Dos abuelos entierran viva a su nuera en Brasil para quedarse con sus nietos

La sociedad brasileña está en estado de shock tras desvelarse un macabro crimen cometido por dos abuelos. La víctima, Marcia Martins, tenía dos hijos de 4 años y nueve meses y era asistente social. Se había perdido su pista desde que el pasado 2 de octubre saliera de su casa para ir a trabajar, pero ahora se ha sabido que fueron sus exsuegros quienes la mataron ese mismo día… enterrándola viva.

La policía de Río de Janeiro ha resuelto la desaparición, convirtiendo el caso en un asesinato que ha puesto los pelos de punta a los brasileños. Marcia y su marido se habían separado algunas semanas antes y ella quería comenzar una nueva vida lejos de los abuelos, de 62 y 60 años respectivamente, pero éstos no se lo iban a permitir.

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El día que desapareció, sus exsuegros llamaron a Marcia con la excusa de que iban a abrir una cuenta corriente en un banco para los niños. Cuando la asistente social llegó, la convencieron para enseñarla una casa que habían alquilado para ellos dos semanas antes, con la intención de poder seguir viendo a los niños a diario. Marcia les creyó y se metió en el coche con sus asesinos.

Un suceso premeditado

Fernando Antonio Martins de Oliveira y Maria Izilda Pereira Miranda trasladaron a la que fue su nuera hasta el barrio de Río Pequeño, un suburbio de Río de Janeiro. Allí descendieron del vehículo, entraron en la casa y se la enseñaron, hasta que cuando llegaron a la última habitación la golpearon con un objeto contundente en la cabeza, dejándola inconsciente.

Los abuelos cogieron a Marcia, aún sin sentido, y la enterraron en la propia casa cuando aún estaba viva. Un mes más tarde, el pasado 5 de noviembre, la policía de Río excavó en la propiedad encontrando el cuerpo. El detective Mario Sergio Oliveira asegura a O Globo que el suceso fue totalmente planeado: “La premeditación de este crimen es muy clara para nosotros. Los criminales cavaron muy profundo y, además de depositar el cuerpo, hicieron una losa”.

Según la policía, el exmarido de Marcia e hijo de los asesinos no sabía nada del plan de sus padres. Sin embargo, los abuelos de los niños ya habían empezado a convencer a sus nietos de que les llamaran ‘papá y mamá’, dejando claro que pensaban criarlos como si fueran sus propios hijos.