La policía cerca Neudorf, el barrio donde se perdió la pista del terrorista de Estrasburgo

La búsqueda en Francia de Chérif Chekatt, que este martes mató a tres personas en Estrasburgo y dejó a cinco en estado grave en un atentado terrorista con un arma automática y un cuchillo, ha movilizado a más de 700 agentes de las fuerzas del orden, con un control reforzado en esa ciudad y en las fronteras. Pero ahora mismo las pesquisas se centran en el barrio de Neudorf, donde se perdió la pista de Chekatt y donde las autoridades creen que podría seguir oculto.

La policía mantiene acordonada el área mientras realiza registros en las casas, y los vecinos están confinados en sus domicilios mientras dura la operación. Los investigadores creen que Chekatt puede seguir en Neudorf, donde abandonó el taxi en el que huyó del centro de Estrasburgo el pasado martes. Se trata del barrio en el que viven sus padres, donde él creció y cercano al lugar en el que se encuentra su domicilio. Según la cadena BFMTV, un perro adiestrado de la gendarmería encontró allí su rastro, pero el seguimiento del mismo no dio resultado. También se ha buscado el coche de la madre del fugitivo, que podría haber utilizado en su huida.

Chekatt atacó a varios viandantes y, posteriormente, se enzarzó en un tiroteo con cuatro militares del dispositivo antiterrorista Sentinelle que patrullaban por la zona, que respondieron y le hirieron en un brazo, sin lograr detenerle. El presunto terrorista consiguió escapar también de un grupo de agentes con el que se cruzó al bajar del taxi a cuyo conductor obligó a dirigirse a su barrio, Neudorf. A su identificación ha contribuido que hubiera confesado al conductor el haber disparado y matado "a diez personas" y que le contara que la policía había registrado esa mañana su domicilio y había hallado una granada, según relató ayer en Estrasburgo el fiscal antiterrorista de París, Rémi Heitz, que confirmó el carácter terrorista del acto. Según ha señalado el ministro del Interior, Christophe Castaner, tres civiles trataron de detenerle poco antes de que huyera del centro de la ciudad, y uno de ellos resultó herido con un arma blanca.

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La Policía Nacional ha implicado en su localización a los ciudadanos, difundiendo en Twitter una foto del joven y sus características. En su búsqueda, las autoridades han acudido a lugares que frecuentaba y se ha detenido a cuatro personas de su entorno: sus padres y sus dos hermanos.

El perfil ofrecido por las autoridades judiciales retrata a un hombre que ha sido condenado 27 veces por delincuencia común y ha pasado dos veces por cárceles francesas, además de otras en Suiza y en Alemania, país que lo expulsó en 2017 a Francia, que lo había reclamado. Aunque desde pequeño comenzó a delinquir y de adolescente fue un habitual de las comisarías, según un sindicalista policial, se atribuye a su paso por prisión su radicalización islamista y la práctica de un proselitismo religioso.

Refuerzo del dispositivo antiterrorista

Sus motivaciones para perpetrar el atentado, no obstante, siguen siendo desconocidas. Según algunos testigos, profirió proclamas como "Allahu akbar" ("Alá es el más grande") durante su recorrido por Estrasburgo. Los servicios de inteligencia franceses tenían incluido a Chekatt con una ficha "S" en su archivo de individuos radicalizados, algo que ha servido a dirigentes de la oposición para criticar la lucha antiterrorista del Gobierno.

El Ejecutivo decidió ayer elevar a su máxima escala el plan antiterrorista Vigipirate, la de "urgencia por atentado", y el primer ministro, Édouard Philippe, ha anunciado un refuerzo del dispositivo militar antiterrorista Sentinelle con 1.300 efectivos para garantizar la seguridad durante el periodo navideño. Ese equipo ampliará el despliegue de 500 militares ya destinados a esta tarea.

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Estrasburgo se mantiene en una calma aparente, aunque con menos gente de lo habitual en las calles, más silencio y solo algunos transportes y comercios abiertos. El mercado navideño en cuyo perímetro se perpetró el ataque, uno de los más antiguos de Europa y el primero de Francia, con cuatro siglos de historia, permanece cerrado.

Fuentes de la delegación local del Gobierno indicaron a Efe que, además de la célula de atención médico-psicológica para los afectados y de la instalación de un centro de acogida para familias que busquen a sus allegados, se apoyará económicamente a las empresas obligadas al cierre. Entre los heridos, de entre 20 y 65 años de edad, hay tres en estado crítico. "Las próximas horas o los próximos días serán decisivos" para la vida de algunos, resumió hoy la ministra de Sanidad, Agnès Buzyn.