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20.000 euros por un número capicúa: en Líbano la matrícula vale más que el coche
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El número más caro cuesta 300.000 dólares

20.000 euros por un número capicúa: en Líbano la matrícula vale más que el coche

En Líbano, la fiebre por aparentar riqueza se ha contagiado a los números de matrícula o de teléfono. Los más "bonitos" pueden costar miles de euros

Foto: Coches de lujo en el Líbano. (Reuters)
Coches de lujo en el Líbano. (Reuters)

En Líbano, un país donde según los datos de Naciones Unidas un tercio de la población vive en la pobreza con menos de cuatro dólares al día, la matrícula de un coche puede costar —sustancialmente— más que un buen coche y el número de teléfono de un móvil puede costar sustancialmente más que cualquiera de los mejores smartphones. ¿Por qué? "Porque los ricos de aquí no solo deben ser ricos, deben sobre todo parecerlo", expone Hassan, un libanés dedicado a este negocio.

La matrícula 599 se vende por 40.000 dólares. La 2526, menor estatus, se oferta por 20.000 y la 4664664, de evidente menor valor, "solo" cuesta 15.000 dólares. En la página web de compraventa del Líbano donde aparecen estos precios, justo encima del anuncio que oferta la matrícula 599, se puede ver el anuncio de un Ford Mustang negro cuyo coste es de 9.000 dólares. Hay también anuncios de Ferraris de segunda mano en venta por 80.000 dólares. Dos matrículas 599 valen, por tanto, lo mismo que un Ferrari.

Foto: Un trabajador filtra los materiales plásticos de las montañas de basura de un vertedero en Douma, Siria. (EFE)

Si lo que quieren es un bonito número de teléfono, hay ofertas de todo tipo y rangos. El número 81 999 899 se vende por 4.000 dólares, mientras que el 81 166 000 cuesta "solo" 1.000 dólares. "El número de teléfono 03 000 000 es el más caro del Líbano, cuesta 300.000 dólares", anuncia entre risas, tapándose la cara casi de vergüenza, el vendedor de una tienda de telefonía móvil que tiene en la fachada de su tienda de Beirut, entre las calles Mahatma Gandhi y la Elias Gaspard, un letrero luminoso en el que aparecen distintos números de teléfonos con sus correspondientes precios. "Los hay más baratos. Los números más bonitos se pagan muy caros, pero un teléfono que repita cifras o que acabe en ceros va subiendo su valor. 100, 200 dólares". ¿Y si yo quiero un teléfono sin pagar? "Le damos un número aleatorio que no será bonito", responde el vendedor.

El número de teléfono 03 000 000 es el más caro del Líbano: 300.000 dólares

"Mi padre que es ya jubilado tiene un Volkswagen Passat y sus amigos le dicen que es un tacaño y que debe comprarse una matrícula. Ya hasta está dudando", dice Habib, un chófer libanés, que explica cómo funciona el negocio. "Las matrículas de tres cifras son en propiedad para toda la vida. Esas son las más caras. En total, como hay nueve provincias, hay solo nueve mil de esas y la gente paga mucho dinero por tenerlas. Luego, están las de cuatro, cinco y hasta seis cifras. Ahí depende de que sean números bonitos. Capicúa, acabados en ceros, que se repita una cifra... Eso le da valor".

¿Y la gente paga por ello? "A los libaneses nos gusta mucho alardear de dinero y estatus social. De alguna manera, si tienes una matrícula de esas o das tu teléfono y es un número bonito estás enseñando que tienes dinero para pagarlo. Es un poco una tarjeta de visita para mucha gente", responde.

placeholder Algunas ofertas de matrículas y números de teléfono. (J.Brandoli)
Algunas ofertas de matrículas y números de teléfono. (J.Brandoli)

La enorme brecha social del Líbano no es por tanto solo visible en los buenos edificios de Beirut, Biblos o Trípoli que sortean casas derruidas por la guerra o edificaciones cochambrosas con decenas de cables colgando en su fachada, lo es también mirando la matrícula de un coche o haciendo una simple llamada. Un magnífico ejemplo de la locura socioeconómica instalada en un complicado país lleno de diversas culturas, religiones y clases sociales. "Un 1% de los libaneses tiene el 25% de la riqueza del país", explicaba recientemente Adib Nehme, consejero regional de la oficina de ONU de Asuntos Económicos y Sociales en Asia Occidental al presentar su informe económico del Líbano.

placeholder Los números capicúa son especialmente suculentos. (J.Brandoli)
Los números capicúa son especialmente suculentos. (J.Brandoli)

El durante años considerado como país más próspero de Oriente Medio, quitando Israel, pasa ahora por una crisis donde los coches deportivos y las tiendas de moda francesas se mezclan con una tropa de desheredados que deambula por las calles de Beirut buscándose la vida entre la venta ambulante y la mendicidad. La muerte del taxista George Zreik, el pasado 8 de febrero, que se quemó a lo bonzo por no tener dinero para pagar la escuela de sus hijos, fue un sonado ejemplo de la crisis de las clases medias que atraviesa un país con una deuda del 150% de su PIB, un paro "oficial" de entorno al 6,2%, un crecimiento económico que en 2018 se estancó en un 0,2% y una galopante corrupción que según un reciente estudio le cuesta a cada Libanés 11.000 dólares a lo largo de su vida en pagos de pequeñas mordidas.

"Un matrimonio con dos hijos debe llevar a casa 2.000 dólares para cubrir los gastos de vivir en Beirut", ha cifrado el economista libanés Louis Hobeika. Dicho de otra manera, una familia de cuatro miembros del Líbano debe ganar para sobrevivir el coste de un número de teléfono acabado en tres ceros o una matrícula de seis cifras que repita algunos números. Ya para millonarios está reservado el tremendo honor de que la matrícula sea de tres cifras y sus números sean correlativos. Eso, para algunos en el Líbano, es un sueño que alcanzar en vida.

En Líbano, un país donde según los datos de Naciones Unidas un tercio de la población vive en la pobreza con menos de cuatro dólares al día, la matrícula de un coche puede costar —sustancialmente— más que un buen coche y el número de teléfono de un móvil puede costar sustancialmente más que cualquiera de los mejores smartphones. ¿Por qué? "Porque los ricos de aquí no solo deben ser ricos, deben sobre todo parecerlo", expone Hassan, un libanés dedicado a este negocio.

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