El general Carvajal apunta a los vínculos con el narcotráfico de la cúpula del chavismo

La ruptura con Nicolás Maduro del general en la reserva Hugo Armando Carvajal, una figura clave del chavismo que ayer llamó a los militares a rebelarse contra el presidente, ha estado acompañada de acusaciones contra la cúpula del poder en Venezuela, a la que el militar vincula con las redes del tráfico de drogas.

Carvajal, exjefe de la Contrainteligencia que abandonó el servicio en 2012, ha asegurado en una entrevista con 'The New York Times' que el narcotráfico y la corrupción son comunes en la cúpula del chavismo y señala al ministro del Interior, Néstor Reverol -imputado por EEUU por ayudar a narcos y cerrar investigaciones cuando dirigía la Oficina Nacional Antidrogas (ONA)-, el ministro de Industria, Tareck El Aissami, o el propio Maduro.

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El general, que fue sancionado por el Departamento del Tesoro de EEUU por ayudar a grupos guerrilleros colombianos a traficar con cocaína, se declara dispuesto a declarar contra Maduro si el presidente acaba cayendo. Sus acusaciones son munición valiosa para la oposición, que siempre ha mantenido que el círculo cercano a Maduro tiene vínculos con el narco.

Carvajal reconoce que ha “tenido contacto con ambos mundos” pero asegura que cualquier transacción con narcotraficantes se realizó en el marco de sus investigaciones como jefe de la Dirección General de Inteligencia Militar. Así, sostiene que Reverol y El Aissami son “directamente responsables” y les acusa de recibir sobornos para ignorar el narcotráfico. El ministro del Interior, según su versión, habría permitido que aterrizasen aviones con cargamentos de droga cuando estaba al frente de la ONA.

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Los altos cargos y el narco

EEUU incluyó al ex vicepresidente Tareck El Aissami en su lista de personas relacionadas con el tráfico de drogas en febrero de 2017, acusándole de “jugar un papel importante en el narcotráfico internacional” por haber facilitado el envío de importantes cargamentos de droga desde Venezuela por vía aérea o marítima y dar protección a otros narcos. Aissami se convirtió entonces en el miembro de mayor rango del Ejecutivo de Maduro investigado por tráfico de drogas.

Según la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro de EEUU, El Aissami tenía vínculos con el capo colombiano Daniel Barrera, el narcotraficante venezolano Hermágoras González y el cartel mexicano de Los Zetas.

No obstante, la denominada Lista Clinton no se limita a El Aissami. Desde hace una década, dicha lista la engrosan militares, gobernadores, compañeros de Hugo Chávez en el golpe de 1992. En agosto de 2016, un escrito de acusación emitido desde un tribunal federal de Brooklyn determinó que el entonces general Néstor Reverol y Edilberto José Molina habrían sacado suculentas sumas de dinero de los narcotraficantes venezolanos. La respuesta de Maduro fue nombrar a Reverol ministro del Interior.

En 2016, EEUU condenó a Efraín Campos Flores y Franqui Flores de Freitas, apodados los “narcosobrinos” en Venezuela, parientes de la mujer de Maduro, Cilia Flores. Bajo los cargos de conspiración para fabricar y distribuir cocaína con la intención de importarla en Estados Unidos, fueron arrestados en Haití y extraditados.