Más allá de Centinela Norte: las cinco tribus aisladas más importantes del mundo

La muerte de John Allen Chau a los 27 años al intentar contactar con los habitantes de la isla Centinela Norte ha dado a conocer el modo de vida de los sentinelenses, una de las tribus aisladas del mundo. Se trata de un pueblo salvaje, que vive alejado de la civilización y de acuerdo a normas ancladas en las eras más primigenias de la existencia humana. Pero no es la única tribu no contactada del mundo, sino que muchas otras se reparten a lo largo y ancho del planeta.

De los sentinelenses, poco o nada se sabe, más que se se trata de un pueblo que posiblemente descienda directamente de los primeros africanos que lograron salir del continente. Se conoce que son de raza negra, no demasiado altos y que viven en la era Paleolítica, incluso desconociendo tecnologías tan básicas como el fuego. Se defienden con arcos, flechas y piedras, y se calcula que llevan viviendo de manera continuada en la isla más de 55.000 años.

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Rubén Rodríguez

Completamente aislados y sin contacto con el exterior, los antropólogos desconocen su manera de actuar, su idioma o sus costumbres básicas, pero la importancia del pueblo radica precisamente en ello. Se calcula que, a día de hoy, existen unas 500 tribus completamente aisladas del mundo, sobre las que los gobiernos locales se encargan de establecer normas para preservar su cultura, para defenderlos del exterminio, en buena parte creado por empresas madereras o mineras.

Estas son las tribus aisladas más importantes del mundo:

Yanomami

Se trata de una de las tribus salvajes más numerosas del mundo, pero también la que más está sufriendo los excesos de la civilización. Se calcula que son unos 30.000 individuos y viven en el Amazonas, tanto en Venezuela como en Brasil, aunque muchos de ellos lo hacen de manera nómada. Sin embargo, la deforestación y la minería de oro han provocado que el mundo industrializado esté destrozando su ecosistema, afectando directamente a la vida de los indígenas.

De hecho, uno de los grandes problemas a los que se han enfrentado este mismo año ha tenido que ver con un brote de sarampión, contagiado por uno de los trabajadores que acudió hasta la zona, y que acabó con la vida de más de 500 yanomamis. Suelen vivir en comunidades de no más de 40 personas, en aldeas donde la base de sus subsistencia son los cultivos de plátano, ñame, batata y malanga. Cuando se agota la productividad de la tierra, suelen cambiar de asentamiento.

Palawanes

Su nombre viene del lugar en el que habitan, en la isla de Palawan, en Filipinas. Se calcula que son cerca de 40.000 miembros y su mayor aislamiento ha llegado a partir del año 2000, después de que el gobierno local decidiera construir una carretera alrededor de la isla. Esta situación dio lugar a que los palawanes decidieran concentrarse hacia el interior de su territorio, con el objetivo de protegerse ante la mayor afluencia de visitantes que provocó esta medida.

Los palawanes subsisten gracias a los cultivos rotativos. Es decir, plantan de manera conjunta en una amplia extensión de terreno en el bosque y, cuando la tierra deja de ser fertil, la abandonan para permitir que se vuelva a regenerar. Otro de los grandes problemas a los que se enfrentan tienen que ver con la industria minera: desde el año 2006, las empresas que se dedican a la extracción de cromo y níquel le están ganando terreno a los palawanes.

Mashco Piro

Se trata de una tribu que lleva más de 800 años completamente aislada de la sociedad, aunque en los últimos años se ha vuelto más agresiva de lo habitual por culpa de la interacción de las industrias que han llegado a su territorio. Viven en Perú, en los departamentos de Ucayali y Madre de Dios, y se calcula que son unos 750 habitantes, siendo la más importante de las 15 tribus completamente aisladas del mundo que sobreviven en el país sudamericano, según explica 'Survival'.

En invierno, durante las épocas más lluviosas, vivien en el interior de la selva, lejos de los ríos para evitar las crecidas, alimentándose con lo que han podido recolectar en verano. De hecho, en las estación seca aprovechan para acudir a las playas, donde se hacen con los huevos que han enterrado las tortugas, lo que es una gran fuente de proteínas para los indígenas. Además, se sabe que son grandes consumidores de pescado y de todo tipo de carnes: mono, tapir o ciervos, son sus preferidas.

Awá

Viven en el estado de Maranhao (Brasil) y está considerada como la tribu más amenazada del mundo. Se calcula que solo quedan unos 350 habitantes, pero el gran problema con el que cuentan es la distribución de la población, pues solo un tercio de ellos son mujeres, un grave problema que puede acabar con su extinción. La tala ilegal y los incendios forestales se han convertido en la gran lacra que está lastrando la supervivencia de este pueblo indígena.

Sus recursos alimenticios provienen de la caza, la pesca y la recolección de frutos silvestres. La selva es el ecosistema en el que se desarrollan, pero las autoridades calculan que en los últimos 15 años se ha reducido un 30% la superficie boscosa por culpa de la destrucción de la mano humana. Ellos mismos se autoconsideran como los guardianes del bosque, un entorno especial al que veneran y respetan por encima de todas las cosas.

Pueblos de Papúa

Papúa Occidental es una localidad situada en la parte occidenteal de la isla de Nueva Guinea, la segunda isla más grande del mundo, y que pertenece a Indonesia. En ella se calcula que viven unos 312 pueblos indígenas, muchos de ellos aún no contactados por el ser humano, siendo la zona del mundo donde existen más tribus aisladas tras Brasil. Pero según Survival, el mayor problema al que se enfrentan está relacionado con los soldados de su propio país, que los perciben con desprecio.

Todos estos pueblos viven de la recolección y la caza, y se sabe que los pueblos que viven en las partes más altas tienen una dieta a base de batata y cerdo, animal que crían y del que se alimentan. Peores condiciones de vida tienen los pueblos que habitan en la tierras más bajas, pues son lugares pantanosos en los que la malaria se desarrolla y afecta a muchos de sus habitantes. Pese a ser centenares de tribus, casi todas sus lenguas están emparentadas.