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El exilio aprieta a Pedro Sánchez: "España ha de conducir la transición en Venezuela"
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la embajada de venezuela guarda silencio

El exilio aprieta a Pedro Sánchez: "España ha de conducir la transición en Venezuela"

La comunidad venezolana en España, formada por 400.000 personas, espera impaciente el cese de Nicolás Maduro. "Cuando caiga habrá la borrachera más grande del mundo", avisan

Foto: Decenas de venezolanos apoyan en madrid a Juan Guaidó tras autoproclamarse presidente de Venezuela. (EFE)
Decenas de venezolanos apoyan en madrid a Juan Guaidó tras autoproclamarse presidente de Venezuela. (EFE)

Sobre el papel, la embajada de Venezuela en España funciona con total normalidad. Pero desde hace menos de 24 horas, quienes allí trabajan no gozan del reconocimiento del gobierno español. Empezando por el embajador, Mario Isea, hombre fuerte del madurismo, y siguiendo por los agregados y los cónsules en Madrid y Barcelona, toda la estructura diplomática de la República Bolivariana de Venezuela se encuentra hoy en una especie de limbo. Nadie la reconoce y al mismo tiempo sus diplomáticos hacen como si nada ocurriese. No han emitido un solo comunicado explicando la situación a sus compatriotas. El silencio es absoluto. La diáspora venezolana en Madrid exige al Gobierno de Pedro Sánchez que “cumpla sus obligaciones cuanto antes” e invite al embajador Isea a hacer las maletas y abandonar el país.

“No deberíamos ser nosotros quienes pedimos que las palabras se traduzcan en hechos, eso debería salir del propio gobierno de Sánchez”, exclama Leopoldo López Gil, padre del opositor más emblemático al chavismo, Leopoldo López, que permanece bajo arresto domiciliario en Caracas. Ningún empleado de la delegación diplomática de Venezuela quiere desvelar qué ocurre en las entrañas de la embajada. No por fervor chavista, sino por puro instinto de supervivencia. Saben que una palabra en estos momentos les puede costar el cese inmediato y su retorno a Venezuela.

De hecho, el grueso del personal técnico de los consulados venezolanos no tiene muchos motivos para defender la revolución bolivariana. Se pasaron gran parte de 2018 sin cobrar sus salarios, lo que les llevó a dificultades extremas para pagar sus facturas. Algunos empleados todavía no han cobrado los atrasos. El personal técnico de embajada y los dos consulados vive su día a día ajenos a la agitación chavista, más preocupados en saber si podrán dar de comer caliente a sus familias a final del día.

placeholder El embajador de Venezuela en España, Mario Isea, en una comparecencia ante la prensa. (EFE)
El embajador de Venezuela en España, Mario Isea, en una comparecencia ante la prensa. (EFE)

“El embajador Isea no se moverá mientras no caiga Maduro, pero seguro debe de estar pensando ya en retornar a Venezuela o ver cómo escabullirse”, considera Carlos Rangel, director de Revista Venezolana. En la diáspora en Madrid son bien conocidas las bacanales nocturnas que celebran los hijos de Isea junto a otros hijos de grandes fortunas del régimen chavista que residen en España. El propio embajador ha sido amonestado por sus compatriotas por su vida disoluta.

España tiene mucho que decir

“España ha de conducir este proceso de transición en Venezuela por los lazos culturales, históricos y lingüísticos. En Venezuela hay censados 200.000 españoles y en España hay 400.000 venezolanos más los que tienen la doble nacionalidad. Llega tarde, pero España tiene mucho que decir”, enfatiza López Gil.

En los últimos años, la comunidad venezolana ha generado un auténtico seismo empresarial en España. Madrid ha sido el destino favorito del capital venezolano que huía de los saqueos y la represión en Caracas. Cadenas de alimentación como Goiko Grill, que emplea a unas mil personas en toda la península, firmas inmobiliarias como Gran Roque, propiedad de la familia opositora Capriles, grupos financieros como Abanca, surgida de las cenizas de Caixa Galicia y Caixanova, propiedad del banquero venezolano Juan Carlos Escotet, y un largo etcétera de pequeños inversores que huyeron de Venezuela e invirtieron su capital y sus conocimientos en nuestro país. Ellos son ahora los llamados a apretar desde fuera el cambio de régimen. Empezando por costear los gastos del movimiento opositor mientras no tenga todavía acceso a los canales de financiación oficiales.

placeholder Manifestación de ciudadanos venezolanos en la Puerta del Sol de Madrid. (EFE)
Manifestación de ciudadanos venezolanos en la Puerta del Sol de Madrid. (EFE)

“Su poder de influencia, no obstante, es limitado. Los exiliados no tienen relaciones con el régimen chavista por motivos obvios y no pueden presionar”, advierte Rangel. Todos están esperando acontecimientos, especulando sobre cuándo y cómo será la caída de Nicolás Maduro. Mientras, todas las semanas siguen llegando a Barajas aviones llenos desde Caracas que luego regresan vacíos. Los venezolanos siguen huyendo y España es un destino muy importante.

Todas las semanas siguen llegando a Barajas aviones llenos desde Caracas que luego regresan vacíos

Nadie espera que con un nuevo gobierno post-chavista, la diáspora inicie el camino contrario: abandonar España en masa para regresar a su país. “Lo dudo mucho”, prosigue Rangel. “El miedo a volver a Venezuela es enorme mientras no haya un cambio de gobierno. Y cuando eso ocurra, muchas familias ya asentadas en España preferirán quedarse y apoyar la reconstrucción desde aquí”. López Gil, exiliado en España desde 2014, opina en el mismo sentido: “La inseguridad y posibles represalias serán una amenaza muy grande durante un tiempo. Desde España debemos abrir canales financieros y aportar ideas para que Venezuela se convierta en un receptor de iniciativas empresariales. Desde el área de energias renovables a la investigación o el turismo”.

placeholder Encuentro de figuras importantes de la diáspora venezonala en Madrid este lunes. (EFE)
Encuentro de figuras importantes de la diáspora venezonala en Madrid este lunes. (EFE)

“Las remesas son mucho más necesarias ahora que regresar al país. Hablamos de medicinas básicas y dinero para que las familias puedan sobrevivir. Luego habrá que tejer estrategias de negocio y proyectos para reconstruir Venezuela. España tiene un campo muy fértil para invertir en el nuevo país”, adelanta Tomás Pez, sociólogo y coordinador del proyecto global de la diáspora venezolana.

La diáspora en España empieza a ver el final de 20 años de chavismo muy cerca tras el reconocimiento internacional a Juan Guaidó. Y se preparan para ello. Así lo adelanta Rangel: “Cuando caiga Maduro va a haber la borrachera más grande del mundo. Ningún venezolano irá a trabajar en ningún lugar. Luego será el momento de los viajes de exploración, visita a familiares y finalmente los proyectos de inversión”.

Sobre el papel, la embajada de Venezuela en España funciona con total normalidad. Pero desde hace menos de 24 horas, quienes allí trabajan no gozan del reconocimiento del gobierno español. Empezando por el embajador, Mario Isea, hombre fuerte del madurismo, y siguiendo por los agregados y los cónsules en Madrid y Barcelona, toda la estructura diplomática de la República Bolivariana de Venezuela se encuentra hoy en una especie de limbo. Nadie la reconoce y al mismo tiempo sus diplomáticos hacen como si nada ocurriese. No han emitido un solo comunicado explicando la situación a sus compatriotas. El silencio es absoluto. La diáspora venezolana en Madrid exige al Gobierno de Pedro Sánchez que “cumpla sus obligaciones cuanto antes” e invite al embajador Isea a hacer las maletas y abandonar el país.

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