Pedro Sánchez rechaza ante la ONU los "mensajes nacionalistas o excluyentes"

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha coronado su ajetreada semana neoyorquina con un alegato a favor del diálogo y el multilateralismo. Frente a la 73 Asamblea General de la ONU, y poco más de 100 días después de llegar al Gobierno, el socialista ha retratado a España como un país inmune por ahora al discurso xenófobo que aflora en Estados Unidos y parte de Europa. “Este tiempo no requiere de mensajes nacionalistas o excluyentes”, declaró.

De principio a fin, se pudo leer entre líneas su rechazo al discurso pronunciado este martes por el presidente de EEUU, Donald Trump, en el que este había defendido los aranceles contra China, Canadá y la Unión Europea, y asegurado que su país “jamás entregará su soberanía a una burocracia global”. Sánchez declaró, sin poner ejemplos explícitos, que “muchos países se enfrentan al dilema de seguir siendo sociedades abiertas o transformarse en sociedades cerradas. Como si el retorno a la falsa calma de las fronteras y la renuncia a la acción colectiva fueran la única receta ante las incertidumbres de nuestro tiempo (...). Ya sabemos a dónde conducen estas ideas”.

​“Este es el tiempo de las mujeres”

El presidente del Gobierno comenzó elogiando el hecho de que, por primera vez, una mujer, María Fernanda Espinosa, presidía la Asamblea General. “Soy un político feminista”, declaró. “Este es el tiempo de las mujeres”. Y recordó que su gabinete está formado en un 60% por ministras. Sánchez animó a cumplir los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible, acordados hace tres años con vistas a 2030, y reiteró el compromiso de España con el Consejo de Derechos Humanos, la Agenda de Mujeres, Paz y Seguridad y el pacto mundial por la migración, que se firmará en Marrakech el próximo diciembre. Aseguró que, pese a la crisis, “la sociedad española jamás ha dado la espalda al drama migratorio” y “no se ha dejado radicalizar al calor de la xenofobia”.

Las palabras del español se dan en un contexto nuevo: la formación de una retórica contra el auge de la extrema derecha europea y la nueva doctrina unilateral y proteccionista de EEUU. El discurso del presidente francés, Emmanuel Macron, pronunciado poco después que el de Donald Trump, pareció una refutación punto por punto de las palabras del americano. El unilateralismo “lleva directamente al aislamiento y al conflicto”, declaró, “al de todos, incluso, al final, de aquellos que se creían los más fuertes”.

Macron propuso la idea de no negociar tratados comerciales con aquellos países que no hubiesen firmado el acuerdo de París contra el cambio climático: es decir, Estados Unidos, ya que Siria, el otro país que no lo había firmado, lo hizo el año pasado. Los cinco firmantes del pacto nuclear con Irán también abogaron por mantenerlo, pese a que Estados Unidos lo abandonó en mayo.

La mayoría de los jefes de Estado y de Gobierno que desfilaron esta semana por el púlpito de la ONU reivindicaron el multilateralismo, el libre comercio y la lucha contra el cambio climático. “Necesitamos un compromiso con un orden basado en las reglas”, declaró el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. “Nuestro futuro descansa en la solidaridad”.

Rumbo a Los Ángeles

Pedro Sánchez, además de participar en la Asamblea y celebrar varios encuentros bilaterales, dedicó tiempo a visitar las principales cabeceras neoyorquinas. Se reunió con los consejos editoriales de 'The New York Times' y 'The Wall Street Journal', y fue entrevistado en los foros de las agencias Bloomberg y Reuters, donde se refirió a la actualidad política española y a los desafíos que acechan a su gobierno, entre ellos el soberanismo catalán. “Si el independentismo prioriza el conflicto, habrá elecciones”, declaró en Reuters.

El mandatario socialista, que empezó su viaje en Montreal, lleva en Nueva York desde el lunes y hoy viernes parte a California. Allí se reunirá con el gobernador de este estado, Jerry Brown, en Sacramento, y luego visitará Los Ángeles, donde dará una charla en la Universidad del Sur de California. La madrugada del domingo, según el horario europeo, volará de vuelta a España.