Una ruta en tren para el europeísmo juvenil: Bruselas invita a 14.500 billetes de Interrail

Hay algunas experiencias que han unido más a Europa que el mercado único, ser una potencia comercial o incluso la tan en alza economía digital. Son, por ejemplo, la eliminación del roaming, los programas Erasmus o el Interrail. Eso es algo que la Unión Europea ha aprendido, y que intenta potenciar en los últimos tiempos.

Este lunes, la Comisión Europea ha anunciado a 14.536 jóvenes que cumplen 18 años en 2019 que podrán realizar un viaje de Interrail el próximo verano totalmente gratis. Han sido solo unos pocos afortunados dentro de los 80.000 que han participado en el sorteo para poder recibir el preciado billete. Hay 1.320 jóvenes españoles que están entre los elegidos por el Ejecutivo comunitario que podrán viajar durante 30 días entre el 15 de abril y el 31 de octubre de 2019.

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La Comisión Europea propone dedicar a este programa 700 millones de euros en el próximo marco financiero plurianual de la UE, que irá de 2021 a 2027. En caso de que las negociaciones mantengan intacta esta partida, un millón y medio de jóvenes europeos podrán recorrer gratis el viejo continente durante esos próximos siete años.

El origen de esta medida hunde sus raíces en propuestas anteriores que siempre fueron rechazadas. Esta última intentona, con éxito, comenzó en septiembre de 2016, cuando una figura política gris como es la del candidato popular a presidir la próxima Comisión Europea, el alemán Manfred Weber, decidió iniciar una muy agresiva campaña pidiendo billetes de Interrail gratuitos para todos los jóvenes europeos. No era una propuesta nueva, pero ahora la apoyaba el líder del grupo político más importante de la Eurocámara.

Una idea algo cara

El Ejecutivo comunitario estaba abierto a discutir la idea, aunque en el pasado la había rechazado, pero tuvo que poner pie en pared. Violeta Bulc, comisaria de Transporte, recordó que cada billete costaba entre 200 y casi 500 euros, y que extender vales a todos los jóvenes europeos que cumplieran 18 años podía generar problemas. Una televisión alemana calculó el coste si el 70% de los jóvenes que alcanzaran la mayoría de edad se subieran al tren gratis: 1.500 millones de euros al año.

Las cifras eran tan escandalosas que la propia comisión de Presupuestos del Parlamento Europeo, la institución de donde salía la idea y sin lugar a dudas el organismo europeo más dispuestos a abrir la billetera del presupuesto comunitario, acabó por rechazar el plan. Pero a lo largo de 2017 la Comisión Europea comenzó a darle forma a su propuesta: debía ser un concurso, una selección de algunos jóvenes entre todos los que se apuntaran. En mayo de 2018 se puso en marcha y los primeros 15.000 europeos recibieron sus billetes para recorrer Europa.

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La UE hace así una apuesta por los jóvenes, que son precisamente los más proeuropeos: los que han nacido sin fronteras, conociendo únicamente el euro, pudiendo estudiar un curso universitario en Roma, París o Cracovia. Bruselas sabe que el problema del euroescepticismo está en otros tramos de edad, más envueltos en la nostalgia de un tiempo pasado que les lleva a votar a partidos euroescépticos en toda Europa. Pero lo que busca con esta medida destinada a los jóvenes no es predicar entre beatos, convencer a los convencidos, sino hacerles ver que la UE no se debe dar por hecho, que es algo que deben defender ellos mismos. Y más que nunca este año electoral europeo.