Rusia y China terminan un puente de 322 millones de euros que va a unir ambos países

Rusia y China comparten cientos de kilómetros de frontera en el lejano oriente. Muchos de ellos están separados por el río Amur, que ejerce de frontera natural entre ambos países. Ahora, la ciudad china de Heihe y la rusa de Blagoveshchensk quedarán unidas por un puente internacional que conectará ambos países en solo unos minutos.

Apenas un kilómetro separa China de Rusia en este punto del mapa y, como sucede en otros lugares del mundo, la cercanía entre las ciudades que se encuentran en la frontera provoca que sean importantes puntos comerciales. Por esa razón, hace más de treinta años que las autoridades de ambos países habían puesto sobre la mesa la posibilidad de unirlos a través de un puente, pero no fue hasta el año 2016 cuando se pusieron manos a la obra.

El proyecto va mucho más allá del kilómetro de puente que salva la extensión del río Amur y tiene un total de 20 kilómetros: trece de ellos corresponden a Rusia y siete a China. Cada país se ha dedicado a construir su parte del proyecto y los dos extremos del puente se unían finalmente a finales del mes de noviembre.

Comenzará a operar en primavera

El ministerio ruso para el Desarrollo del Extremo Oriente y el Ártico confirmó a la CNN que el objetivo es que el puente se abra al tráfico en la primavera de 2020. Según Vasily Orlov, gobernador de la región de Amur, esta nueva infraestructura"nos permitirá alcanzar completamente nuestro potencial de tránsito. Estamos formando un nuevo corredor de transporte internacional".

Por el puente, que solo tiene un carril en cada sentido, pasarán a diario unos 800 vehículos, sobre todo destinados al transporte

Actualmente, ambos países están conectados por un servicio de ferry internacional y la llegada de este puente permitirá aumentar el transporte de mercancías. Se estima que por la nueva carretera, que solo tiene un carril en cada sentido, pasarán a diario unos 800 vehículos, sobre todo destinados al transporte.

El puente es el primero de los dos proyectos diseñados para conectar estas dos ciudades. En 2020 también está prevista la inauguración del primer teleférico transfronterizo del mundo: un estudio holandés está trabajando en un proyecto que unirá Heihe y Blagoveshchensk en un tiempo aproximado de siete minutos y medio.