La presión no baja en EEUU: Washinton clama en contra de la violencia policial
Miles de personas ocupan las calles de la capital para protestar por la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd, asfixiado por un agente de policía blanco el pasado 25 de mayo
Con gritos, pancartas y mascarillas, decenas miles de personas se han congregado este sábado en la capital de Estados Unidos en protesta de la muerte de George Floyd, asfixiado por un policía blanco, protagonizando la mayor protesta por la justicia racial desde la muerte del ciudadano afroamericano el pasado 25 de mayo. Tras once días de manifestaciones en contra de la brutalidad policial y el racismo endémico imperante en el país, las concentraciones no van a menos, aunque sí empiezan a realizarse en puntos estratégicos como Washington, en un pulso claro a la postura adoptada por el Gobierno de Donald Trump, que ha vuelto a blindarse en la Casa Blanca para evitar disturbios.
Las protestas arrancaron a media día y fueron ocupando las principales arterias de la ciudad. Alrededor de 2.000 personas rodearon el Congreso y otras mil se arremolinaron en el Monumento a Lincoln para poner rumbo hacia la Casa Blanca. En el camino, los cánticos incansables de miles de voces pidiendo el fin de la violencia contra los afroamericanos, que en Estados Unidos tienen tres veces más probabilidades de morir a manos de la policía que los blancos, según los datos de Mapping Police Violence. "Estoy cansada de racismo. Muy cansada", ha afirmado en declaraciones a la cadena ABC una de las participantes en la manifestación de Washington, Rochelle Grate, que ha calificado de "bella, pacífica y diversa" la protesta. "Esto es distinto. Ahora la gente que no es de color ha hecho 'clic' y ha dicho, 'Oye, esto es real y he estado ciego hasta ahora'", ha añadido.
“La comunidad negra siempre ha sufrido en este país, desde hace 400 años con la esclavitud. Mi generación es la que tiene que impulsar el cambio, hoy va a ser un gran día. Tengo esperanza, espero que la gente escuche”, dijo a Efe la afroamericana Simone Smith, de 21 años, mientras se unía a la manifestación de Washington. La joven llevaba una pancarta con el lema 'Black Lives Matter' (Las vidas negras importan) y la frase 'I can’t breathe' (No puedo respirar), que fueron las últimas palabras que pronunció el afroamericano George Floyd antes de ser asesinado por un policía blanco el 25 de mayo.
"Un día leerán esto como si fuera historia, pero es importante que tengan la experiencia de estar aquí (...) Quiero que aprendan que es importante que aprendan a defenderse, por su raza y por otra gente que tiene menos suerte. Por eso estamos aquí, para que las niñas vean cómo se hace la historia", explicó a Efe Lamar Hacelton, un hombre afroamericano que había acudido a la marcha con sus cuatro hijas para que vivieran el que creen será un día histórico.
Menor presencia policial
Las fuerzas de seguridad han recibido duras críticas durante los últimos días por las vías en que han optado por dispersar las manifestaciones, desde gas lacrimógeno a pelotas de goma contra ciudadanos que habían salido de forma pacífica a la calle. Este sábado, los agentes se mantenían en pequeños grupos, en actitud relajada y sin cascos ni chalecos antibalas.
Decenas de miles personas han llegado a Washington DC para exigir justicia para #GeorgeFloyd y para todas las víctimas de racismo y brutalidad policial. A esta hora desde Washington: pic.twitter.com/xnCjgw4asN
— Alina Duarte (@AlinaDuarte_) June 6, 2020
La otra cara de la moneda a las manifestaciones es el cierre de filas en las fuerzas del orden, no solo por parte del Gobierno, sino por el respaldo de sus compañeros. Un total de 57 miembros de la unidad antidisturbios de la policía de Búfalo, ciudad del norte del estado de Nueva York, han presentado su renuncia como gesto de solidaridad con dos compañeros suspendidos de sueldo por un caso de brutalidad policial durante las cargas del jueves cerca del Ayuntamiento, cuando en una protesta contra el racismo empujaron al suelo y dejaron en estado grave a un septuagenario. En un segundo plano quedan los datos oficiales de muertos por el coronavirus en el país han ascendido a 109.000 fallecidos y más de 1,89 millones de contagios.
Protestas en todo el mundo
Mientras, en el resto del mundo, al menos decenas de miles de personas se fundieron este sábado en multitudinarias marchas solidarias para denunciar el racismo y la violencia policial. Las protestas antiracistas por la muerte de Floyd han prendido en diversos puntos del globo, y en cada país se denunciaron casos locales considerados análogos para los convocantes de las protestas.
Las marchas protestan por el racismo que incide en aspectos como la educación, la vivienda, el empleo y la salud, como en el caso del covid-19
En Australia decenas de miles de personas marcharon por varias ciudades en apoyo de las manifestaciones tras la muerte de Floyd, y para protestar contra el racismo, incluidas las muertes de aborígenes australianos cuando se encontraban bajo custodia de las autoridades. "El racismo es una pandemia", "El silencio blanco es violencia" y "Detengan las muertes bajo custodia policial", son algunos de los carteles que acompañaban a banderas aborígenes durante la marcha en Sídney, donde se congregaron unos 10.000 personas. "Somos los dueños tradicionales de esta tierra y estamos unidos no solamente por el color con nuestros hermanos negros en Estados Unidos sino con los indios nativos. Tenemos algo común con todas las naciones negras de todo el mundo porque hemos sido colonizados con violencia y genocidio", decía uno de los ancianos aborígenes durante la marcha.
Cientos de personas se manifestaron pacíficamente también en las calles de Tokio y Seúl para denunciar el racismo. En la capital japonesa unas 500 personas de diversas nacionalidades marcharon y se manifestaron frente a la céntrica y popular estación de Shibuya. En Seúl, un centenar de personas, varios de ellos estadounidenses, marchó por el céntrico barrio de Myeongdong portando mensajes con el lema "Black lives matter" (Las vidas negras importan).
UK, Francia y Alemania
En el Reino Unido, una multitud de ciudadanos, muchos con máscaras faciales y guantes por el coronavirus, se ha congregado en la plaza del Parlamento, en el centro de Londres, y también se han convocado demostraciones en otras partes del país. Las organizaciones británicas Libres de Tortura y Consejo para el bienestar de los inmigrantes pidieron al Gobierno de Londres "actuar" contra el racismo "sistémico" que también existe en el Reino Unido. Señalaron que este arraigado trato discriminatorio, que incide en aspectos como la educación, la vivienda, el empleo y la salud, se evidencia actualmente en el efecto de la pandemia de la covid-19, que ha causado proporcionalmente más muertes entre las minorías étnicas que en el resto de la población del país.
En París, entre 1.000 y 2.000 personas se concentraron junto a la plaza de la Concordia a unos cientos de metros de la embajada de EEUU, donde pretendían celebrar su convocatoria. Se lo impidió un fuerte cordón policial que había bloqueado con vallas y vehículos el acceso a un amplio perímetro de varios kilómetros que incluía buena parte de la avenida de los Campos Elíseos. Según el portavoz de Brigada contra la Negrofobia, Franco Lollia, se trataba de "rendir homenaje a George Floyd", pero también "denunciar el racismo institucional que gangrena Francia". Otra acción reunió a familias de personas que denuncian haber sido víctimas de violencia de la policía y que se han constituido en un colectivo los que habían pedido acudir al Campo de Marte para que se "amplifique el movimiento de solidaridad contra la impunidad de las fuerzas del orden". También hubo congregaciones en Lyon, Burdeos, Lille o Rennes.
En Atenas, una manifestación por la violencia policial contra los ciudadanos negros en EEUU desembocó en las últimas horas en enfrentamientos en el centro de la ciudad. Varias personas se separaron del cuerpo de la manifestación y lanzaron piedras a la Policía antidisturbios, que respondió lanzando gases lacrimógenos. Los manifestantes fueron del Parlamento a una comisaría de Policía cercana en el barrio de Kolonaki, desde la que intentaron avanzar hasta la embajada estadounidense, pero fueron bloqueados por la Policía. Dos personas fueron detenidas anoche y otras cinco lo fueron en una protesta similar tras enfrentamientos con la Policía frente a la embajada de EEUU.
Miles de personas se sumaron a la ola de solidaridad en Alemania, donde se convocaron manifestaciones silenciosas en una veintena de ciudades. En la céntrica plaza Alexanderplatz de Berlín, unos 15.000 manifestantes se congregaron según la policía en una protesta en la que inicialmente se habían registrado 1.500 personas; en Hamburgo, las fuerza de seguridad cifraron el número de participantes en alrededor de 14.000; en Fráncfort, Múnich y Dresde, en 8.000, 7.000 y 4.000, respectivamente. Y en Düsseldorf, donde se congregaron unas mil personas, los manifestantes guardaron 8 minutos y 46 segundos de silencio, exactamente el tiempo que el policía acusado de asesinato en segundo grado mantuvo presionado su rodilla contra el cuello de Floyd.
Con gritos, pancartas y mascarillas, decenas miles de personas se han congregado este sábado en la capital de Estados Unidos en protesta de la muerte de George Floyd, asfixiado por un policía blanco, protagonizando la mayor protesta por la justicia racial desde la muerte del ciudadano afroamericano el pasado 25 de mayo. Tras once días de manifestaciones en contra de la brutalidad policial y el racismo endémico imperante en el país, las concentraciones no van a menos, aunque sí empiezan a realizarse en puntos estratégicos como Washington, en un pulso claro a la postura adoptada por el Gobierno de Donald Trump, que ha vuelto a blindarse en la Casa Blanca para evitar disturbios.