajo el ensayo y el error. La experiencia del personal médico está salvando muchas vidas. El virus sigue siendo un desconocido, pero en los hospitales se sabe más sobre cómo enfrentarse a él, sobre el tratamiento. 'Wired' nos habla de una práctica en concreto.

Foto: Una enfermera de la unidad de cuidados intensivos ayuda a un compañero a colocarse las protecciones. (EFE)

“No está claro que el remdesivir reduzca la mortalidad en absoluto (de hecho, empieza a estar desaconsejado). Los estudios del plasma están llegando a conclusiones contradictorias. Los cócteles de anticuerpos parecen ser efectivos en casos de leves a moderados, pero su uso no está muy extendido. (...) Incluso el medicamento que parece haber tenido más éxito, un esteroide conocido como dexametasona, redujo la mortalidad de quienes estaban conectados a respiradores únicamente en un 12% de los casos. Sin embargo, hay un tratamiento que se generalizó desde la primera ola y que, según los expertos, podría estar marcando una diferencia decisiva. Darle la vuelta a los pacientes para que estén boca abajo. Es posible que esta simple maniobra haya jugado un papel importante para cambiar el curso de la pandemia (...). Se cree que el método funciona mediante el aprovechamiento de la gravedad para extraer los fluidos de la parte posterior del cuerpo, donde generalmente hay más tejido pulmonar, lo que libera más espacio en los pulmones para el oxígeno”.

Hemos dejado de aplaudirles en los balcones, aunque su situación no ha mejorado. Están desbordados y sin personal suficiente a su alrededor. Están cerca del punto de saturación física y mental. Están hartos de no sentirse ni escuchados ni valorados. A pesar de todo, nos están sanando mientras siguen aprendiendo. Han aprendido a luchar frente a un enemigo que no venía en los libros. Están aprendiendo un máster sobre las debilidades de nuestro sistema sanitario. Y quieren aprender más. Quieren más datos y quieren mayor transparencia sobre las vacunas. Son los primeros.

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