El duro varapalo de la ONU a España por no atender a sus pobres: "Que se mire al espejo"

España, sus políticos y sus ciudadanos, deberían mirarse al espejo de cerca. Deberían hacerlo para darse cuenta de que en el país, una de las principales potencias europeas, casi un tercio de sus niños están en riesgo de exclusión social. Así se ha expresado el relator para la Extrema Pobreza de la ONU, Philip Alston, tras pasarse más de una semana recorriendo el país. Alston ha apuntado directamente a los políticos y a la ineficacia de los sistemas de protección social: "Han fallado en gran medida a las personas que viven en la pobreza", ha asegurado este viernes en la exposición de sus conclusiones, en las que ha apuntado que "los derechos sociales rara vez se toman en serio". Para él "hay dos Españas".

Alston no ha ahorrado en críticas ni calificativos a la atención que ofrece España a quienes residen en el país y se encuentran en situación de exclusión social. Badajoz, Mérida, el Polígono Sur de Sevilla, las plantaciones de Huelva, los núcleos madrileños de Torrejón y la Cañada Real o Bilbao son algunos de los puntos del país que ha visitado durante su estancia. El informe preliminar recoge, entre otros datos, que el "impacto" de las prestaciones sociales en España en la reducción de la pobreza es el sexto más bajo de la UE, es decir, es uno de los países más ineficaces en la atención a las personas que se encuentran en riesgo de exclusión social.

TE PUEDE INTERESAR

La ruta de la pobreza que seguirá la ONU para conocer la exclusión social en España

J. B. Gráfico: Jesús Escudero

El relator ha explicado que pese a la mejora de la situación económica del país en términos generales, España ha dejado atrás a los más vulnerables: "A pesar de que está prosperando económicamente, demasiadas personas siguen pasando apuros. La recuperación después de la recesión ha dejado a muchos atrás, con políticas económicas que benefician a las empresas y a los ricos mientras que los grupos menos privilegiados han de lidiar con servicios públicos fragmentados que sufrieron serios recortes después de 2008 y nunca se restauraron", ha asegurado el enviado de Naciones Unidas en la exposición de las conclusiones preliminares, que han sido recogidas en un informe que será llevado al Consejo de Derechos Humanos de la organización el próximo mes de junio.

Algunos de los principales dramas con los que se ha encontrado tienen una explicación clara en las políticas sociales con la vivienda y la desigualdad social en el punto de mira. "La vivienda de bajo coste es casi inexistente y el sistema de asistencia social está quebrado, es imposible de dirigir y hace que las familias acaudalas se beneficien más de las transferencias de efectivo que las familias pobres", ha lamentado Alston, que ha puesto el foco en la aportación de las empresas a esta situación: "Mientras tanto, las empresas están pagando la mitad de los impuestos que antes de la crisis a pesar de registrar fuertes beneficios". El informe hace hincapié en que el gasto social de las comunidades autónomas en 2018 seguía siendo un 3,4% menor que el de 2008, "a pesar de la creciente demanda resultante de la crisis y de sus secuelas".

[Álbum: la visita del relator de Naciones Unidas en imágenes]

Junto a su testimonio, Alston ha rescatado algunos de los datos más preocupantes que se extraen de la sociedad española. Más de una cuarta parte de la población (el 26,1%) se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social. Una proporción que se eleva hasta el 29,5% entre los niños de nuestro país. Alston ha incidido en la situación que vive la población gitana en España, "una de las más grandes de la UE", "casi la mitad de los cuales viven en la extrema pobreza".

"España debería mirarse de cerca al espejo. Lo que verá no es lo que desearía la mayoría de españoles"

Junto a estas cifras, el encargado de la institución supranacional para la Extrema Pobreza ha señalado que un 55% de españoles experimentó dificultades para llegar a fin de mes con sus ingresos y que el 5,4% sufrió "privación material severa". Todo esto, sumado a la lacra del desempleo que se ceba especialmente con los jóvenes.

Alston ha recordado que la situación de pobreza no afecta a todos por igual y que hay grupos de la sociedad que se ven más afectados. "Ciertos grupos están particularmente olvidados por los formuladores de políticas, sufren el impacto de la discriminación estructural y experimentan tasas de pobreza desproporcionadamente altas. Las mujeres los habitantes en zonas rurales, los inmigrantes, las trabajadoras domésticas y las personas con discapacidad están extremadamente desatendidas por las políticas actuales y se ven injustamente afectadas por la pobreza".

"España debería mirarse de cerca al espejo. Lo que verá no es lo que desearía la mayoría de españoles, ni lo que muchos responsables políticos tenían planeado: una pobreza generalizada y un alto nivel de desempleo, una crisis de vivienda de proporciones inquietantes, un sistema de protección social completamente inadecuada que arrastra deliberadamente a un gran número de personas a la pobreza", ha enfatizado durante la presentación de las conclusiones.

Alston ha cuestionado el papel social de la formación y de la propia "mentalidad burocrática", de la que ha asegurado que está tan "arraigada" en la Administración que "valora los procedimientos formalistas por encima del bienestar de las personas". Del sistema educativo, ha considerado que es "segregado y cada vez más anacrónico". En el documento presentado por Alston se lamenta, tras analizar el sistema educativo, que "concentrar a los niños de las familias más pobres en los mismos colegios es una mala receta para combatir la pobreza". Estas condiciones, ha explicado el relator, fomentan la desigualdad junto con "un sistema fiscal que brinda muchos más beneficios a los ricos que a los pobres".

TE PUEDE INTERESAR

El antídoto contra la xenofobia se crea en Vallecas: la clave está en el bar de la esquina

Javier Bocanegra

El relator, que ha alabado que el nuevo gobierno ponga la lucha contra la desigualdad entre sus prioridades, no ha dudado en asegurar que los políticos, ha dedicado parte de su intervención a narrar lo que se ha encontrado en los lugares que ha visitado, unos enclaves de los que ha comentado que "muchos españoles" ni siquiera reconocerían como parte del país al que pertenecen. "Un barrio pobre con condiciones mucho peores que un campamento de refugiados, sin agua corriente, electricidad ni saneamiento, donde los trabajadores inmigrantes llevan años viviendo sin ninguna mejora en su situación".

Otro de las escenas que ha relatado ha sido la de "vecindarios de pobreza concentrada donde las familias crían niños con una grave escasez de servicios estatales, clínicas de salud, centros de empleo, seguridad, carreteras asfaltadas o incluso suministro eléctrico legal". Una muestra del sentimiento de las personas que enmarcan su día a día en estas condiciones es la palabra más escuchada por Alston en los últimos días: "Abandonado".

"He conocido a personas que perdieron todos sus ahorros durante la crisis, que tienen que elegir entre poner comida sobre la mesa o calentar una casa"

"He conocido a personas que perdieron todos sus ahorros durante la crisis, que tienen que elegir entre poner comida sobre la mesa o calentar una casa y que afrontan la posibilidad de ser desalojadas, incapaces de encontrar una vivienda asequible. Casi todos los que conocí buscaban ávidamente un trabajo decente", ha rememorado el alto cargo de la ONU, que en estos últimos días ha paseado por las calles repletas de residuos del Polígono Sur sevillano o por los caminos de barro de las plantaciones de la fresa onubense.

Ante este contexto poco alentador, Alston ha puesto deberes al imberbe ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos: "Aplaudimos el mensaje, pero es necesario que sus acciones estén a la altura de esa retórica". España, ha destacado, "necesita un liderazgo innovador a escala nacional" y que este esté acompañado de recursos a nivel autonómico.