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El objetivo del viaje de Rumí a Bruselas: “Que España sea la voz de Marruecos en la UE”
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ESPAÑA PIDE MÁS DINERO PARA LA GESTIÓN MIGRATORIA DE MARRUECOS

El objetivo del viaje de Rumí a Bruselas: “Que España sea la voz de Marruecos en la UE”

El relativo éxito de la política migratoria española tiene un nombre claro: Marruecos. El modelo utilizado por el Gobierno español, que consiste en contar con el

Foto: Consuelo Rumí preside el acto de conmemoración del día internacional del migrante,
Consuelo Rumí preside el acto de conmemoración del día internacional del migrante,

El relativo éxito de la política migratoria española tiene un nombre claro: Marruecos. El modelo utilizado por el Gobierno español, que consiste en contar con el apoyo del país vecino para que frene el flujo migratorio a cambio de otras contraprestaciones ha sido una base sobre la que la UE ha construido su política migratoria desde la crisis de 2015: exportando las fronteras a Turquía y Libia para frenar los flujos.

Para evitar problemas mayores en el Estrecho de Gibraltar el Gobierno español tiene que mantener a Marruecos contento, y eso estaba resultado especialmente difícil en los últimos meses. Las autoridades marroquíes tienen que afrontar unos mayores flujos migratorios una vez se han cerrado las rutas del Mediterráneo oriental y central, y además el país empieza a ser destino final de migrantes que prefieren quedarse en él a cruzar a Europa.

Con la presión migratoria aumentando sobre Marruecos a España le urge defender el papel de Rabat. Por eso Consuelo Rumí, secretaria de Estado de Migraciones, ha viajado a Bruselas donde ha mantenido distintos encuentros con dos objetivos: presentar a España como el interlocutor de Marruecos ante los socios europeos y tratar de desbloquear los fondos que esperan en Rabat. Rumí explica que el objetivo es “que España sea la voz de Marruecos en Europa”, defendiendo las necesidades del país norteafricano.

placeholder ML16. MELILLA, 18/08/2010.- Un joven marroquí trepa en la verja de la frontera entre Melilla y Marruecos horas después de la firma del acuerdo para permitir la libre circulación de mercancías entre Marruecos y la ciudad autónoma. Los activistas de la Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos han reducido el bloqueo de suministros a Melilla a sólo la jornada de hoy, después del acuerdo al que han llegado esta madrugada con la Asociación de Comerciantes del Rastro y barrios adyacentes. EFE/Jorge Zapata
ML16. MELILLA, 18/08/2010.- Un joven marroquí trepa en la verja de la frontera entre Melilla y Marruecos horas después de la firma del acuerdo para permitir la libre circulación de mercancías entre Marruecos y la ciudad autónoma. Los activistas de la Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos han reducido el bloqueo de suministros a Melilla a sólo la jornada de hoy, después del acuerdo al que han llegado esta madrugada con la Asociación de Comerciantes del Rastro y barrios adyacentes. EFE/Jorge Zapata

En un encuentro con los medios la secretaria de Estado ha asegurado que la situación que se encontró el Gobierno de Pedro Sánchez era complicada: que las relaciones con Marruecos se habían deteriorado y la gestión migratoria estaba “abandonada”.

El principal problema con el país norteafricano es el dinero. Rabat esperaba desde julio de 2018 el desembolso de 140 millones de euros destinados a que Marruecos pudiera comprar equipos técnicos para el control fronterizo. En diciembre, cuando España veía que los fondos seguían sin llegar, Rumí dio una entrevista en la que criticó la burocracia europea y eso provocó un encontronazo con Johannes Hahn, comisario de Política Regional, que señaló que 30 millones de euros ya habían llegado al presupuesto marroquí.

Foto: El presidente Pedro Sánchez durante la rueda de prensa. (EFE)

Por el momento España sigue esperando que durante los próximos meses se desembolsen los 110 millones restantes: 70 son pagos directos de fondos europeos al presupuesto marroquí y 40 millones más llegarán a través de una agencia española.

El lunes Rumí y Hahn mantuvieron un encuentro para limar asperezas después del choque de diciembre. La española apunta a que el encuentro con el austriaco cumplió con su acometido y que el comisario pidió a España que convenciera a otros Estados miembros del rol fundamental que tiene Marruecos para la gestión del flujo migratorio.

Sin embargo Rumí quería algo más que limar asperezas: más dinero para Rabat. “Turquía recibió lo que recibió [los 6.000 millones de euros en dos tramos pagados por la UE tras la crisis migratoria de 2015] e Italia recibió lo que recibió”, critica, señalando que España persigue que la Comisión Europea sea más ambiciosa con sus desembolsos a Marruecos.

Foto: Foto: EFE.

Según Rumí, Hahn mostró su disponibilidad a que Bruselas sea más generoso, y lo haría a través del fondo fiduciario para África, un programa que cuenta con un presupuesto que va más allá de los 3.400 millones de euros. El objetivo para la española es que la ayuda a Marruecos vaya mucho más allá del asunto migratorio y se extienda a otra áreas clave para Rabat, de forma que actúe también como un agente estabilizador en el norte del continente africano.

El objetivo del dinero

Por el momento España quiere que los 110 millones de euros restantes prometidos se desembolsen dentro de poco. ¿Por qué? Porque el Gobierno tiene que salvar una bola de partido en marzo.

Ese mes se reúne una comisión mixta con los representantes marroquíes para continuar desarrollando un plan integral para la gestión migratoria por parte del país norteafricano, y Rumí considera que si Rabat no ha obtenido ya entonces todos los fondos comprometidos cualquier promesa que se les pueda hacer no contará con credibilidad. Y cuando Marruecos siente que no se le está escuchando eso tiene consecuencias inmediatas en el Mediterráneo.

El relativo éxito de la política migratoria española tiene un nombre claro: Marruecos. El modelo utilizado por el Gobierno español, que consiste en contar con el apoyo del país vecino para que frene el flujo migratorio a cambio de otras contraprestaciones ha sido una base sobre la que la UE ha construido su política migratoria desde la crisis de 2015: exportando las fronteras a Turquía y Libia para frenar los flujos.

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