Los habitantes de Mauricio recolectan pelo para protegerse del derrame de petróleo

El pasado domingo 25 de julio saltaban todas las alarmas: un petrolero había encallado frente a las costas de Isla Mauricio con 3.800 toneladas de combustible a bordo que comenzaban a verterse días después. Las autoridades pusieron en marcha todos los mecanismos de urgencia para evitar una catástrofe medioambiental y este mismo miércoles comenzaban a extraer el crudo del Índico.

Mauricio vive del turismo y todos sus habitantes son conscientes de la importancia de arrimar en el hombro a la hora de ayudar a solucionar el problema. El primer ministro, Pravind Jugnauth, declaró el estado de emergencia, pidió ayuda a Francia como antigua fuerza colonial y ya está recogiendo el vertido. Mientras, los ciudadanos han comenzado a recolectar pelo para poner su granito de arena.

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Efe

Una de las formas es colocar barreras absorbentes en las zonas estratégicas que están hechas de paja, caña y pelo humano. La razón es que los aceites, como el petróleo, se adhieren al cabello humano por lo que los ciudadanos de Mauricio están tratando de recolectar todo el pelo posible para luchar contra el derrame.

Todos ayudan ante la catástrofe

Las peluquerías también se han puesto manos a la obra con grandes descuentos para quienes quieran donar su pelo o, incluso, cortándoselo gratuitamente. Mientras, un equipo de voluntarios se encarga de rellenar las bolsas, los pescadores y buceadores profesionales ayudan en la limpiezay el resto de la isla prepara alimentos para los que están en primera línea. Todos a una frente al enemigo común: el petróleo.

La peluquerías están haciendo grandes descuentos e, incluso, cortando el pelo gratis a sus clientes para lograr la mayor cantidad posible de cabello

Phil McCrory, un peluquero norteamericano, fue el primero que tuvo la idea de utilizar pelo humano para vertidos de petróleo. Fue durante el accidente del Exxon Valdez en Alaska, en el año 1989. McCrory vio por televisión a una nutria marina llena de petróleo y pensó en la posibilidad de usar el pelo que sobraba en su peluquería para ese fin. Hizo una prueba en casa, fue positiva, y diversas instituciones como la NASA comenzaron a ponerlo en práctica: fue un éxito.

Tal y como publica la BBC, McCrory se asoció con una activista medioambiental, Lisa Craig, y creó el programa Clean Wave: llevan años recolectando pelo, plumas y otras fibras para hacer barreras reciclables conta los vertidos en diversos puntos del mundo. Uno de los lugares donde se puso en marcha esta técnica fue en Filipinas, cuando ayudaron a limpiar un derrame de medio millón de litros de petróleo en la isla de Guimarás.