Es noticia
Perseguidos por motoristas: así fue el asalto a los tripulantes de Air Europa en Caracas
  1. Mundo
"somos un blanco muy fácil"

Perseguidos por motoristas: así fue el asalto a los tripulantes de Air Europa en Caracas

Varios asaltantes armados les siguieron durante el apagón y trataron de interceptarles antes de que llegasen al hotel. La pericia del conductor de su furgoneta evitó que lograsen su objetivo

Foto: Vista de una carretera en Caracas durante el apagón, el domingo 10 de marzo de 2019. (EFE)
Vista de una carretera en Caracas durante el apagón, el domingo 10 de marzo de 2019. (EFE)

Tras un vuelo sin incidentes desde Madrid, el avión de Air Europa aterrizó en Caracas en la franja prevista, a las 21:22 de la noche, hora local. Después de cruzar el control de pasaportes, el personal de vuelo —dos pilotos y ocho tripulantes de cabina de pasajeros— metió su equipaje y montó en una furgoneta que los trasladaría al hotel sin saber que estaban a punto de verse envueltos en un tiroteo. El relato de lo sucedido a continuación —que El Confidencial ha conocido a través de los abogados del Sitcpla, el sindicato independiente de tripulantes de cabina— pone los pelos de punta.

Durante el trayecto, se dieron cuenta de que varios asaltantes armados les seguían en al menos tres motos. Poco antes de llegar al hotel, trataron de interceptarlos. El conductor huyó, dando inicio a una persecución a gran velocidad por la carretera del aeropuerto, al tiempo que avisaba por radio sobre lo que estaba sucediendo. Al llegar al hotel, siempre según la versión recogida por el sindicato, el personal les abrió la puerta 'in extremis' y la furgoneta entró derrapando en el recinto, mientras los tripulantes saltaban del vehículo y se arrojaban al suelo para tratar de llegar hasta el interior del edificio. En ese momento, los atacantes y el personal de seguridad iniciaron un intercambio de disparos que, por fortuna, se saldó sin víctimas.

“A partir de ese momento, las situaciones de pánico de ansiedad que se debieron de vivir fueron gravísimas”, dice Guillermo Peña Salsamendi, responsable jurídico del sindicato Sitcpla. “Es curioso que esto suceda cuando lo hemos denunciado dos veces, una de ellas muy recientemente”, comenta.

“Los compañeros temieron realmente por sus vidas, les estaban esperando, les persiguieron y les tirotearon cuando llegaron al hotel”, ha indicado Arancha de los Santos, portavoz de la Unión Sindical Obrera (USO) en Air Europa, en un comunicado difundido por el sindicato. “Tuvieron que regresar al aeropuerto escoltados por la policía, y cuando llegaron allí estaba sin luz, seguían moviéndose reptando por el suelo por miedo a que los hubieran seguido otra vez”, señala.

Foto: Presuntos saqueadores, detenidos por las fuerzas de seguridad durante el apagón en Caracas, el 10 de marzo de 2019. (Reuters)

Air Europa, no obstante, ha emitido un comunicado en el que desmiente muchos de estos detalles. "En ningún momento la tripulación ni la furgoneta que los transportaba fue tiroteada, retenida o atracada, y durante el trayecto les acompañaban un miembro de seguridad del hotel y dos militares de la Guardia Bolivariana", dice el texto. "Todos los informes, que hemos recibido de los distintos departamentos de seguridad de la compañía, el hotel y las autoridades locales, inciden en que los hechos acaecidos no coinciden con la información reproducida en algunos medios de comunicación".

La empresa, además, reproduce el testimonio del comandante del vuelo, Chema Sandín, que rebaja el tono de lo sucedido: “En el trayecto del aeropuerto al hotel observamos dos motocicletas en la carretera que aparentemente querían cortarnos el paso. El conductor no se detuvo y continuó su trayecto hasta el hotel. Las dos motocicletas nos siguieron a cierta distancia, pero sin acceder en ningún momento al recinto del hotel. Una vez dentro del complejo, a la entrada del edificio de recepción y mientras nos bajábamos de la furgoneta, creímos escuchar unos disparos fuera del recinto y accedimos al interior del hotel”, dice, según el comunicado de la compañía.

El hotel en el que sucedieron los hechos es el mismo donde siempre se aloja la tripulación de Air Europa, situado a unos dos kilómetros del aeropuerto. Pero la carretera entre ambos puntos “es de las más peligrosas del país, según el Ministerio de Exteriores [español]”, denuncia Peña.

placeholder Un avión de Air Europa, en una foto de archivo. (EFE)
Un avión de Air Europa, en una foto de archivo. (EFE)

Un malestar de larga duración

Para los empleados de la aerolínea que se ven obligados a alojarse allí, un episodio así era cuestión de tiempo, porque constituyen “un blanco muy fácil” para las bandas criminales organizadas. “Llegamos siempre los mismos días, a las mismas horas, nos quedamos en el mismo hotel y hacemos el mismo trayecto a él. En un país donde, además, hay un nivel de corrupción tan alto, hasta la propia policía vigila nuestros movimientos. Llegamos con maletas y algo de dinero, y desde el momento en que abandonamos la pista estamos totalmente desprotegidos, como por desgracia se demostró ayer”, dice De los Santos.

Cuando los representantes de los trabajadores plantearon su preocupación por los peligros de quedarse en Caracas, “lo único que recibimos fue un supuesto protocolo de seguridad para evitar secuestros o para que no nos resistiéramos en una operación a mano armada, que no exhibiéramos joyas y que no saliésemos del hotel. Algo que se ha demostrado totalmente inútil, ya que en el propio traslado podía ocurrir lo peor”, añade.

De hecho, el malestar entre los trabajadores de Air Europa por verse obligados a pernoctar en Caracas es patente desde hace mucho tiempo, tal y como ya reseñó El Confidencial a principios de febrero. A los temores sobre su integridad física en una de las ciudades más violentas del mundo —y en un país en medio de la peor ola de inestabilidad de su historia reciente— se suman las incomodidades derivadas de ello, que, afirman, también repercuten en la seguridad.

Foto: Foto de archivo de uno de los aviones de AirEuropa. (EFE)

“Los cortes de fluido eléctrico son constantes, la comida, si hay, no está en condiciones óptimas para ser consumida, puesto que no se puede conservar en condiciones aceptables en los frigoríficos, y por tanto los tripulantes no pueden descansar si no se alimentan bien”, comenta Peña. “Si además no se pueden realizar los controles de seguridad de equipajes del aeropuerto y por tanto se sale a volar con una simple revisión manual bastante somera del equipaje, eso por supuesto incide de manera muy negativa en la sensación de seguridad de la tripulación”, añade.

El tema ha sido llevado ante los tribunales en dos ocasiones. La primera, sin éxito, mientras que la segunda continúa en marcha de forma ordinaria. “A la luz de estos hechos, presentaremos un nuevo escrito y la documentación necesaria, para tratar de evitar no ya que se pernocte sino que se vuele”, dice Peña. “Todas las compañías habían decidido modificar sus rutas para que los trabajadores estuvieran seguros, menos esta. Cuando solicitamos no dormir en Caracas y hasta el Ministerio de Exteriores recomendaba no ir, la respuesta que recibimos, a 1 de febrero, fue que ‘no existen razones objetivas”, explica De los Santos.

A la hora de escribir estas líneas, los intentos de El Confidencial de ponerse en contacto con Air Europa no han dado resultado, pero se cree que se dispone a tomar medidas al respecto. “Se rumorea que el vuelo se va a triangular con Punta Cana, pero esto tendrá que decidirlo la compañía, por ahora no tenemos más que rumores”, dice Peña. De los Santos expresaba su alegría por que la compañía haya entrado en razón respecto a la obligación de que las tripulaciones tengan que hacer noche en Caracas, “aunque ha tenido que ser a un coste muy alto, como el de haber sufrido un ataque organizado que llevábamos advirtiendo desde hace años y, mucho más, desde que se recrudeció la situación en el país”, dice.

Tras un vuelo sin incidentes desde Madrid, el avión de Air Europa aterrizó en Caracas en la franja prevista, a las 21:22 de la noche, hora local. Después de cruzar el control de pasaportes, el personal de vuelo —dos pilotos y ocho tripulantes de cabina de pasajeros— metió su equipaje y montó en una furgoneta que los trasladaría al hotel sin saber que estaban a punto de verse envueltos en un tiroteo. El relato de lo sucedido a continuación —que El Confidencial ha conocido a través de los abogados del Sitcpla, el sindicato independiente de tripulantes de cabina— pone los pelos de punta.

El redactor recomienda