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Bulos, aviones y el fin de la Unión Europea: la propaganda de Putin golpea donde duele
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¿PUTIN SE HA METIDO EN TU CABEZA?

Bulos, aviones y el fin de la Unión Europea: la propaganda de Putin golpea donde duele

La batería de mensajes sobre el hundimiento de la UE es abrumadora. Tan solo en los últimos días, 'Sputnik Mundo' ha publicado una docena de artículos sobre el fin de la Unión

Foto: La ayuda rusa, llegando a Italia. (Ministerio de Defensa ruso)
La ayuda rusa, llegando a Italia. (Ministerio de Defensa ruso)

Para la propaganda rusa, cualquier excusa es buena para arremeter contra sus enemigos, y el coronavirus, por supuesto, no podía ser menos. Si un día unas maniobras de la OTAN amenazan con extender el coronavirus por toda Europa, apenas 24 horas después de que la Alianza Atlántica anuncie su cancelación, el enfoque cambia a “EEUU deserta y deja a Europa a solas con su ‘enemigo”. Hasta aquí, nada sorprendente.

El problema es que la campaña de desinformación rusa sobre el coronavirus está promoviendo también todo tipo de bulos en diferentes idiomas —incluyendo el español—, desde que se avecina una campaña de vacunación forzosa que servirá para implantar nanochips en secreto a la población (en medios más o menos marginales como 'NewsFront'), hasta que el Covid-19 es un arma biológica creada en un laboratorio estadounidense, que la agencia de cooperación estadounidense Usaid puede estar detrás de todo ello o que es un gran experimento de ingeniería social (en el muchísimo más influyente 'Sputnik Mundo').

La situación es tan seria que el Servicio de Acción Exterior de la Unión Europea (EEAS) ha publicado una quincena de informes y análisis al respecto, documentando tanto las narrativas más comunes como los propósitos de esta campaña: “Inducir a la desconfianza en las autoridades nacionales y europeas y los sistemas de salud, las instituciones internacionales y los expertos científicos” entre las audiencias internacionales, afirma uno de los documentos. Los mensajes analizados por estos expertos son “característicos de la estrategia bien documentada del Kremlin de usar desinformación para amplificar las divisiones, sembrar la desconfianza y el caos, y exacerbar situaciones de crisis y asuntos de interés público”, indica el mismo informe.

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“El tipo de informaciones sobre el coronavirus que están difundiendo medios como RT y 'Sputnik' no se diferencian demasiado de las que estos medios suelen transmitir”, explica Miguel Vázquez Liñán, profesor de la Universidad de Sevilla y coautor del libro ‘Sistema mediático y propaganda en la Rusia de Putin’. “Son medios que están financiados al cien por cien por el estado ruso y tienen objetivos propagandísticos relativamente claros, que suelen estar en consonancia con las políticas informativas del Kremlin hacia el exterior. Esto incluye, a menudo, sembrar la confusión en las audiencias extranjeras a través de mensajes que, muchas veces, se acercan a la desinformación y dividir a las audiencias de países que ellos consideran rivales. No son los únicos, pero no hay duda de que lo hacen”, dice a El Confidencial.

Los medios rusos aludidos insisten una y otra y otra vez en que “no hay pruebas” de dicha campaña, e incluso se permiten hacer vídeos mofándose de que las webs que supuestamente están difundiendo desinformación sobre el coronavirus son medios de escasa relevancia. Olvidan, por supuesto, mencionar a 'Sputnik', cuyos responsables se jactan públicamente de llegar a millones de lectores en todo el mundo. La realidad es que las pruebas están por todas partes.

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El poder de una imagen

Toda buena campaña de desinformación requiere al menos una base de realidad. Hace unos días veíamos cómo una columna de blindados militares rusos cruzaba media Italia, desde un aeródromo militar a las afueras de Roma hacia el epicentro del contagio en Lombardía. Quien haya seguido el asunto habrá visto imágenes de soldados rusos enfundados en trajes de protección fumigando residencias de ancianos y otros lugares. Y esta semana, Vladimir Putin se apuntaba un enorme tanto diplomático al conseguir que Donald Trump aceptase un avión cargado con “los materiales que se necesitan con urgencia para salvar a estadounidenses”, tal y como escribió el embajador ruso en Washington, Anatoly Antonov, en su cuenta de Facebook. El Ministerio de Exteriores ruso ha difundido una imagen de lo que, supuestamente, son miles de cajas de suministros médicos cargados en dicho avión, con el 'hashtag' #RussiaHelps (#RusiaAyuda).

placeholder Supuesta ayuda rusa difundida por las autoridades de Moscú.
Supuesta ayuda rusa difundida por las autoridades de Moscú.

Los críticos del Kremlin, obviamente, se están tirando de los pelos. Uno de los más destacados —dado que dirigió las fuerzas militares estadounidenses en Europa—, el general Ben Hodges, afirma que la imagen es falsa puesto que “ningún jefe de logística profesional en el mundo, en ninguna fuerza aérea, cargaría un avión de esa manera. Pero si es cierto, es un regalo PARA el Kremlin, no DE él”.

“Es un golpe propagandístico para Putin”, afirma Andrew Foxall, director de investigación en la Henry Jackson Society de Londres, en comentarios al diario 'Washington Post'. “Putin lleva mucho tiempo argumentando que la democracia no es el paraíso que Occidente proclama, y en las crisis actuales las democracias del mundo no parecen ser más efectivas que las autocracias en hacer frente a la expansión del coronavirus”, indica, asegurando que el mensaje es: “En algunos sentidos, Rusia es ahora superior a EEUU. Y el argumento para ello es: si no lo fuese, ¿por qué estaría enviando [ayuda] a EEUU, y por qué éste iba a aceptarlo?”.

Lo importante para el Kremlin es la imagen, no el resultado. “De estos suministros rusos, el 80% es totalmente inútil o poco útil para Italia”, señaló recientemente una fuente gubernamental italiana de alto nivel al diario 'La Stampa', que afirma “a diferencia de los envíos chinos, consistentes sobre todo en ventiladores pulmonares y mascarillas, los rusos serían elementos para la desinfección bacteriológica de áreas, un laboratorio de campo para esterilización y la profilaxis químico-bacteriológica y cosas así”. Pero a la llegada de los especialistas rusos le acompañaba la sospechosa aparición de vídeos en italiano en las redes sociales con mensajes como “Gracias, Macron y Merkel, por dejarnos claro quiénes son nuestros verdaderos amigos”.

Porque uno de los principales objetivos de esta campaña parece ser afianzar el euroescepticismo, y ahí Europa se lo ha puesto realmente fácil.

Torpedo a la línea de flotación de la UE

La tardía y torpe reacción de los principales estados europeos a las peticiones de solidaridad de sus socios más afectados ha permitido que prospere el mensaje de que “Bruselas no hace nada”. Mientras un sobrio e insuficiente tuit de la Comisión Europea se esfuerza en explicar que Francia, Alemania y Austria han enviado millones de mascarillas a Italia y hospitales alemanes están atendiendo a pacientes italianos —que es mucho más de lo que han aportado China y Rusia a Europa en esta crisis—, RT en Español dejaba entrever que la Unión Europea es “una utopía” que podría ser destruida por el coronavirus y que “Alemania, Francia, Holanda, Austria no han movido un dedo por ayudar a sus socios”.

La batería de mensajes sobre el hundimiento de la UE es abrumadora. Tan solo en los últimos días, 'Sputnik Mundo' ha publicado una docena de artículos con títulos como “¿Combatir al coronavirus no es la prioridad de la UE?”, “La pandemia causa síntomas de colapso en la UE neoliberal”, “La Europa enferma que dejará la crisis del Covid-19” o “La crisis sanitaria demuestra que la UE, como sujeto, no existe”, por mencionar solo un puñado. Según el informe de la UE, la narrativa anti-UE es la segunda más común en el marco de la campaña de desinformación rusa sobre el coronavirus, tan solo por detrás de la idea de que EEUU creó el Covid-19 en un laboratorio.

Foto: Vladimir Putin. (Reuters)

“La política exterior de Rusia está planteada en términos muy militares y, visto así, la información se usa también para subrayar las debilidades del enemigo; sus contradicciones y divisiones internas”, dice, apuntando a una de las claves en este fenómeno: “¿La UE está dividida? Sí, claro, forma parte de su ADN. ¿Significa eso que la UE va a dejar de existir mañana? No, pero si te dejas llevar por el tono de estas informaciones parece que está al borde del colapso cada día”.

“Rusia percibe una creciente aprensión e incertidumbre entre estados miembros de la UE acerca de la crisis actual. Rusia también está convencida de que la UE carece de resistencia a la presión externa y está permeada con fisuras internas y conflictos ocultos que podrían escalar hasta una crisis mayor, si se dan las condiciones adecuadas”, afirma Sergey Suhankin, investigador de la Fundación Jamestown y consultor ocasional del Parlamento Europeo y la Agencia de Inteligencia de la Defensa de EEUU. “Las elites político-militares consideran el Covid-19 como algo que puede y deber ser utilizado para asestar un poderoso golpe a la UE y a sus lazos con sus aliados norteamericanos”, indica en un artículo académico recién publicado por la Escuela de Políticas Públicas de la Universidad de Calgary, en Canadá.

¿Está Putin comiéndote el coco?

La eficiencia de estas campañas reside en la multiplicidad de mensajes y narrativas: “El objetivo no es tanto que nos creamos su versión, sino que la incluyamos en nuestro abanico de posibilidades, como una más, y que lleguemos a desconfiar igual de lo falso que de lo verdadero. Crear confusión y romper debates que no nos interesan son objetivos habituales de las políticas de desinformación”, comenta Vázquez Liñán.

Pero ¿es la desinformación verdaderamente eficaz? Este experto matiza: “La UE ha sobrevalorado el poder desestabilizador de estos medios, a raíz de la intervención electoral en EEUU. Es cierto que la propaganda rusa tiene gran impacto en lugares como el Báltico, con una importante población étnicamente rusa, pero me temo que se ha dado una imagen exagerada del poder que pueden tener estas dos cadenas. De hecho, si preguntas en España no estoy muy seguro de que vayas a encontrar a mucha gente que las conozca”, indica. “No creo que las informaciones de canales como RT o 'Sputnik' vayan a cambiar en España la percepción que tenemos sobre esta pandemia; me temo que la desinformación local puede hacer mucho más daño, en este caso concreto, que la que provenga del Kremlin".

Foto: Donald Trump y Anthony Fauci. (Reuters)

No obstante, algo puede estar cambiando en este sentido: según el EEAS, RT en español está entre las 20 fuentes más compartidas en redes sociales en todo el mundo en relación con el coronavirus, y es el 12º dominio de internet más popular, lo que está siendo aprovechado por Rusia para introducir sutilmente todo un abanico de narrativas interesadas contra la Unión Europea, la OTAN y las alianzas a ambos lados del Atlántico. Y en eso, la propaganda rusa está demostrando de nuevo su destreza a la hora de hacer lo que mejor sabe: aprovechar las debilidades del adversario. “Si la desinformación rusa consigue desestabilizar a Europa, será porque Europa es muy fácil de desestabilizar, y este sí que puede ser un problema importante”, concluye Vázquez Liñán.

Para la propaganda rusa, cualquier excusa es buena para arremeter contra sus enemigos, y el coronavirus, por supuesto, no podía ser menos. Si un día unas maniobras de la OTAN amenazan con extender el coronavirus por toda Europa, apenas 24 horas después de que la Alianza Atlántica anuncie su cancelación, el enfoque cambia a “EEUU deserta y deja a Europa a solas con su ‘enemigo”. Hasta aquí, nada sorprendente.

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