La rebelión de los médicos en Estados Unidos: 'ensangrentados' contra las armas

La Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) dedicaba a los médicos de Estados Unidos unas palabras nada cariñosas: “Alguien debería decir a los médicos antiarmas que se metan en sus propios asuntos”. La respuesta de los doctores norteamericanos no se ha hecho esperar y han inundado las redes sociales con miles de fotos con sus uniformes llenos de sangre.

El hashtag utilizado es #ThisIsMyLane y se trata de un juego de palabras en inglés: ‘to stay in their lane’ se puede traducir como ‘meterse en sus asuntos’. Por eso, los médicos han querido demostrar a la asociación que protege los derechos de los compradores de armas cuáles son sus asuntos.

El mensaje de la asociación del rifle era la respuesta a un artículo del Colegio Oficial de Médicos de Estados Unidos. En él se hacía referencia a la “responsabilidad especial” de estos profesionales para advertir de los efectos de las armas de fuego. Sin embargo, para la NRA los médicos no tienen ningún poder sobre la regulación de las armas.

Los médicos, por su parte, no dejan de compartir en las redes sociales cuáles son, para ellos, sus asuntos. Uno de los testimonios más duros es el de la doctora Stephanie Bonne, que ha relatado su experiencia: “Mi asunto es una mujer embarazada a la que su pareja disparó en un momento de rabia. Ella sobrevivió porque el bebé detuvo la bala. ¿Has tenido que sacar alguna vez un bebé destrozado?”

Los doctores quieren dejar claro que no están en contra de las armas, sino de la violencia. “¿Sabes cuántas balas extraigo de cuerpos cada semana?, pregunta Judy Melinek. “Tú nunca has tenido que limpiarte la sangre de tus zapatos antes de explicar a una madre de un niño de 17 años que nunca volverá a abrazar a su hijo”, explica la doctora Ellie Wallace en otro testimonio estremecedor.

El debate sobre la compra y el uso de armas en Estados Unidos no deja de crecer. El lobby de la industria armamentística sigue trabajando, pero las matanzas son cada vez más frecuentes y crece el número de personas que se opone a que cualquiera pueda comprar rifles, pistolas u otras armas de fuego.