Un niño, a punto de morir por intentar completar un reto viral de Youtube

Tyler Broome tiene 11 años y, como muchos otros niños de su edad, está acostumbrado a ver a diario vídeos de Youtube. Dentro de esos clips cada vez ganan más terreno los vídeos dedicados a los retos virales y Broome ha sido el triste protagonista de uno de esos vídeos. Afortunadamente, su historia se va a quedar en un susto y no alcanzó el nivel de tragedia.

Tyler estaba en un parque de la pequeña ciudad de Tuxford, en el condado de Nottingham, en el centro-norte de Inglaterra, cuando unos chicos mayores que él le incitaron a llevar a cabo la ‘Rueda de la Muerte’, también conocido como ‘Roundabout of Death’, un reto viral en el que el protagonista se monta en un juego infantil mientras los demás le hacen girar a la mayor velocidad posible.

Tyler Broome no se lo pensó y se subió al juego infantil. Pero lo que iba a ser un pasatiempo estuvo a punto de convertirse en una tragedia. La velocidad a la que los chicos mayores giraron la rueda provocó que la sangre circulara muy rápidamente por la cabeza, provocándole la hinchazón de los ojos y del resto de la cabeza y quedándose a punto de sufrir un derrame cerebral.

Dar ejemplo para otros niños

Así lo ha contado su madre en Facebook. Dawn Hollingworth ha querido compartir el vídeo del reto de Tyler y también las fotos del niño en el hospital en el que fue ingresado después de quedar inconsciente en el parque. El objetivo de su madre, como reconoce en el post que ha publicado en la red social, es que otros jóvenes se den cuenta del peligro que corren al llevar a cabo este tipo de retos.

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En declaraciones que recoge la BBC, Hollingworth asegura que las heridas podían haber sido peores: “Los médicos dijeron que si no estuviera sano y en forma, podría haber sufrido un derrame cerebral y morir. Es el tipo de heridas que sufren los pilotos de combate por los efectos de la fuerza de la gravedad cuando no llevan máscaras de oxígeno”.

Su madre es consciente de que Tyler “ha hecho algo incorrecto y sus heridas son causadas por su propia estupidez”. Sin embargo, pone el foco sobre los adolescentes que le animaron a practicar la Rueda de la Muerte y que, una vez quedó semiinconsciente, lo abandonaron. “Menos mal que una chica joven que sólo sé que se llama Liam y vive en Tuxford entró en el parque, vio a mi hijo tumbado sobre la hierba y llamó a una ambulancia”. Sólo espera que lo sucedido sirva como experiencia para otros niños.