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¿Qué significa el grito maorí para superar la masacre de Nueva Zelanda?
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50 personas murieron en los tiroteos

¿Qué significa el grito maorí para superar la masacre de Nueva Zelanda?

Un autor, dos tiroteos y 50 muertos: Christchurch (Nueva Zelanda) fue escenario la semana pasada de un atentado sin precedentes, que dejó medio centenar de fallecidos

Foto: Varios estudiantes bailan una 'haka', danza ritual maorí en Nueva Zelanda, en homenaje a los fallecidos en el atentado de Nueva Zelanda (Reuters)
Varios estudiantes bailan una 'haka', danza ritual maorí en Nueva Zelanda, en homenaje a los fallecidos en el atentado de Nueva Zelanda (Reuters)

Un autor, dos tiroteos y 50 muertos: Christchurch (Nueva Zelanda) fue escenario la semana pasada de un atentado sin precedentes, que dejó medio centenar de fallecidos y otros tantos heridos a manos de una sola persona, un supremacista y xenófobo que había adquirido sus armas a través de Internet. Ahora, días después de la tragedia, los neozelandeses tratan de reponerse de la masacre con una popular expresión maorí, 'Kia kaha', que significa 'Sé fuerte'. Con este grito, una serie de danzas rituales y abrazos de líderes cristianos y musulmanes, los residentes de Christchurch intentan reanudar su vida.

La mañana del lunes en Christchurch tenía todavía sabor a luto, a pesar de que las calles se llenaban de vehículos con un tráfico moderado, al menos para una ciudad de unos 388.400 habitantes y de amplias calles que no conocen grandes embotellamientos ni habían visto hasta ahora tanta presencia policial. "Parecía sombría. Había mucha tardanza en todo, pero todos parecían comportarse con más amabilidad de la habitual", dice a Efe Michael Heard, un canadiense, al describir el ambiente de Christchurch, la localidad en la Isla Sur que él llama su hogar.

placeholder Uno de los homenajes a las víctimas del atentado de Christchurch (Reuters)
Uno de los homenajes a las víctimas del atentado de Christchurch (Reuters)

"Kia kaha, kia kaha, kia kaha" era el mensaje que se repetía en las tarjetas colocadas junto a las flores en los numerosos lugares de homenaje a las víctimas en el parque Hagley, adonde se acercaron miles de personas con mensajes de pésame y esperanza. Heard fue uno dos espontáneos que se acercó a Hagley, situado junto a la mezquita Al Nur, donde 42 personas murieron tiroteadas por el australiano Brenton Tarrant, un supremacista blanco acusado de la masacre.

Tarrant asesinó presuntamente a otras 7 personas en la mezquita de Linwood y otra víctima murió en el hospital. Ante tanta brutalidad y odio, Christchurch, en palabras de Heard, ha reaccionado con "abrumadoras muestras de solidaridad de la verdadera Nueva Zelanda". Al parque Hagley también se acercaron los alumnos del liceo Cashmere para llorar a dos de sus compañeros, Sayyad Milne y Hamza Mustafa, muertos a manos del extremista australiano.

[El delirante mundo 'ultra' neozelandés: qué hay detrás del atentado contra las mezquitas]

A excepción del colegio Hagley, que sirve como centro de ayuda para las víctimas, los estudiantes de primaria y secundaria retornaron a sus clases en la ciudad bajo la mirada atenta de los docentes, preparados ya para atender el trauma de los menores. Un grupo de jóvenes interpretaron un 'haka', la danza ceremonial que ha sido dada a conocer en el mundo por su equipo nacional de rugby, en Al Nur, que en árabe significa "luz" y donde también colocaron velas y cadenetas de papel.

Desde Auckland, los alumnos del colegio Orewa formaron con sus cuerpos la expresión 'Kia kaha' junto a un inmenso corazón en la grama del campus y lo divulgaron en un vídeo en las redes sociales, las mismas que el autor usó para divulgar en directo un vídeo de la masacre. Otras muestras de solidaridad han sido los abrazos entre líderes musulmanes y cristianos coptos y las bendiciones por parte de dirigentes de fe islámica y maoríes en las mezquitas Al Nur y Linwood.

placeholder Vista de la mezquita Al Nur en Christchurch, Nueva Zelanda (Reuters)
Vista de la mezquita Al Nur en Christchurch, Nueva Zelanda (Reuters)

Ambos centros permanecen cerrados desde la irrupción con un arma semiautomática de Tarrant, quien disparó a quemarropa contra los musulmanes que se habían congregado en esos lugares para la oración del viernes. Los musulmanes esperan que estos dos templos reabran antes de que termine la semana, pero las autoridades neozelandesas quieren terminar sus investigaciones, ayudados por el FBI y sus pares australianos, para esclarecer los hechos.

Los sepelios tardarán más de 24 horas

Según la fe musulmana, los entierros deberían realizarse en las siguientes 24 horas al deceso, pero en este caso los sepelios podrían tener lugar el miércoles o más tarde debido a las autopsias. En el cementerio Memorial Park, en Linwood, un barrio más humilde de la zona residencial que rodea al parque Hagley, prensa de todo el mundo hace guardia a la espera de que se realicen los primeros entierros, cerca del personal de seguridad y la Policía.

"La gente en el terreno me ha dicho que los primeros entierros pueden darse mañana, el miércoles, pero con más seguridad el jueves, probablemente en grupo. No hay nada concreto", explicó brevemente a Efe el líder islámico Anwar Sahib. El vicepresidente de Turquía, Fuat Oktay, y el titular de Exteriores de este país, Mevlut Cavusoglu, se encuentran ya en Nueva Zelanda pare rendir homenaje a las víctimas, que incluyen a turcos, sirios, somalíes, bangladesíes, malasios y afganos, entre otros.

Mohammed Ashif, un superviviente de Linwood que perdió a un ser querido, sigue repitiendo "no es un buen momento" a la incómoda llamada de la prensa, mientras que Manyank, un conductor de Uber, comenta que ha perdido a dos conocidos y con la voz entrecortada solo dice: "Muy triste, muy triste...no sé cuando los van a enterrar", sin querer hablar más.

Un autor, dos tiroteos y 50 muertos: Christchurch (Nueva Zelanda) fue escenario la semana pasada de un atentado sin precedentes, que dejó medio centenar de fallecidos y otros tantos heridos a manos de una sola persona, un supremacista y xenófobo que había adquirido sus armas a través de Internet. Ahora, días después de la tragedia, los neozelandeses tratan de reponerse de la masacre con una popular expresión maorí, 'Kia kaha', que significa 'Sé fuerte'. Con este grito, una serie de danzas rituales y abrazos de líderes cristianos y musulmanes, los residentes de Christchurch intentan reanudar su vida.

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