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El masaje tailandés se convierte en Patrimonio de la Humanidad por la Unesco
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LOS PRECIOS VARÍAN ENTRE 5 Y 100 EUROS/HORA

El masaje tailandés se convierte en Patrimonio de la Humanidad por la Unesco

Tailandia celebra este éxito nacional que la agencia de la ONU ha otorgado porque "ayuda a reequilibrar el cuerpo, la energía y la estructura del paciente"

Foto: El masaje tailandés combina técnicas de estiramiento, presión y relajación con movimientos de yoga pasivos (Foto: Asia Gardens)
El masaje tailandés combina técnicas de estiramiento, presión y relajación con movimientos de yoga pasivos (Foto: Asia Gardens)

El codo hincado en el omóplato o fuertes estiramientos propios de un contorsionista, son terapias habituales del masaje tailandés, o Nuad Thai, recién reconocido por la Unesco como patrimonio cultural intangible. Una decisión que se ha celebrado en Tailandia, ya que se considera que este estatus ayudará a preservar el conocimiento para futuras generaciones.

El viceprimer ministro y ministro de Salud Pública, Anutin Charnvirakul, ha explicado que "preservar esta herencia de sabiduría ancestral es uno de los mayores éxitos del pueblo tailandés".

Foto: Foto: iStock.

La Unesco ha reconocido que el masaje tradicional "ayuda a reequilibrar el cuerpo, la energía y la estructura del paciente para tratar enfermedades que se cree que son causadas por la obstrucción del flujo de energía a lo largo de las líneas que se entrecruzan en el cuerpo humano".

Medicina tradicional

Los pequeños negocios de masajes son parte de la medicina tradicional, el arte y la cultura tailandesa y se prodigan a lo largo del país a unos precios asequibles, empleando a miles de personas, en su mayoría mujeres. Desde spas de lujo a cochambrosos establecimientos, los precios pueden variar por una sesión de 1 hora entre los 3.000 bat (100 dólares o 90 euros) y los 150 bat (5 dólares o 4,5 euros).

Se pueden contratar masajes de una hora desde apenas 5 euros y hasta más de 100

Es habitual que los turistas, cuando se enfrentan por primera vez a este tipo de masaje, dejen escapar algún grito de dolor. Acuden al masaje tailandés con las esperanzas de disfrutar de un tiempo de relajación durante su visita a este país tropical afamado por sus playas paradisíacas y caótica capital, pero se encuentran con una práctica que en muchas ocasiones no es lo que esperaban.

Tras una breve plegaria budista, los robustos dedos de la masajista comienzan a hundirse con vigor por los músculos de piernas, brazos, torso, espalda y cuello, en ocasiones, ayudado por un ungüento de olor mentolado.

placeholder El masaje tailandés ya es Patrimonio de la Humanidad (EFE EPA/Rungroj Yongrit)
El masaje tailandés ya es Patrimonio de la Humanidad (EFE EPA/Rungroj Yongrit)

Utilizando sus rodillas contra parte baja de la espalda del cliente, la terapeuta agarra los antebrazos y fuerza al usuario a doblarse hacia atrás, en un movimiento finalizando la sesión y que ayuda a liberar de tensión en las vértebras lumbares y dorsales, según los profesionales.

Origen indio

Conforme al relato de escritos centenarios tailandeses, un ermitaño natural de la India concibió 80 posturas para estirar su cuerpo con el fin de prevenir y curar los dolores corporales y enfermedades del sistema circulatorio y respiratorio. Estos conocimientos llegaron al extinto reino de Ayutthaya (parte central de la actual Tailandia) en el siglo XIV y se fue propagando mediante el boca a boca de padres a hijos.

Foto: Lola Larumbe al puerta de su librería y local de estética y masajes en Argüelles

Amenazada por la desaparición tras la invasión birmana y destrucción del reino, el rey Rama I, precursor en siglo XVIII de la actual dinastía reinante, reunió los conocimientos en Wat Pho, un templo considerado como la primera universidad del país. El colegio del Wat Pho, fundado de manera oficial en 1955, seleccionó las 18 posturas menos complicadas para facilitar y difundir el estudio de la materia.

Cada mes una media de entre 700 y 800 estudiantes, la mitad de ellos extranjeros, se forma sobre la práctica del masaje tailandés en esta escuela. Vipha Sutthiprateep, maestra del Wat Pho, explica que "este reconocimiento es un orgullo para nuestra escuela y para toda la nación, ello puede ayudar a que más personas se interesen por aprender las técnicas".

Cada mes una media de entre 700 y 800 estudiantes, la mitad de ellos extranjeros, se forma en Wat Pho

El masaje tailandés está tan asentado en la sociedad local que durante las protestas antigubernamentales de finales de 2013 puestos de masajes gratuitos se prodigaban por las calles de Bangkok para ofrecer alivio a los manifestantes.

El codo hincado en el omóplato o fuertes estiramientos propios de un contorsionista, son terapias habituales del masaje tailandés, o Nuad Thai, recién reconocido por la Unesco como patrimonio cultural intangible. Una decisión que se ha celebrado en Tailandia, ya que se considera que este estatus ayudará a preservar el conocimiento para futuras generaciones.

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