Incautan 13.000 kilos de pelo en Nueva York que podría proceder de presos chinos

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), ha confiscado esta semana un cargamento de 13 toneladas que estaba compuesto por extensiones, postizos y otros tipos de cabello humano. Según los funcionarios del Puerto de Nueva York/Newark, el envío procedía de la zona rural de Xinjiang, en el noroeste de China.

En esa zona viven unos 11 millones de uigures. Se trata de una minoría étnica mayoritariamente musulmana que tiene su propia cultura e idioma. Eso habría llevado a los investigadores a determinar que el cabello humano procedería de ciudadanos chinos que se encuentran encarcelados o en campos de trabajo forzado, violando sus derechos humanos.

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Según un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos que recoge la CNN, se calcula que el diez por ciento de esos ciudadanos uigures, más de un millón de personas, están recluidas en campos de trabajo de la región de Xinjiang. Allí, presuntamente, estarían "sometidos a tortura, tratos crueles e inhumanos como el abuso físico y sexual, el trabajo forzado y la muerte".

Más de 700.000 euros

Los 13.000 kilos de cabello humano estarían valorados en más de 700.000 euros y ya es la segunda vez en 2020 que la CBP incauta este tipo de productos sospechosos de haber sido preparados con el pelo procedente de prisioneros chinos. Por eso, las autoridades piden a los importadores que "se aseguren de que la integridad de su cadena de suministro cumpla con los estándares humanos y éticos esperados".

Además del adoctrinamiento político, a los presos se les priva del sueño y de alimentos

Brenda Smith, comisionada ejecutiva de la Oficina de Comercio de la CBP, señala que "la producción de estos bienes constituye una violación muy grave a los derechos humanos. La incautación tiene la intención de enviar un mensaje claro y directo a todas las entidades que buscan hacer negocios con Estados Unidos de que no se tolerarán prácticas ilícitas e inhumanas en la cadena de suministros con nuestro país".

Donald Trump firmó un proyecto de ley el pasado mes de mayo destinado a castigar a China por su represión contra los uigures. Sin embargo, aunque esa es la postura oficial de la Casa Blanca, el nuevo libro de John Bolton, 'The Room Where It Happens', revela que el presidente habría dado la razón a su homólogo chino Xi Jinping en 2019 diciéndole que debería "seguir adelante con la construcción de los campamentos" porque era "exactamente lo correcto".