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Rudy Giuliani: de "sheriff de Manhattan" a derretirse ante los focos
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Tras denunciar de nuevo el supuesto fraude

Rudy Giuliani: de "sheriff de Manhattan" a derretirse ante los focos

El exalcalde de Nueva York ha vuelto a protagonizar los titulares después de que varios chorretones se deslizasen por sus mejillas mientras denunciaba el supuesto fraude en las elecciones del 3-N

Foto: El exalcalde y actual abogado de Donald Trump, Rudy Giuliani (Nueva York, 1944). (Reuters)
El exalcalde y actual abogado de Donald Trump, Rudy Giuliani (Nueva York, 1944). (Reuters)

Nueva York —dice Paul Auster— es un espacio inagotable, un laberinto de interminables pasos, en el que por muy lejos que vayas o por muy bien que llegues a conocer sus barrios, siempre te dejará la sensación de estar perdido. El exalcalde de esa ciudad y actual abogado de Donald Trump, Rudy Giuliani (Nueva York, 1944), continúa dando tumbos por esas mismas calles, pero también por el laberinto de la política estadounidense, mientras se niega a reconocer la victoria de Joe Biden.

Corbata roja y pañuelo en mano. Así se presentó Giuliani este jueves ante los medios de comunicación en una rueda de prensa en la cual los nervios le jugaron una mala pasada. En medio de declaraciones falsas y teorías de conspiración, en las que el exalcalde de Nueva York enumeraba las razones por las que Trump todavía tenía opciones para seguir en la Casa Blanca, un pequeño chorretón de color negro comenzó a recorrer sus mejillas.

placeholder El exalcalde y actual abogado de Donald Trump, Rudy Giuliani (Nueva York, 1944). (Reuters)
El exalcalde y actual abogado de Donald Trump, Rudy Giuliani (Nueva York, 1944). (Reuters)

El conocido como "sheriff de Manhattan" por su gestión tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 parecía estar derritiéndose mientras criticaba el supuesto "fraude masivo" en los comicios celebrados el pasado 3 de noviembre. El primer acto de esta trágica obra protagonizada por Giuliani este jueves comenzó con una serie de acusaciones hacia George Soros, quien según el exalcalde neoyorquino, había conspirado con los demócratas para darle la victoria a Biden. Tampoco faltaron en esta lista negra organizaciones como Antifa o países como Cuba o Venezuela.

"Conozco los crímenes, puedo olerlos. No tienes que oler este, puedo demostrarlo de 18 maneras diferentes. Puedo probarte que ganó Pensilvania por 300.000 votos. Puedo probar que ganó Michigan, probablemente por 50.000 votos", insistió durante su intervención.

Giuliani, quien en los últimos años ha desempeñado su labor profesional como abogado personal de Trump, ha sido uno de los principales aliados del presidente durante su mandato. Chris Krebs, director de la agencia de ciberseguridad despedido esta semana por afirmar que los comicios fueron "los más seguros de la historia", dijo sobre este discurso que fue "la hora y tres cuartos más peligrosa en la historia de la televisión de Estados Unidos". "Si no sabe de lo que estoy hablando, tiene suerte", agregó.

Giuliani, la cabeza pensante tras las impugnaciones judiciales fallidas de un presidente que no ha sabido asumir su derrota, pidió a la campaña de Trump que le pagara 20.000 dólares al día por su trabajo, de acuerdo con la información publicada este martes por el 'New York Times'. El miedo y la indignación se fueron adueñando poco a poco de la sede de la campaña de los asesores de Trump, quienes no estaban dispuestos a pagar esa cantidad de dinero.

La decadencia de la reputación de Trump y la de Giuliani han ido dadas de la mano. Desde que el llamado en su día "alcalde de América" se hiciese cargo de la gestión de los asuntos legales del presidente, Trump ha ido sufriendo un revés tras otro. No obstante, el ensayo de esta tragicomedia tuvo como escenario un establecimiento de jardinería llamado Four Seasons.

Tan solo cuatro días después de las elecciones, el ambiente tenso se mascaba en la atmósfera de la Casa Blanca. Trump decidió abrir su Twitter y anunciar lo que creía que sería una de sus oportunidades para seguir en el poder. "Lawyers News Conference Four Seasons, Filadelfia. 11:00 am", fueron las palabras utilizadas por el mandatario estadounidense, quien más tarde tuvo el valor de reconocer que no se refería al famoso hotel de lujo situado en el centro de la ciudad, sino a un negocio de jardinería llamado Four Seasons Total Landscaping.

Foto: Joe Biden. (Reuters)

Esta confusión, que no tardó en hacerse viral, hizo que la imagen de Giuliani y su equipo se resintiera. Esa misma noche Biden se dirigiría al país en uno de sus primeros discursos como presidente electo, tan solo varias horas después de que el director de la campaña de Trump volviese a denunciar sin ningún tipo de prueba el supuesto fraude electoral en los comicios.

Giuliani es un hombre conocido por decir lo que piensa. Sea como sea y donde sea, lo que en algunas ocasiones le ha jugado una mala pasada. Estudió en el Colegio de Manhattan antes de graduarse 'cum laude' en Derecho por la Universidad de Nueva York en 1968. Antes de convertirse en alcalde, Giuliani trabajó para el gobierno de Estados Unidos, ocupando cargos en la oficina del fiscal y en el Departamento de Justicia.

Las tasas de criminalidad habían aumentado vertiginosamente y el narcotráfico continuaba extendiéndose por las calles de la ciudad

En los años previos a la llegada de Giuliani al poder, las tasas de criminalidad habían aumentado vertiginosamente y el narcotráfico continuaba extendiéndose por las calles de la ciudad. Su imagen de fiscal duro contra el crimen, algo que corroboró años más tarde, le hizo convertirse en el alcalde número 107 de la ciudad de Nueva York el 1 de enero de 1994. Uno de sus principales objetivos durante su mandato fue abordar este problema y lo hizo con una determinación recordada por algunos estadounidenses por rozar la crueldad. Sus políticas de mano dura ayudaron a reducir los delitos graves en un tercio y la tasa de homicidios hasta la mitad. Nueva York inició así su transición hacia un ejemplo de ciudad modelo en el cual la seguridad pareció ser una opción posible, algo inimaginable en la década de los ochenta.

Tras dejar su cargo como alcalde de Nueva York, este político aprovechó su fama para escribir un libro superventas y organizar una serie de charlas con la que en tan solo un año llegó a ganar más de 16 millones de dólares, según la revista 'Time'. Tras fracasar en 2008 en la nominación presidencial republicana, el que fuera uno de los hombres más reconocidos de Estados Unidos volvió a llevar una vida más tranquila y alejada de los focos como consultor de seguridad internacional.

La historia volvió a dar un giro de 180 grados cuando Trump apareció de nuevo en su vida. Donald Trump y el exalcalde de Nueva York se conocieron hace décadas. Tal es su amistad, que el magnate estadounidense hizo una donación a la carrera política de Giuliani. Una vez que llegó a la presidencia, las polémicas actuaciones de Donald Trump ante los medios relegaron a un segundo plano a este político. Sin embargo la situación cambió cuando un país se interpuso en su camino: Ucrania. El nombre de Giuliani apareció vinculado al de Trump, quien fue acusado de abuso de poder por intentar buscar información sobre Biden en este país, de cara a las elecciones del 3 de noviembre.

El último capítulo de la histórica carrera de uno de los alcaldes más famosos de EEUU ha acabado con un río de tinte corriendo por sus mejillas

El último capítulo de la histórica carrera de uno de los alcaldes más famosos de Estados Unidos ha acabado con un río de tinte de color negro corriendo por sus mejillas. En noviembre, la revista 'Time' aseguraba que la transformación de Giuliani se debe a su capacidad de violar esa regla no escrita en la vida pública estadounidense que dice que "se puede perseguir el dinero o el poder político, pero no ambos a la vez". Desde que en 2018 Trump le contratara como su abogado personal, Giuliani se ha convertido en un secretario de Estado en la sombra, al mismo tiempo que ha mantenido sus negocios en el extranjero, tal y como han criticado en repetidas ocasiones diferentes medios de comunicación de EEUU.

Sea como sea, el exalcalde de Nueva York ha sabido interpretar diferentes papeles a lo largo de la historia: del héroe con mano dura ante el crimen a liderar la campaña legal de Trump contra el resultado de los últimos comicios. Las distintas teorías conspiratorias y falsedades se han adueñado del que fue nombrado "Persona del Año" en 2001 por la revista 'Time'. En estos momentos, Giuliani continúa deambulando —como diría Paul Auster—, pero no en Nueva York, sino en una ficción de cartón piedra que poco a poco se está desmoronando.

Nueva York —dice Paul Auster— es un espacio inagotable, un laberinto de interminables pasos, en el que por muy lejos que vayas o por muy bien que llegues a conocer sus barrios, siempre te dejará la sensación de estar perdido. El exalcalde de esa ciudad y actual abogado de Donald Trump, Rudy Giuliani (Nueva York, 1944), continúa dando tumbos por esas mismas calles, pero también por el laberinto de la política estadounidense, mientras se niega a reconocer la victoria de Joe Biden.

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