Donald Trump y Twitter: una historia de odio, 'fake news' y un poco de amor
Esta semana, el presidente de Estados Unidos retuiteó un comentario que hizo que Twitter suspendiera una cuenta que compartía bulos sobre los demócratas
Que Donald Trump ha estado en la vanguardia a la hora de hacer política en las redes sociales está claro: esta herramienta ha sido una de las vías de comunicación más potentes del republicano desde que llegó a la Casa Blanca; tanto que muchos de sus declaraciones llegaron a tener consecuencias graves, incluso generando tensiones diplomáticas con otros países. Este mismo mes, en el marco de la denominada guerra comercial entre su Gobierno y China, la Corte de Apelaciones de Nueva York falló que el hecho de que el presidente de Estados Unidos silenciara los mensajes de usuarios de la famosa red social violaba artículos de la Constitución: "La Primera Enmiende no permite que los cargos públicos que utilizan las redes sociales para toda clase de mensajes excluyan a personas de lo que debería ser un diálogo abierto, en los que se expresen opiniones contrarias": así fallaba la Justicia de Estados Unidos que Trump no podía bloquear usuarios en Twitter.
Así a todo, Trump sigue siendo ciertamente polémico con esta herramienta. Esta misma semana, la red social ha suspendido una cuenta, operada bajo el nombre de Lynn Thomas, después de que el presidente retuiteara uno de sus comentarios. La cuenta en cuestión (@LynnTho06607841) había publicado una especie de cartel en el que se leía la frase 'Los demócratas son los verdaderos enemigos de Estados Unidos', acompañando la imagen con estas palabras: "Los demócratas son los únicos que interfieren en nuestras elecciones. ¿Por qué crees que se oponen tan fervientemente a la ley de identificación de votantes?". Esta no es la primera imagen que se comparte con esta idea, con la que se trata de acusar al Partido Demócrata de estar en contra de este tipo de normativas porque "quieren hacer trampa para ganar votos".
Tal y como explica el diario 'Daily Beast', antes de que la cuenta de Twitter fuera suspendida, había compartido numerosos memes con teorías conspiratorias y extrañas historias sobre conocidos demócratas que asesinaban niños, incluso uno llegó a acusar a Bill y Hillary Clinton de torturar y sacrificar a menores de edad para obtener una "droga que solo se puede obtener del cráneo humano". En una entrevista con la cadena C-Span, emitida el martes por la noche, el presidente de Estados Unidos era preguntado acerca de los más de 43.000 tuits que ha escrito desde su perfil, y sobre si se arrepentía de alguno de ellos. "No demasiado", respondía el mandatario, aunque reconocía que puede haber cierto problema cuando retuitea desde su propia cuenta.
"El gran problema viene de los retuits. Retuiteas algo que suena bien, pero luego resulta que es de un jugador que no es el mejor jugador del mundo: esto provoca un problema", explicaba, antes de halagar Twitter como una "increíble forma de comunicación" y de combate contra la cobertura negativa. Durante los últimos años, Twitter ha estado tratando de luchar para que se cumplan sus normas de uso, también con el presidente de Estados Unidos. La semana pasada el anfitrión de la Casa Blanca entraba en otra polémica en las redes sociales, criticando al demócrata Elijah Cummings, afroamericano, y al distrito que representa, con un 53% de población negra. "El distrito de Cummings es asqueroso, un desastre infestado de ratas y roedores", escribía el político. Varios medios de comunicación se percataron que cada vez que Trump utilizaba la palabra 'infestado' hacía referencia a lugares habitados por latinos o negros.
Trump acusó a Twitter de impedir a usuarios que lo siguieran: "Sé que nos bloquean"
A principios de este mismo mes, Trump invitó a una serie de personalidades de las redes sociales a una especie de 'cumbre'; allí lamentó el supuesto sesgo de Silicon Valley contra su persona y sus seguidores, y llegó a asegurar que Twitter ponía trabas a determinados usuarios que querían seguirlo en la red social. "La gente se me acerca y me dice: 'Señor, queremos seguirlo (en Twitter) pero no nos dejan. Tengo millones de poersonas, tantas que no podrían ni creer, que quieren seguirme, pero sé que nos bloquean". No obstante, tal y como ha indicado la cadena CNN, no hay ninguna prueba de que Twitter o cualquier otra compañía de redes sociales haya dificultado a nadie el acceso a los comentarios del presidente.
La cara amable de la relación Trump-Twitter
No obstante, no todo ha sido negativo en la larga relación entre el presidente de Estados Unidos y la red de Mark Zuckerberg: a pesar de la opción de cambiar las habituales ruedas de prensa físicas y tradicionales por proclamas de 280 caracteres lanzadas por Twitter, mantiene la costumbre de leer en papel. "Trump no utiliza ordenador, ni tampoco lee noticias 'online'", explica el diario Politico, en un extenso reportaje sobre sus costumbres con la prensa. "El personal de su oficina imprime un 'clipping' de prensa cada día para enseñárselo al presidente", señalaba al periódico un antiguo alto cargo de la Casa Blanca.
El congresista conservador Matt Gaetz, representante del estado de Florida y gran aliado de Trump, explicó a Politico cómo había visto al presidente, a bordo del Air Force One, leyendo periódicos y firmando artículos en papel, a menudo acompañados de anotaciones en los márgenes.
Después de escribir, ordenaba que los enviaran. "Es un lugar muy activo cuando se trata de subrayar y remarcar o destacar cosas que le llaman la atención", explicaba. Incluso se sabe que el presidente envía tuits que le han parecido interesantes, impresos en papel, a sus propios autores. Lo hizo con el propio Gaetz, a quien envió un comentario impreso por su personal y firmado por él mismo: ahora este tuit está enmarcado en la pared del despacho del congresista.
Que Donald Trump ha estado en la vanguardia a la hora de hacer política en las redes sociales está claro: esta herramienta ha sido una de las vías de comunicación más potentes del republicano desde que llegó a la Casa Blanca; tanto que muchos de sus declaraciones llegaron a tener consecuencias graves, incluso generando tensiones diplomáticas con otros países. Este mismo mes, en el marco de la denominada guerra comercial entre su Gobierno y China, la Corte de Apelaciones de Nueva York falló que el hecho de que el presidente de Estados Unidos silenciara los mensajes de usuarios de la famosa red social violaba artículos de la Constitución: "La Primera Enmiende no permite que los cargos públicos que utilizan las redes sociales para toda clase de mensajes excluyan a personas de lo que debería ser un diálogo abierto, en los que se expresen opiniones contrarias": así fallaba la Justicia de Estados Unidos que Trump no podía bloquear usuarios en Twitter.
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